-La Guardia de la Muerte-
Los Arnori del Escuadrón de la Muerte, estaban más que encantados con la idea de tener su propia base de operaciones.
Cada uno tenía su casa y no necesitaban un sitio donde quedarse, pero todos entendían que estaba naciendo algo grande y sin duda, querían formar parte de ello.
Después de todo, desde que entraron al escuadrón, habían mejorado muchísimo sus cultivos y fortalecido sus Almas.
Habían sido equipados con Artefactos Rúnicos y también en estos días, todos los que no permutaban Atributos y tenían esa capacidad, hicieron la prueba de afinidad e hicieron un Tratado de Permutación con el Custodio correspondiente.
Era innegable que habían dado un gran salto en su potencial y todo se lo debían al Escuadrón de la Muerte y esto, parecía ser que solo era el principio...
Además, ahora tenían este increíble Cuartel General y lo que ya hizo que pareciera un verdadero Cuartel General, fue la recién instaurada "Guardia de la Muerte".
Compuesta por quince Vasallos Rúnicos Yetis Albinos de Primer y Segundo Orden.
Y como broche final, aunque en principio Lluviaestelar Korbis pensó en hacer de él una poderosa Arma Rúnica, encabezando la Guardia de la Muerte, estaba el poderoso Yeti Albino Gigante de Tercer Orden.
Para el cual, tuvieron que hacer moldes especiales.
Era idéntico a los otros Vasallos Rúnicos, pero en vez de medir tres metros como el resto, medía aproximadamente cuatro metros.
Todos ellos, estaban al servicio de su amo y señor Lluviaestelar Korbis.
El cual fue nombrado "Líder de la Guardia de la Muerte" y sería el encargado de la seguridad de su nueva base.
La primera orden de Lluviaestelar Korbis como Líder de la Guardia de la Muerte, fue la de proteger a todos los miembros de los siete equipos, utilizando la fuerza si es necesario y no atacarles a ellos bajo ningún concepto, incluida Alana.
Aunque a la lobita, no le hacían mucha gracia los Vasallos Rúnicos y no se acercaba a ninguno de ellos.
La segunda de sus órdenes fue la de no dejar pasar a nadie dentro de las murallas, sin el permiso de alguno de los treinta y cinco chicos.
Y su última orden, fue que tenían que seguir todas y cada una las órdenes de Lluviaestelar Korbis en el momento, por encima de las otras dos órdenes.
Una vez programadas sus órdenes, Lluviaestelar Korbis los esparció por el recinto, para que comenzaran con su nuevo trabajo.
Los Yetis Albinos que una vez intentaron matarlos en las Montañas Movasu, ahora protegerían sus vidas como Vasallos Rúnicos.
Pero entre todos estos acontecimientos, alguien muy especial, tenía una misión igual de especial.
Arin ordenó a Alana, que no se separara de Ibeli en ningún momento y que no dejara que nadie se acercara a ella, a más de dos metros sin su permiso.
Cualquiera pensaría que hacer que Alana entendiera a la perfección las órdenes que la habían dado, debía ser algo muy complicado y en verdad, aunque es cierto que tardó un poco en saber qué es lo que se le pedía exactamente, Alana era inteligente, muy inteligente.
Además, Arin estaba haciendo progresos con su 'Comunicación Visual' y hubo un por así decirlo "cómico" aprendizaje.
En el que Arin emitía imágenes de gente acercándose a Ibeli y recreó una secuencia de Alana poniéndose delante de esa gente y gruñéndoles de forma amenazadora y dependiendo de si Ibeli le indicaba que todo estaba bien, se acercara más el extraño, o la fueran a intentar atacar, hacía una interpretación visual de las diferentes formas en las que tendría que actuar.
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Ad Originem
FantasyAd Originem, comienza cuando sólo existía La Nada y en medio de esta, surge El Origen de Todo. Con la consecuente creación del Universo, los Dioses que lo rigen y las Razas que comenzaron a poblarlo, hasta llegar a los Seres Humanos. Después de cono...