-Arin despierta-
Como si de una estampida se tratara, ambas chicas salieron de la cocina y se dirigieron a la habitación de Arin.
Al entrar, le vieron sentado en la cama, con las manos en la cabeza.
Las reacciones de cada una eran algo diferentes.
Las dos estaban felices. Solo que la Joven Señorita Cienfuegos Amia, lo exteriorizaba sonriendo y la Joven Señorita Cieloazul Ibeli, lo hacía llorando.
- ¿Cómo te encuentras? Nos tenías muy preocupadas...
Preguntó Cienfuegos Amia aún preocupada pero más relajada.- Ya estoy bien, solo tengo que descansar un poco más... Siento mucho haberos preocupado... Me gustaría comer algo de fruta, tomar una cápsula de vitaminas y un antinflamatorio. Además, tengo que ver cómo está Alana antes de seguir descansando.
Dijo Arin que se disponía a incorporarse, pasándose las manos por la cabeza.- No hace falta que te levantes, antes la he visitado y está bien y lo otro, ya te lo traigo yo.
Dijo Cieloazul Ibeli, mientras se marchaba rápidamente.- ¿Sabes...? Ibeli en verdad estaba muy preocupada por ti...
Indicó Cienfuegos Amia, al poco de que esta se marchara.
... Se nota lo mucho que le importas.
Dijo un poco celosa.- Eso creo...
Dijo Arin sonriendo.
... La verdad es que ella también es importante para mí. Dentro de poco, va a hacer tres años que murió mi padre. Tres años en los que no he tenido a nadie con quien pueda comentar lo que he hecho en el día, los libros que leo, o con el que sentarme a comer, o alguien que se preocupe si me pasa algo... Al menos, hasta hace poco... Ibeli es tan increíble que, en poco tiempo, está llenando ese vacío. Y creo que ella siente lo mismo. Ella tampoco lo ha pasado bien... Digamos que su familia no la aprecia y llevaba muchísimo tiempo sin sentirse feliz. Pero el tiempo que pasa conmigo yo diría que lo pasa feliz...- ¿Pero qué dices? Si tienes a la pobre llorando, ¿qué va a ser feliz?
Bromeó Cienfuegos Amia mientras se reía. Aunque en el fondo, sus celos se acrecentaban, viendo la estrecha relación que tenían.- Amia, no seas mala...
Dijo Arin riendo.Los chicos charlaron un poco, cuando de pronto Cieloazul Ibeli asomó por la puerta, con una bandeja.
En ella había un zumo de naranja, agua fresca, una manzana, las cápsulas de vitaminas y antinflamatorio.
Por el rubor de sus mejillas, Cienfuegos Amia se daba cuenta, que había escuchado parte de esa conversación y que se moría de la vergüenza.
- A... Aquí tienes, Arin.
Dijo Cieloazul Ibeli, con voz algo temblorosa, mirando al suelo.- ¡Oh, un zumo! Gracias Ibeli.
Agradeció Arin sonriéndola.- No hay de qué.
Contestó Cieloazul Ibeli, que seguía tímida mirando al suelo."Hace un rato, no mostró vergüenza alguna al despojarse de su ropa y practicar durante casi dos horas en la bañera delante mía. Pero es escuchar a Arin hablando de ella con tanta ternura y no es capaz ni de levantar la vista del suelo".
Pensaba Cienfuegos Amia incrédula.- Oye, Arin...
Comenzó a decir Cienfuegos Amia pensando en algo.
... ¿Qué es lo que hiciste exactamente, qué fue esa Habilidad tan increíble?
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Ad Originem
FantasyAd Originem, comienza cuando sólo existía La Nada y en medio de esta, surge El Origen de Todo. Con la consecuente creación del Universo, los Dioses que lo rigen y las Razas que comenzaron a poblarlo, hasta llegar a los Seres Humanos. Después de cono...