Ad Originem Capítulo 47 - Una petición de ayuda

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-Una petición de ayuda-



     Arin miró a su compañera, la cual le estaba mirando un tanto fascinada e incrédula.

Este, quiso tomar la palabra para explicarle que había tenido éxito y que necesitaba su ayuda para hacer una serie de comprobaciones.

- Ibe...
Comenzó a decir Arin.

- Dime. ¿Cómo lo has hecho?
Interrumpió asombrada Cieloazul Ibeli, que no podía creer que ya lo hubiera conseguido.

- Luego te lo explico Ibeli, pero me tienes que ayudar a comprobar una cosa.
Pidió Arin impaciente.

- ¿De qué se trata?
Preguntó Cieloazul Ibeli, que parecía haberse olvidado de que estaba enfadada con Arin.

La Joven Señorita Cieloazul Ibeli, miraba a Arin expectante, esperando que le dijera de que se trataba. Solo que de pronto sonó una melodía de arpas ascendente y descendente.

Seis horas habían pasado y era el final de la clase.

- El próximo lunes continuamos.
Indicó la Instructora Luz de Vela, mientras se levantaba del octógono en el que se sentó y se puso a recoger sus cosas.

- Hasta el lunes, Instructora Luz de Vela.
Se despidieron los tres alumnos inclinando sus cabezas, mientras la Instructora abandonaba el aula.

Los tres chicos comenzaban a recoger sus pertenencias.

Cieloazul Ibeli, recogió el pendiente del suelo y se lo puso. Miró a Arin, con intención de preguntarle algo, pero no terminaba de arrancar.

Ella era muy orgullosa y no solo nunca iba ella a hablar con un chico, sino que los que la hablaban con intención de ligar con ella, eran completamente ignorados o incluso golpeados.

Y el hecho de poder entrar en la mente de otros, no ayudaba a los pobres muchachos que intentaban acercarse a ella.

Cieloazul Ibeli dudó por un momento, pero cuando vio que Terranova Tautindals no tenía intención de marcharse y no dejaba de observarla embobado, cogió su toga, se la puso y se marchó sin mirar a nadie ni despedirse.

Arin y Terranova Tautindals, notaron un poco rara a la Joven Señorita Cieloazul Ibeli, pero ninguno dijo nada.

- Yo también me voy. Hasta el lunes, Arin.
Se despidió Terranova Tautindals, que también salió a toda velocidad. Debía llevar prisa.

Arin no llevaba ninguna prisa. Iría a buscar las plantas antes de ir para su casa, pero antes de eso.

- ¡Apagar Runas Lumínicas!
Exclamó Arin, que esta vez sí sabía cómo apagar las Runas Lumínicas y salió tranquilamente del edificio, cuando fue abordado.

Arin, se sobresaltó un poco, pero enseguida vio quién le había abordado, era la Joven Señorita Cieloazul Ibeli.

- Arin, yo...
Cieloazul Ibeli, no sabía cómo empezar.
... ¿Cómo has hecho para hacer el 'Aislamiento' con tan solo una semana de clase? ¿Tú... tú... ayúdame a crear el 'Aislamiento'?

Arin estaba estupefacto.

No esperaba, que de repente le dijera algo como eso y no sabía que decirla. ¿Por qué recurría a él, en vez de la Instructora Luz de Vela?

Era la Instructora la que le enseñaba a él, sin su guía y sus consejos, no se le habría ocurrido la manera de crear el 'Aislamiento'.

- La Instructora Luz de Vela, es la que me ha enseñado a mí. Además, se nota que es una persona muy capaz, supo exactamente que decirme, para que yo lo entendiera. ¿Por qué me lo pides a mí y no a la Instructora?
Preguntó Arin, que no entendía por qué se lo pedía a él, si ni siquiera parecía caerle bien.

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