Ad Originem Capítulo 43 - Primer día de clase

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-Primer día de clase-



     Tras ver la muralla que rodeaba la Villa Fortaleza, Arin apenas tardó en llegar hasta la villa.

Había tenido un camino bastante complicado, pero ahora que estaba entre la gente ya estaba a salvo.

Y bueno, es cierto que había pasado por una situación bastante seria, en la que podía haber sido herido y capturado por aquel grupo de encapuchados.

Sin embargo, a pesar del miedo inicial y la tensión continua hasta haberse puesto a salvo, había logrado probarse a sí mismo y con un resultado extremadamente bueno.

Aunque acababa de aprender sus primeras Habilidades Kinéticas y Telépatas, en combinación habían demostrado ser extremadamente útiles y además poderosas.

En definitiva, resultaron ser muy interesantes y se sentía satisfecho.

Y esto, solo era el principio...

Arin caminó por las calles de la villa y al poco rato, apareció en la Institución Cultivo de Poder de Villa Fortaleza y por suerte, las clases aún no habían comenzado.

Así que, pesar de todo, pudo llegar a tiempo.

Un amplio número de jóvenes estaba rondando la entrada, la gran mayoría de ellos en grupos, otros permanecían sentados por los jardines de las instalaciones de la institución, charlando y riendo, esperando que llegara la hora en que empezaban las clases.

Todos y cada uno de los estudiantes sin excepción, llevaba el uniforme de la institución, que eran Uniformes de Combate, especiales para protegerse.

Los uniformes, aunque todos con el mismo diseño, eran de muy variados colores y por encima de estos, la mayoría llevaba una túnica personal que representaba a su familia.

De hecho, la mayoría de los Uniformes de Combate habían sido solicitados por los alumnos, con colores que fueran a juego con las respectivas túnicas familiares.

Mientras observaba a los estudiantes, Arin posó su mirada en una hermosísima chica rubia, ojos de un color amarillo muy intenso, uniforme rojo con los acabados en amarillo y una túnica carmesí, con los detalles y el reborde del escudo familiar en bronce, que charlaba y reía con un grupo de amigas.

Arin la reconoció rápidamente. Era la chica que vio el día que visitó al Rector de la Institución.

En el lapso de un parpadeo, los ojos de la joven se desviaron hasta posarse en Arin.

Este iba a quitar la mirada, pero ya que ella también le miraba levantó la mano un poco, saludándola tímidamente.

Ella sonrió y le devolvió el gesto, hasta gesticuló un "hola" con sus labios, haciendo que algunos chicos y chicas que estaban cerca se giraran para ver a quién saludaba y regalaba esa encantadora sonrisa.

Despertando la curiosidad en algunos y el desprecio de otros...

Arin cruzó entre los grupos de estudiantes, pasó rápidamente por la puerta del edificio principal y una vez dentro del recibidor, se dirigió a recepción.

Allí saludó al conserje y entregó el formulario de inscripción.

- Buenos días, Señor... Nubespesa Segisamo, este es mi formulario de inscripción...
Arin entregó su formulario sonriente, tras mirar de reojo la placa con el nombre del conserje, agregando después:
... Me gustaría saber dónde está el aula del Instructor Telépata.

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