Capítulo 118| Un suegro moribundo y el final de las mentiras

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Seguro te mueres de ganas de saber con quién me he ido de bocas sobre la "prematura" muerte del padre de Marcel. Aunque sea difícil de creer me he ido de bocas con el mismísimo Marcel. Que en un principio pareció tomar el asunto como una broma. No obstante, cuando le dije que lo aceptaba y que seguimos comprometidos comenzó a verse tan consternado con lo de su padre.

No, Marcel no se dignó a contarme que todo fue una confusión. Se supone que me ama. La gente que se ama se cuenta todo. O por lo menos las cosas importantes; que su padre no se va a morir es algo importante.

Vale, que puedo entender porque prefirió no contármelo. Es decir, es evidente que arruinaría las cosas. De hecho, ni siquiera debía contárselo a Marcel o mucho menos a Abril. Sí, también se me escapó con Abril. Pero, diré en su defensa que ella al igual que yo no estaba enterada que todo era una confusión.

─ Me alegra que hayas vuelto con Marcel─ Abril me dijo mientras caminábamos rumbo a la biblioteca de su departamento. Usualmente los pisos no tienen bibliotecas privadas, pero lo que ella llama "mi piso" en realidad es toda una mansión en un cuarto piso.

Por cierto, a mi no me alegra volver con él.

Vale, que me alegra (lo que no me alegra es que no me haya aclarado que su padre no se va a morir).

─ Iba a regresar con él en un futuro, pero la situación de su padre me ha hecho reflexionar sobre el tiempo que tenemos para disfrutar de la vida─ le he dicho.

Abril me pregunta confundida por mis palabras─. ¿Qué quieres decir con eso?

─ Trabajar para un millonario con problemas, lidiar con nuestras personalidades, enamorarnos, formalizar, romper, luego volver a formalizar para luego romper, y por último regresar porque mi suegro me lo ha pedido parece sacado de una teleserie.

─¿Lluis fue a pedirte que regreses con Marcel? ─ Abril musitó incrédula. No la culpo. Tampoco creo que ese señor se muera tan pronto. Es decir, la gente mala vive más.

─ Sí. Supongo, que los eventos difíciles hacen recapacitar a las personas. No esperaba para nada que fuese a verme o que me pidiera que regrese con él.

─Me sorprende. Lluis no es exactamente alguien que cambie de parecer de la noche a la mañana─ me dice mucho más sorprendida.

Pues bien, esta es la parte donde le cuento la situación de mi suegro; ella quedó en shock por varios minutos. No debería causarme gracia pero Abril tiene los ojos muy grandes; no tienes idea de lo cómica que ha sido su cara de espanto.

─Imagino que esto es difícil para ti, Clara─ me dice con su tono compasivo tras salir del espanto.

En realidad, no es TAN difícil. Es decir, si lo analizamos fría y calculadoramente es hasta alentador. Primero: Me caso con un millonario, guapo y genial. Segundo: Mi suegro que me odiaba y se oponía a la relación ahora me acepta porque se nos va antes de año nuevo.

¿La verdad?

Esto es casi como una ficción.

(...)

¡Ha pasado un milagro!

¿A que no adivinas?

¡He quedado con mi suegro tres veces en la misma semana! Resulta que esto de su prematura muerte le ha afectado tanto que ha decidido dedicar sus últimos momentos a servicios comunitarios y a tratarme bien. Realmente esto de su muerte le ha sentado fatal, pero me pongo en su lugar y creo que estaría actuando de la misma manera. Claro, que...yo no arrastraría a todo mundo en mis planes. ¿Sabes que he tenido que acompañarle a todos sus servicios comunitarios? Y no creas que he ido a sentarme. Él ha ido a sentarse mientras que yo cumplía con sus deberes.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora