Capitulo 37|Un libro para tontos, el karma de las gambas y un momento feliz

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Marcel sobrevivió.

Por si te interesaba o tenías curiosidad.

¿Se ha vengado?

No.

Dios escuchó mis plegarias (que no fueron pocas), y lo ha mantenido cagando (literalmente) durante los últimos dos días. De todas formas, presiento que más temprano que tarde encontrará la forma de hacerme la vida imposible.

Él no puede hacerle ese desaire a su genio del mal.

Él tiene que vengarse de mí.

¡Madre mía!

No quiero ni pensar en su lado vengativo.

Como si ser su esclava no fuese de por sí una gran venganza.

Nunca mejor dicho.

Ser la esclava de Marcel es una crueldad de mis antepasados que me ha tocado pagar a mí.

¡Justo a mí me toca pagarlo!

Yo que tengo problemas hasta para regalar.

Pero bueno, mientras él siga en el inodoro estoy fuera de peligro.

¿El problema?

Nil está preocupado por él.

Es que ese niño es un ángel.

No le ve maldad a nadie.

No lo digo porque sea mi hermano.

Nil es demasiado bueno.

Demasiado.

Él nunca causa problemas.

Si tengo hijos, cosa que no creo que suceda, que a mí los niños me agradan, pero toda esta experiencia maternal exprés me está llenando el tanque.

Pero bueno, si alguna vez tengo hijos quiero que se parezcan a él.

― ¿Y a ti que te pasa?― le dije, al verlo cruzar y cruzar frente a la puerta de la cocina―. Si sigues caminando así vas a terminan cavando un hoyo― finalicé con un poco de humor.

Es que toda esta situación a mí me pone feliz.

Que Marcel lo pase mal levanta mi ánimo.

¿Qué te puedo decir?

― ¿Qué hicieron Toni y Llum?― le pregunté, enarcando una ceja.

Nil no causa problemas.

Para eso están Toni y Llum.

Ellos siempre tienen problemas.

Lo deben haber heredado de mi.

― Nada.

― Entonces, ¿Por qué estas con esa cara de circunstancia?― insistí.

―Estoy preocupado por el Señor Marcel― me confesó, dando suspiros.

¡Madre mía del amor hermoso!

¿Qué hice yo para que este niño saliese así?

¿Por qué es tan bueno?

Para no decir que es un inocente de buen corazón.

― No hace falta que te preocupes― le dije, acariciando sus grandes rizos dorados―. Él estará bien.

― Lleva mucho rato en su habitación― Nil suspiró, preocupado―. ¿No deberíamos preguntarle si está bien?

El karma está haciendo su trabajo.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora