Ad Originem Capítulo 178 - Artes de Chamán

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-Artes de Chamán-



     Arin se preparaba para continuar su lucha contra Vanir Behemot y Alfar Erethil, cuando notó tras él, un cambio en el Poder Espiritual que emanaba Antrum Gornag.

Este era un Espiritualista Oscuro de Segundo Orden Etapa 8 y con cada aumento de tamaño y su consecuente aumento de fuerza, se magnificaba aún más todas sus estadísticas al emanar el Poder Espiritual y al usar la 'Potenciación'.

De tal forma que se estimaba que en este momento como mínimo podría pelear en igualdad de condiciones con un Humano común que fuera un Espiritualista de Tercer Orden de Etapa 4.

Era un auténtico prodigio del combate que tenía maravillados a todos los espectadores con tantos cambios de tamaño y fuerza.

Y estando sepultado en el cráter, sin una oreja, con un agujero en su hombro y diversas laceraciones en varias partes de su cuerpo, volvió a estallar de furia.

Emergió de su Alma todo su Poder Espiritual y volvió a aumentar su tamaño y esta vez, de forma desenfrenada.

Además, por si fuera poco, tras tantos estallidos de poder acababa de entrar en la Etapa 9 del Segundo Orden.

Magnificando todavía más, todas sus estadísticas físicas.

Del profundo cráter de más de nueve metros, salía disparada una densa humareda de fría Energía Oscura y se escuchaba un rugido de ultratumba, que sacudió a la mayoría de los presentes.

Antrum Gornag crecía y crecía sin parar. Cinco metros... Seis metros... Siete metros... Ocho metros... Nueve metros...

Al ser un cambio de tamaño tan radical, desde lo profundo del cráter podía oírse perfectamente como los huesos de Antrum Gornag se partían con fuerza uno tras otro.

Provocando unos desgarradores y lastimeros alaridos de dolor que no cesaban mientras duraba todo el proceso de rotura y soldadura de sus huesos.

De pronto la enorme cabeza de Antrum Gornag comenzaba a asomar por el cráter y después su cuello y sus hombros... Hasta que el furioso Antrum Gornag fijó su mirada en Arin y tan pronto lo vio y pensó en atacarle, dejó de crecer.

Apoyó sus enormes manos en el borde del cráter y con un impulso subió a la arena provocando un temblor al tocar sus pies el suelo.

Todos los espectadores estaban boquiabiertos.

Algunos incluso se frotaban los ojos, creyendo que veían ilusiones.

Si su vista no les engañaba, en estos momentos Antrum Gornag medía más de diez metros y entre su enorme tamaño, su musculatura, las laceraciones que tenía por todo su cuerpo hechas por Arin, la falta de su oreja izquierda y el agujero que le hizo Behemot, unido a su rostro deformado por la ira, daba auténtico pavor el solo mirarlo.

En la Arena todos tenían esa misma sensación.

Su propio hermano Antrum Nagorn jamás lo había visto crecer de esa manera. De hecho, solo en una ocasión lo vio superar los tres metros y medio y fue cuando enfrentó a aquel Espiritualista de Tercer Orden al que arrancó la cabeza con la que se hizo una máscara de huesos...

Antrum Nagorn se quiso desentender de los Avorum (Ancestrales) y se dispuso a ir donde estaba su hermano Antrum Gornag, bastante preocupado por su estado mental.

Sin embargo, los Avorum aprovecharon que bajaba la guardia y le atacaron los cinco a la vez, usando poderosos ataques de energía y elementales sin parar.

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