¿Por qué todo lo malo me pasa a mí?
Estoy tratando de sacar esta familia sin ayuda de nadie.
¿Por qué todos los caminos me llevan a la familia Agramut?
No quiero tener nada que ver con esa gente.
Sí, que bastante hacen por nosotros al dejarnos vivir en su casa.
Pero, bastante hago yo soportando a Marcel.
No me da orgullo decirlo pero hemos vuelto a su casa; la dueña del edificio literalmente nos tiró todo a la calle. Por lo tanto, no teníamos idea de a donde ir o los medios suficientes para pasarnos la noche buscando lugares que acepten a una familia de once personas.
Diré que me siento mal por Roc y su hermana. Pero, ¿En qué momento planeaba contarme que tenía los pagos del alquiler atrasados?
A veces pienso que debí haber sido una persona terrible en mi vida anterior como para seguir pagando las cosas malas que hice en esta. De verdad, no entiendo exactamente porque nada me sale del todo bien. O, en el peor de los casos porque parece que mi vida está anclada a un familia con un tipo que me odia solo por respirar.
─ Hey, ¿Qué haces aquí? Es tarde y ha sido un día muy largo─ dije, al notar la presencia de Joan.
─ No puedo dormir ─ me contestó, sentándose a mi lado.
─ Yo tampoco─ le confesé, sin sacar la mirada de aquel imponente jardín.
No sé si estoy perdiendo el juicio pero extrañé este lugar.
─ ¿Cuánto tiempo nos quedaremos aquí? ─ me preguntó, con firmeza.
No tengo idea.
No creo que a Marcel se contenga por tanto tiempo.
─ Por el momento este es un buen lugar para vivir ─ le contesté, buscando calmar sus dudas─. Buscaré la forma de organizar todas las cuentas y el dinero.
¿Lo lograré?
Es que es tan fácil decirlo pero difícil de hacerlo.
─ No te presiones tanto. Haces demasiado con solo mantenernos a tu lado─ suspiró, y luego añadió en un tono reflexivo ─. Esto es muy extraño. No sé porqué terminamos en esta casa otra vez.
¿El destino?
¿El hilo rojo que nos une a esta familia?
Cualquier cosa menos suerte.
Yo desconozco esa palabra.
─ Sí, también creo que es un poco extraño─ suspiré, dejando escapar una sonrisa─. ¿Crees que nuestros padres tuvieron algo que ver con eso?
─ No creo en esas cosas, Clara─ me respondió, enarcando una ceja─. Pero, por esta vez me permito dudar.
─ Idiota─ murmuré, dándole unas palmaditas en la espalda.
Entonces, ambos nos quedamos en silencio mirando el cielo.
─ ¿Recuerdas esto?─ Joan murmuró, rompiendo el silencio con cierta nostalgia ─. Papá me enseñó a usar el cielo como una brújula. Decía que si alguna vez me perdía tenía que buscar a la osa mayor.
O, buscar una estación de policía.
Lo siento, no podía dejarlo pasar.
Mi padre nos enseñaba esas cosas con la promesa de llevarnos a acampar al bosque. Nunca nos llevó a acampar, aunque sí acampamos en nuestro jardín muchísimas noches como forma de "practica". Supongo, que lo hacía para ahorrar electricidad y no pagar el cable.
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo cazar a un millonario?
ChickLitGracias, gracias :) #2 30/08/16 #1 10/09/16 #1 22-23/09/16 #1 25-27/09/16 #3 28/09/16 Código de registro: 1610129429911