–¡Despierta, Ryūko-chan!
Mako sujetó el extremo inferior de las cobijas de Ryūko y de un solo tirón dejo a su amiga completamente descubierta a la fresca mañana.
–Mmmmm... nooooo –se quejó Ryūko cubriéndose el rostro con la almohada y tratando de encontrar sus cobijas con la mano libre.
–¡Es mejor que te levantes, Ryūko-chan! –insistió Mako con alegría –. ¡Hoy es un día muy importante!
–¡No quiero! –bramó la chica del mechón rojo enderezándose en su futón para tomar la colchas que su amiga le había arrebatado y cubrirse de nuevo hasta la cabeza.
Por un instante, Mako se paralizó por el arranque de Ryūko, pero luego cayó de rodillas y dejo que su peso se desplomara sobre su amiga.
–Ryuuuuko-chaaaan, levántate –se quejo Mako apenas audibles al presionar su rostro contra la espalda de la chica del mechón rojo –. Hay que ir a la escuela, flojita.
–No quiero ir –se escuchó la voz apagada de Ryūko a través de las sabanas.
–Ryyyyuuuukkoo-chaaaaan –masculló la chica de cabello castaño pataleando –. Tienes que ir a la escuela – cuando sus quejas no rindieron frutos, Mako se levantó por unos instantes del lecho de Ryūko para sujetar en brazos a su pug mascota y el conejo negro y carmesí de su amiga–. También Senketsu y Guts quieren que te levantes –agregó dejando caer ambos animales sobre Ryūko, consiguiendo solamente que los tres tomaran posición fetal y siguieran durmiendo –. Mataro también quiere que te levantes –y a continuación tomó a su hermano menor de las axilas y lo dejo caer también sobre su amiga. Ella continuó sin moverse.
–Sabes, Mako tiene razón, eres una holgazana... –comenzó a decir el joven pícaro acurrucándose contra Ryūko.
–Quítate... antes de que arranque la cabeza –lo amenazó la chica sin moverse un centímetro.
–Y... me voy –Mataro obedeció inmediatamente completamente atemorizado.
–¡Ryūko-chan! –la llamó Mako tomando una posición autoritaria con las manos en su cintura –. ¡Vas a levantarte ahora mismo! ¡Hoy es un día muy importante y no puedes evitarlo quedándote en cama! ¡Así que arriba de una vez!
Ryūko soltó un gruñido antes de enderezarse en su futón.
–Como quiera, ya no tenía sueño –soltó la chica con toda la cabellera morena alborotada y una expresión de frustración en el rostro.
Ryūko tenía fuertes razones por las cuales no deseaba ir ese día en particular a la Naniwa Kinman. Justamente esa mañana se celebraría el evento deportivo y cultural de la preparatoria, que realizaba cada inicio de año escolar y como es costumbre, todos los alumnos se encontraban obligados a unirse algún equipo de la escuela. Pero Ryūko, con su actitud anarquista de siempre, se había negado a formar parte de tal diseño y organización desde su primer día en Naniwa Kinman.
Debido a sus notorias habilidades atléticas, muchos de los equipos deportivos de la escuela estaban deseoso que Matoi Ryūko fuera un miembro clave entre sus filas y ante las reglas de no excepciones, demandaron a la joven que se decidiera por uno de los grupos solicitantes. Pero lo que ignoraban, era que nadie podía decirle a la terca Matoi Ryūko que hacer, por lo cual sin importarle las demandas y reglamentos, Ryūko se negó tajantemente en participar en algún equipo.
Fue cuando la atención y exigencias se volvieron hacia Takarada Kaneo, en ese momento presidente del comité estudiantil y represente de su madre, Takarada Hina, en Naniwa Kinman. Todos le pidieron (no amablemente) que hiciera que la chica tomara una decisión, ya que al final de cuentas, él había sido el que sugirió que Matoi entrara en la preparatoria desde un principio.
![](https://img.wattpad.com/cover/227227947-288-k749598.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Remembranzas vivas
FanfictionEn un universo alterno en que no existen las fibras vivas, Ryuko y Satsuki fueron separadas de niñas. Con el cumpleaños dieciocho de Satsiki se revela el mayor secreto que su madre le ha ocultado por años y descubre que la persona que más la detesta...