Ad Originem Capítulo 117 - Runa Selladora

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-Runa Selladora-



     Los Arnori veían como la 'Salva Oscura' era dirigida hacia todos ellos y rápidamente crearon, escudos y muros protectores hechos de Elementos o de Energía, uno detrás de otro.

Cuando de repente, una enorme 'Cúpula de Luz' apareció, envolviendo a todos los Arnoris en el centro de la Arena y protegiéndoles de la poderosa 'Salva Oscura'.

El Sargento Primero Maros miró hacia todos lados buscando al responsable, cuando al fin vio a los Nobles hermanos Cienfuegos Aius y Cienfuegos Arkil, que descendieron a la Arena desde las gradas y caminaban hacía él.

El Noble Rector Cienfuegos Aius era un Espiritualista Espectral de Tercer Orden Etapa 6 y el Noble Teniente de la Guardia Fortaleza Cienfuegos Arkil era un Espiritualista Albor de Cuarto Orden Etapa 2.

Actualmente, ambos hermanos eran dos de los Espiritualistas más poderosos de Villa Fortaleza.

Y fue el Teniente Cienfuegos Arkil, el que levantó la 'Cúpula de Luz', que protegía a los chicos.

Un muy inoportuno contratiempo para el Sargento Primero Maros de la Hermandad Mercenaria, que ni por asomo esperaba encontrarse con gente tan fuerte, o en su defecto, esperaba llevarse a Arin, antes de que llegase gente fuerte del gremio o de la villa.

Solo que para su desgracia, el Rector Cienfuegos Aius fue invitado por Arin y este le propuso a su hermano Arkil, ir juntos a ver de lo que era capaz el joven Psíquico y por eso es, que ambos estaban ahí.

- ¿No es un poco mayor para andar metiéndose con niños?
Preguntó el Rector Cienfuegos Aius, mientras aumentaba su Poder Espiritual.

- Estábamos viendo el espectáculo cuando este niño nos atacó sin más. Merece una lección por atacarnos, esto no puede quedar impune.
Disimulaba como podía el Sargento Primero Maros.

No por el Poder Espiritual del Rector Cienfuegos, pues él era un Espiritualista de Tercer Orden Etapa 6 y el Sargento Primero Maros de Tercer Orden Etapa 8.

Más bien temía el poder que emanaba el Teniente Cienfuegos Arkil.

Un poder con el que ni por asomo podía competir, pues la diferencia ya no era cuestión de Etapas, sino que ya estaba en un Orden superior.

- No creo que les atacara sin más. Le conozco bien y no es esa clase de persona. Por el contrario, me preocupa más, ver a un total desconocido Espiritualista de Tercer Orden en las Etapas finales, atacando a nuestros chicos.
Expuso Cienfuegos Aius, al que no iban a engañar con un argumento tan ridículo.

- Rector Cienfuegos, él es alguien importante en la Hermandad Mercenaria y por algún motivo me quiere para algo que soy incapaz de descubrir ahora mismo. Si es posible, deben cogerlo con vida, para poder meterme en sus pensamientos y así ver qué es lo que puedo averiguar.
Voceó Arin para que todos tuvieran claro quién era el poderoso Espiritualista que tenían delante.

Y justo, en cuanto Arin mencionó que eran asaltantes de la Hermandad Mercenaria, ahora que estaban en boca de todo el mundo y que se sabían que batallaron contra la Guardia Fortaleza en el paso estrecho que une el Valle Fortaleza con el Valle de los Tres Cauces, todo el mundo entró en pánico y muchos de los asistentes, huyeron de inmediato aterrados.

- Maldito crío... Cállate la boca o te aseguro que morirás de la forma más lenta y dolorosa que se me ocurra.
Amenazó el Sargento Primero Maros apretando los puños, sin entender por qué no funcionaba su Runa Inhibidora.

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