Ingenua

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Matoi Ryūko miró por última vez la dirección en el papel en sus manos, antes de alzar su vista al enorme edifico frente a ella. El edifico CEO de REVOCs era mucho más impresionante de lo que se imaginaba. Era una gigantesca estructura de acero y cristal que cuyos pisos más altos fácilmente se perdían en el cielo azul. Toda una edificación moderna y tecnológica, donde combinaba la belleza con el futuro.

–Me lo imaginaba de otra manera –comentó Ryūko para sí sin interés, mientras atravesaba las jardineras previas a la entrada del rascacielos.

Las puertas automáticas de cristal se abrieron de par en par, para dejarla pasar al impresionante lobby donde se podía apreciar la estructura principal de la construcción en una bóveda retorcida de enormes y pesadas bigas.

La chica del mechón rojo miró a sus alrededores buscando a la persona en peculiar con la que iba encontrarse ese día, pero le resultaba imposible ya que no tenía idea como era su aspecto.

Unos días después de su extraña noche en el salón karaoke, la vida de Ryūko había retornado nuevamente a la normalidad que ella estaba acostumbrada: Kinagase Kinue y Mikisugi Aikurō regresaron del congreso científico a los departamentos de la universidad con una gran dotación de recuerdos y regalos para todos, la joven mujer estaba muy animada a pesar de seguir enfadada con el padre de Ryūko y su hermano Tsumugu; y Mikisugi actuaba tan depresivo que por los día siguiente no molesto ni por una sola vez a Ryūko, lo cual la chica agradeció enormemente.

En cuanto al otro habitante del departamento, Senketsu, aumentó de peso después de comer toda una bolsa de zanahorias bebes que dejo descuidadamente Kinue en el piso, por lo que la joven del mechón rojo tuvo que poner a su mascota a dieta.

Las clases en Naniwa Kinman regresaron a la normalidad ya una vez finalizado el evento deportivo y Ryūko podía respirar la calma de saber que nunca nadie más la volvería molestar al respecto. Además su reputación y posición en la cadena alimenticia de la escuela nunca había estado tan arriba. Mankanshoku Mako fue de nuevo elegida como un miembro suplente en el equipo de tenis, y respetando el trato con Matoi, las chicas del equipo no descargaron la ira de su derrota sobre la chica de cabellera castaña.

Al igual, que Kinue y Aikurō, Takarada Hina había regresado a Osaka completamente renovada y satisfecha con el trabajo que había realizado su hijo durante el evento deportivo y la propaganda que realizó. Kaneo decidió que sería mejor ocultar a su progenitora toda la verdad sobre la noche que paso en la cárcel, y la ayuda que había brindado Kiryūin Satsuki para liberarlo.

La jefa del grupo Takarada también estaba muy feliz con los resultados del congreso científico, donde su marca obtuvo una nueva categoría al ser un producto inteligente, ecológico y de la mejor calidad, y con ello ganando varios premios como la mejor invención de la presentación.

A pesar de su éxito, Matoi Isshin no tenía nada porque celebrar, sus dos hijas seguían sin dirigirle la palaba, Kinue lo trataba solamente en lo profesional y había abandonado muchas sus labores hogareñas en la mansión Matoi; aunque no lo decía, podía sentir que Kinagase Tsumugu también está resentido con él, debido a que sus actos había provocado un roce entre él y su oneechan. Y para el colmo, el humor deprimente de Aikurō no era el mejor apoyo contra sus problemas. El profesor, nuevamente se volvió un ermitaño en su propio hogar, y poco a poco, su aspecto fue deteriorando.

Los días continuaron con tal monotonía, que comenzaba a aburrir incluso a Ryūko; fue cuando, una semana después de los sucesos en el salón karaoke cuando la chica del mechón rojo recibió un misterioso mensaje. Un tal Nagita Shinjirō le había dejado una nota pegada en la puerta de su departamento, donde le explicaba que requería urgentemente de su ayuda. El desconocido parecía haber presenciado su participación en el festival Yosegaki Himonau que se realizó en primavera y en el evento deportivo de Naniwa Kinman, y le aseguraba estar impresionado con habilidades y le aseguraba que era la única persona que le podía ayudar a descifrar un complot que tramaba el grupo Kiryūin. A cambio le entregaría información crítica que podía ser de su interés.

Remembranzas vivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora