Ad Originem Capítulo 120 - Fortalecer la Voluntad Psíquica

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-Fortalecer la Voluntad Psíquica-



     Arin y el resto del Equipo Omega, se acercaron al Herbolario Familia Vallermoso.

Como de costumbre, estaba abarrotado de gente, sobre todo, teniendo en cuenta que era domingo.

Aunque ya era algo común ver el Herbolario Familia Vallermoso funcionando a tope.

Según entraron, Vallermoso Silene vio a Arin y le hizo una seña a este para que se acercara, mientras llamaba a uno de los empleados para que siguiera ayudando a una mujer que estaba siendo atendida por ella.

- ¡Hola Arin! Veo que vienes acompañado.
Saludó Vallermoso Silene abrazándole.

Mientras que las Jóvenes Señoritas Cienfuegos Amia y Cieloazul Ibeli la estudiaban con la mirada.

- Hola Silene. Me alegro de verte...
Saludó también Arin devolviéndola el abrazo con una sonrisa.
... Mira, estos son mis amigos. Korbis, Ibeli, Amia y Kara...
Dijo Arin señalando a cada uno.
... Ella es Silene.

- Encantada. Los amigos de Arin, son mis amigos. Cualquier cosa que necesitéis solo pedidla.
Dijo con una sonrisa y los chicos devolvieron el saludo amablemente.

- De hecho, necesito un favor.
Dijo Arin sonriente.

- ¿De qué se trata? Solo pide por esa boquita.
Ofreció Vallermoso Silene.

- Necesito que proveáis de Infusiones Anti Impurezas, a todo aquel que pertenezca al Escuadrón de la Muerte Arnori. Por supuesto, correrá de mi cuenta.
Pidió Arin sin rodeos.

- ¿El Escuadrón de la Muerte? Menudo nombre que le han puesto... Por supuesto, Arin. Obtendrán tantas infusiones como necesiten.
Vallermoso Silene accedió a la petición de Arin sin siquiera pararse un momento a pensarlo.

- El nombre se lo puse yo...
Dijo Arin deprimido.

- ¿Es tu escuadrón...?
Preguntó Vallermoso Silene sorprendida, pero al ver el Brazal Arnori con el emblema dorado en su brazo, entendió que era cierto.
... Sí que tenía razón el Instructor Baluarte Rojo Tibaste, cuando dijo que llegarías lejos y eso que apenas han pasado unos meses...
Recordó Vallermoso Silene sonriendo.

- Jajaja... Ahora que lo mencionas, hace mucho que no le veo.
Dijo Arin que de nuevo recordó que todo lo conseguido fue a raíz de conocer al Instructor Baluarte Rojo Tibaste.

- Estuvo aquí hace una semana. Vino a comprar tus Infusiones, muy orgulloso de tu éxito.
Le contó Vallermoso Silene riéndose.

- Me alegro de que pueda disfrutar de las Infusiones. Por favor, cuando vuelva, regálale un lote de mi parte.
Pidió Arin, pensando en que nunca le pagó su amabilidad y es de bien nacido, ser agradecido.

- Por supuesto, seguro que le hace mucha ilusión que te acuerdes de él.
Dijo Vallermoso Silene, quien también le tenía mucho aprecio al Instructor Baluarte Rojo.

Arin y Vallermoso Silene estuvieron un rato charlando, hasta que se despidieron y se fueron del Herbolario.

- Bueno, yo me voy a casa a Forjar las Runas del Rector y del Teniente. Mañana os veo.
Dijo Lluviaestelar Korbis despidiéndose.

- Todos deberíamos ir a casa a descansar, mañana nos vemos.
Dijo Arin, despidiéndose también.

- ¡¡¡Hasta mañana!!!
Se despidieron los demás y se separaron, para ir cada uno a su casa.

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