Ad Originem

Ad Originem Capítulo 58 - Permutar Atributo Vida

-Permutar Atributo Vida-

     Arin estuvo pensando a dónde llevar a la Joven Señorita Cieloazul Ibeli, hasta que, al fin, decidió llevarla a la Institución Cultivo de Poder.

No estaba lejos y allí podrá descansar sin que nadie la molestase o la hiciera sentir peor.

Además, debía comentar este asunto al Noble Rector Cienfuegos Aius.

El problema sería que no hubiera nadie en la Institución a esas horas. Pero si no estaba, ya pensaría que hacer.

Por el momento, la levantó y la cargó a su espalda. Partiendo con ella de camino a la Villa Fortaleza.

Al poco rato de estar caminando, la villa estaba a la vista.

Cieloazul Ibeli comenzó a despertar y enseguida se dio cuenta de que Arin cargaba con ella y un rubor comenzó a aflorar en sus mejillas.

Esta vez, no pensaba que Arin se estuviera aprovechando de ella, todo lo contrario. Acababa de salvarla y encima tuvo que cargarla todo el camino.

Se sentía una completa inútil.

- ¡Gracias... Arin!
Dijo ruborizada Cieloazul Ibeli, mientras una lágrima le caía por la mejilla.

- Despertaste, menos mal...
Dijo Arin, aliviado al verla despertar.
... Ya estamos llegando a la villa, ¿puedes caminar?

- ¡Oh! Cla... claro. Lo siento.
Se disculpaba Cieloazul Ibeli, mientras apoyaba los pies en tierra.

- ¿No me vas a acusar de intentar aprovecharme de ti?
Preguntó Arin haciéndola una mueca, para ver si le sacaba una risa.

- No... Perdona las veces que te acusé injustamente... Ahora no tengo dudas. Sé, que puedo confiar en ti. En realidad, solo puedo confiar en ti...
Confesó la Joven Señorita Cieloazul Ibeli que de verdad sentía que no había sido justa en algunas ocasiones, pero él no dudo en jugarse la vida por ella.

- No tienes que disculparte, me alegro de que estés bien.
Arin la reconfortó mientras le quitaba la lágrima de la mejilla con una sonrisa.

Cieloazul Ibeli se estremeció un poco, al sentir la mano de Arin acariciando su mejilla.

También recordó que antes de quedarse inconsciente, Arin la abrazó y la acarició con dulzura la cabeza.

Estando con Arin, sentía que estaba segura, sentía que nada la podía pasar, pero, sobre todo, comenzaba a ser feliz después de mucho tiempo.

Cieloazul Ibeli, se daba cuenta de lo importante que se estaba volviendo Arin para ella.

- Arin...
Dijo Cieloazul Ibeli con gesto muy serio.
... Si necesitas cualquier cosa de mí, solo dímelo. Haré todo lo que esté en mi mano por ayudarte. Tienes mi palabra.

- Oye Ibeli, no te pongas tan seria. Si necesito algo de ti, te lo iba a pedir, me lo dijeras o no.
Dijo Arin riendo.

- Tonto...
Contestó riendo ella también, mientras reanudaban la marcha.
... Por cierto, Arin, hay una cosa que me preocupa.
Añadió Cieloazul Ibeli, que andaba pensando en algo.

- ¿De qué se trata?
Preguntó Arin.

- Estos tipos...
Comenzó a decir Cieloazul Ibeli meditando algo.
... Creo que iban por mí, al ver mi uniforme de la Institución. Pero, sobre todo al ver, la túnica de mi familia. Supongo que les motivó más el hecho de que soy de Familia Noble y claro, ellos no saben que mi familia, no daría un rescate por mí. Pero por lo que hablaron...