Capitulo 42|Una visita, una charla y un horóscopo fatal

37.8K 3.7K 427
                                    


Estuve esperando con miedo la venganza de Marcel.

De verdad, estuve esperando que su ira caiga sobre mí.

Pero, él no dijo nada.

Tengo miedo.

Él nunca pasa por alto las cosas.

Diré que me sigue mandando la mierda como de costumbre.

Pero, no me ha dicho nada por el asunto de Llum.

Este hombre es más complicado que una partida de sudoku (o como sea que se llame el juego)

Lo dice una persona que no sabe jugarlo y es horrible en matemáticas.

No digas nada.

Solo comprende y recuerda que no todos somos dados a los números.

En fin.

Después de un largo día desinfectando el inodoro de Marcel.

Créeme que lo desinfecté veintisiete veces.

Él es un maniático con eso.

Por fin pude regresar a mi humilde morada a descansar.

Lo bueno es solo Joan estaba despierto.

No sé qué hizo pero mando a todos a dormir temprano en un tranquilo viernes. No obstante, el destino decidió que esta noche sea todo menos tranquila.

¿Adivina quién estaba en mi puerta a las once de la noche?

¡La fisna!

La fisna con una maleta.

Siento que voy a meterme en problemas otra vez.

─ ¿Señorita? ¿Pasa algo?― le pregunté con sorpresa.

Es que de ahora en adelante puedo esperar que hasta Mario Casas toque mi puerta.

Nunca esperé que la fisna toque mi puerta.

― Escapé de casa― me confesó, entrando a la sala.

No, no le dije que podía entrar.

Ella solo atropello mi puerta y se apoderó de mi sala.

Nadie me respeta.

─ ¿Huh?─ digo asombrada.

¿Escaparse?

¿Por qué las personas que hacen cosas ilegales me persiguen?

Yo quiero tener una buena vida sin meterme en problema.

Lo primero que me ponen en el camino son personas que me quieren arrastrar a pecar.

Mentira.

Me siento mal por ella.

Escapar de casa es muy triste.

Vale, raro a su edad.

Pero, es triste salir de casa cuando no quieres hacerlo.

Ella tiene pinta que salió de casa por obligación y no me extrañaría que fuera culpa de Marcel.

─Voy a quedarme aquí― Lisse dijo, y luego se desplomó en el sofá―.Dime, ¿Dónde puedo dormir?

¿Dónde puedes dormir?

En tu casa.

Y si no te gusta hay hoteles en toda la ciudad.

Que maldad.

Por eso no me pasan cosas buenas.

― ¿El Señor Marcel te dijo que podías quedarte aquí?

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora