Ad Originem Capítulo 96 - Afín al Elemento Primordial de la Vida

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-Afín al Elemento Primordial de la Vida-



     Todos estaban expectantes, a la espera del resultado de la prueba de detección del Atributo afín de Arin.

Al clavarse la runa, además de la molesta y dolorosa punzada, este notó el descenso de energía en sus reservas y vio como en el centro de la runa, se formaba una pompa de color verde, del que chapoteaban burbujitas más pequeñas.

Arin sabía perfectamente que significaba eso.

Había varios Atributos que son considerados mejores que este. De hecho, prácticamente todos los que buscaban poder tenían la certeza de que cualquier Atributo es mejor que este. Pero en realidad, no había un Atributo que Arin deseara más.

Y en el fondo para él, era lógico.

No quería ese poder por codicia, pero ansiaba ese poder desde el fondo de su corazón.

No lo podía creer, su Atributo más afín, era el Elemento Primordial de la Vida.

Arin no podía evitar, sentirse emocionado y no pasó desapercibido por ninguno.

A Cieloazul Ibeli, hasta le caía una lágrima.

Estaba feliz por Arin, ya que sabía lo importante que era para Arin cómo médico, obtener este increíble Poder de Sanación.

- Sé que no me debería emocionar mucho, ya que mi Energía Espiritual, apenas pasó de la primera marca cuando hice la prueba, pero quiero hacer el Tratado de Permutación.
Dijo Arin sonriente.

- No voy a ser yo la que te diga lo que tienes que hacer. Pero es peligroso que lo hagas, sin tener un mínimo de Poder Espiritual. Sabes que si lo aprendes, lo acabarás usando y puede, que a costa de tu vida.
Advirtió Cienfuegos Amia algo preocupada.

Sabiendo que, en una emergencia, Arin podría ser capaz de usarlo aun a costa de peligrar su vida.

Ahora se arrepentía de haberle instado a hacerse la Prueba de Afinidad Elemental.

- No te preocupes. Te prometo que de tener que usarlo, cortaré a tiempo.
Intentó tranquilizarla Arin, con cara de niño bueno.

Cienfuegos Amia pensó que Arin era un gran mentiroso.

Aun así le dijo cómo pactar con la Custodio de la Vida Artae. También conocida, como el Árbol de la Vida.

Arin pactó el Tratado de Permutación y de nuevo hubo un bajón de energía.

Esta vez, hasta se mareó un poco.

Definitivamente, sus reservas de energía eran ridículas, pero por alguna razón, la Runa Etérica, parecía ayudar a incrementar más rápidamente sus reservas de energía.

Arin no pudo evitar pensar, en que casi desecha la Runa Etérica y ahora tenía claro, que no se pensaba despegar de ella.

Fue gracias a la runa, o más bien, gracias a que estaban activadas las cinco runas y atrajeron bastante Energía Etérica, que Arin había notado el movimiento de la energía libre.

Y por ende había descubierto que también era un Manipulador de Energía, o Mago.

Tenía que saber más sobre esto. Quizá le fuese de utilidad aprenderlo para la Misión de Escolta.

- Bueno. Yo voy a partir ya hacia la institución. Luego os veo.
Dijo Arin, dispuesto a marcharse.

- Espera, Arin. Ve leyéndote lo que dice el Sagrado Pergamino, sobre el Atributo Vida y vosotros, terminad de leer el vuestro. Que yo también voy a la institución. Tengo que devolver las copias de los Sagrados Pergaminos y la Runa de Afinidad de Atributos. Y bueno, ya de paso voy a comprarme el mobiliario de mi habitación.
Dijo Cienfuegos Amia sonriente, mirando al resto de chicas.

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