Capitulo 30| Un nuevo sentimiento y un zapato en acción

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Marcel me odia.

Me odia tanto que no puede dejar de pensar en mí.

¿Me molesta?

No.

¿Extraño?

Sí.

Pero, no me molesta en lo absoluto que sufra pensando en mí.

Sé que sufre pensando.

Crueldad es mi segundo nombre.

Vamos, que es un tipo que siempre lo ha tenido TODO.

Dudo que conozca las palabras sufrimiento.

Mentira.

Que perdió a la novia.

Él parecía quererla mucho.

Sacando ese detalle de la muerte de la novia no veo que haya pasado por mucho sufrimiento.

Sufrir es parte de crecer en la vida.

No sé quien lo dijo pero razón no le faltaba.

Pero bueno, ¿Por dónde empiezo?

Ah, por Marcel quejándose en su encantadora oficina, que he tenido que desinfectar siete veces en la misma mañana. Para Marcel nada está lo suficientemente desinfectado si no le pasas unos veinte litros de lavandina (de la cara, eh).

¿Cuándo no, Marcel?

─Te estoy diciendo para salgas de mi cabeza─ se quejó, dejando a un lado su portátil─. ¿Por qué fuiste a beber con el memo de Alen?

La lista es larga y sé que la mayoría de las razones herirán tu ego.

─Esta mujer es tan molesta─ Marcel resopló llenó de rabia─. Nunca hace nada de lo que le digo. Siempre está diciendo: "Lo siento, lo siento, lo siento", pero termina haciendo lo que quiere. Esta mujer solo siente las cosas en sus palabras.

Eso no es del todo cierto.

Pero si lo ves así, ¿Qué puedo hacer?

Ante la catarata de rabia que le producía recordarme decidió salir de su oficina e ir directo a la cocina para mandarme a la mierda.

Según Marcel siempre hay una razón para mandarme a la mierda.

Mi padre siempre decía eso.

Pero, ¿A que no adivinas?

¡No estaba!

Vale, estaba, solo que he ido por mi caja de costura a la casa, y como Sebastià estaba dormido en el corral lo dejé.

Juro que solo iba a tardarme dos minutos.

Vale, en ese preciso momento, Marcel, ha entrado a la cocina como un toro pero se quedó con las ganas.

Entonces, notó a mi hermano, que para ese momento había despertado con muchas ganas de llorar.

¿A que no te imaginas lo que ha hecho?

Le ha cargado.

Sí, esa cosa malvada ha cargado a mi hermano.

No sé si superará el trauma.

Vale, lo estoy criando yo, no creo que exista mayor trauma que ese.

─Ya...ya...─Marcel le dijo, intentando encontrar la manera correcta de cargarlo.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora