Enfin

72 6 1
                                    

La competencia se había vuelta muy intensa para Matoi Ryūko y se podía decir que lo estaba disfrutando en grande. El desafío era uno de los mayores placeres que podía ofrecerle la vida a la joven del mechón rojo. Después de vencer a la capitana de tenis, Ryūko se enfrentó al equipo completo de voleibol femenil. El grupo de chicas trabajaron en conjunto para dificultarle a Ryūko obtener la victoria y lo estaban logrando hasta que ella descubrió su estrategia y comenzó a eliminarlas una por una. Cada uno de sus saques está dirigido al rostro de alguna de sus contendientes; pronto solo quedo una para retarla, ya que todas las integrantes estaban en la banca con la nariz sangrante siendo atendidas por una malhumorada enfermera.

Los siguientes valerosos en retar a la chica fue el equipo de baloncesto y su principal estrategia se trataba en una combinación de los mejores integrantes del bloque femenil y varonil. Aunque algunos espectadores en las gradas gritaron ante tal trampa, pero Ryūko aceptó de buena gana ansiosa de empezar el encuentro. En los primeros minutos de la competencia quedo muy claro que el excelente plan que había ideado los jugadores tenían un grave defecto; nunca lo habían practicado juntos. No compartían sus pases o no se encontraban en la posición exacta en la cancha, lo cual hizo ridículamente fácil para la chica encestar una tras otra vez frente a la cara atónita de sus rivales y el furioso entrenador que les gritaba a todo pulmón.

Pero lo más ridículo fue lo que sucedió con la mejor jugadora de ping pong de Naniwa Kinman. La joven esperaba aprovecharse de que Ryūko nunca había jugado un partido de este juego antes, pero lo que nunca se espero era que esta superara su defecto, asegurándose que la pequeña pelota de ping pong terminara rompiendo los dientes incisivos de la jugadora experta de la escuela.

Y a como seguía la mañana Ryūko se aseguraba una y otra victoria sin dificultad. Gimnasia, beisbol, raquetbol, etc. No importaba el deporte, Ryūko lo dominaba a la perfección o aplastaba a sus adversarios en el camino. Algunos otros equipos que habían esperado su turno para competir, desistieron al ver el salvaje comportamiento de la joven. Era un espectáculo impresiónate para todos los espectadores que estaban al filo de su asiento ansiosos de ver qué haría la chica a continuación. Eso incluía a una persona en particular en las gradas.

Kiryūin Satsuki sintió una mescla de emociones que nunca había tenido en su vida en un periodo de tan corto de tiempo; aunque su rostro nunca demostró ninguno de ellos. No había sido aficionada al deporte y mucho menos veía lo interesante de observar a otras personas jugar, pero presenciar a Matoi competir de tal manera, no tenía palabras: al principio se sintió exaltada ante la sorpresa de lo buena deportista que era su imooto, después comenzó a preocuparle por los trucos sucios que los otros jugadores intentaban contra ella; pero al ver a la chica del mechón manejar cualquier situación con un buen codazo o rodillazo, pronto dejo de preocuparse para emocionarse con cada victoria de Ryūko.

Inumuta Hōka que estaba sentado a su lado también quedaba muy impresionado de cómo resultaban las cosas para Ryūko; de vez en cuanto soltaba un leve susurro como "Muy buena información" o daba un leve brinco cuando la multitud aclamaba una nueva puntación de la chica.

Pero nadie se emocionaba más que Mankanshoku Mako, quien se había apoderado de un megáfono (nadie sabía cómo) y gritaba atreves de este porras a su amiga. Aquellos que estaban próximos a la chica de cabellera castaña parecía estar fastidiados de sus constantes gritos; en cambio Ryūko, parecía disfrutarlos, ya que se daba su tiempo de vez en cuando para saludarla con una gran sonrisa.

Satsuki, desde su posición podía ver toda la interacción entra ambas chicas y no pudo evitar sentir un poco de envidia al notar tan maravillosa amistad. Se preguntaba si ella y su imooto llegarían tener al algún tipo de relación que involucrara tal nivel de confianza. Satsuki era realista, sabía que le había hecho mucho daño a Ryūko para que esta la aceptara como su hermana, pero al menos esperaba que en el futuro llegaran a tener algún tipo de relación de amistad.

Remembranzas vivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora