Ad Originem Capítulo 104 - Despertando el Poder Espiritual

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-Despertando el Poder Espiritual-



     La Joven Señorita Cieloazul Ibeli, salió desesperada a la carrera para ayudar a la Joven Señorita Cienfuegos Amia. Esperando llegar a tiempo, aunque estaba algo lejos.

Incluso Arin, que estaba ocupado quitando escombros a toda velocidad, notó como Cienfuegos Amia estaba en grave peligro, dándole un vuelco el corazón.

No era la primera vez que tenía esa sensación.

Ya le pasó con su padre y le pasó también con Cieloazul Ibeli y si una cosa era clara, es que cuando tenía ese tipo de sentimiento, algo malo iba a pasar.

Arin sabía lo importante que era la misión que le habían dado, pero era imposible que dejara que algo malo le pasara a su querida amiga Cienfuegos Amia.

Por lo que dejó lo que estaba haciendo, rápidamente ubicó a Cienfuegos Amia y se dirigió hacia ella a toda velocidad, con un nudo en el corazón y temblando como un flan.

No obstante, hasta Cieloazul Ibeli estaba mucho más cerca que Arin y también era incapaz de llegar a tiempo.

- ¡AMIAAAAAAAAA!
Gritó Cieloazul Ibeli, corriendo hacia ella, extendiendo y estirando su mano, como si por ello fuera a llegar antes.

Cienfuegos Amia miró hacia atrás, justo cuando aquel Mercenario estaba a punto de lanzar su golpe, cuando un pequeño 'Escudo de Luz', se interpuso entre el Mercenario y Amia.

Aunque era tan débil que tras parar el golpe fue quebrado en cientos de brillantes fragmentos de energía.

Cienfuegos Amia, activo el 'Estado Potenciador', envolvió su puño en 'Energía Acorazada' y golpeó al Mercenario con contundencia, haciendo que este cayera al suelo de culo.

Este Soldado Mercenario llamado Claugor, realmente se había quedado un poco bloqueado, al ver una cara conocida.

No podía creer, que aquella asustadiza chiquilla que casi secuestró no hace mucho, cerca de la Aldea de los Tres Picos, junto a su amigo Ulpiano y sus otros compañeros, estuviera delante suya en esa misma batalla y esto le hizo despistarse tras ser bloqueado su ataque.

Ese momento de incredulidad y distracción en el que vio otra vez a Cieloazul Ibeli, fue suficiente para que Cienfuegos Amia lo cogiera de la pechera y lo golpeara una y otra vez hasta quedar tendido con su espalda clavada en el suelo y completamente vencido.

Todos los que vieron la peligrosa situación resoplaron aliviados.

Al ver que estaba bien, Arin volvió corriendo a lo que estaba haciendo y el pobre todavía seguía temblando.

Sabía que la Joven Señorita Cienfuegos Amia era muy importante para ella, pero hasta este momento en el que la podía haber perdido, no se había dado cuenta hasta que punto le importaba...

- Amia ¿Estás bien?
Preguntó Cienfuegos Aurora a su hermana. Que llegaba corriendo de ayudar a Amazona Kara y Lluviaestelar Korbis.

- Sí... El muy estúpido se quedó embobado mirando a otro lado. La verdad es que ni me di cuenta de que estaba detrás. Gracias "Auri", si no fuera por ti, podría estar muerta.
Agradeció Cienfuegos Amia sonriendo a su hermana.

- De nada. Pero no he sido yo...
Contestó Cienfuegos Aurora señalando a su izquierda.

- ¿Has sido... tú?
Preguntó Cienfuegos Amia asombrada.

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