48.

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Los niños se están divirtiendo al máximo, con Lucca nos encargamos de jugar con ellos y enseñarles lo que más podíamos. Son unos niños increíbles y amo verlos jugar, tienen una sonrisa en el rostro excepto Kylian, quien se encuentra solo, sentado en una de las mesas, una ola de preocupación viene a mi por lo que me pongo de pie encaminándome hacía él.

-¿Estás bien pequeño?- me siento a su lado y sus lindos ojos azules se posan en mi.

-Si señorita, algo cansado- sonríe.

-Oh lindura, dime Alex- sonrío mientras revuelvo su cabello.

Se queda observándome, sus ojos escanean cada pequeño detalle de mi rostro, luego se acerca y me abraza fuerte. Algo confundida correspondo el abrazo y me siento demasiado bien con ese gesto, siento que debo protegerlo, que ya es alguien importante para mi aunque lo haya visto solo dos veces en mi vida. Un apego inmediato.

-Sabía que eras diferente- murmura.

-¿Cómo dices?- lo separo de mi para ver su sonrojado rostro.

-Nada- sonríe de manera inocente- Hay muchos niños aquí- se sienta a mi lado.

-¿No has venido antes?- pregunto confundida.

- No, tengo cosas que hacer y no he podido- se encoge de hombros.

- Cuéntame- me sorprende la madurez que demostra a su corta edad.

-Además de ir a la escuela, trabajo- su mirada está en el suelo- No tenemos dinero y debo ayudar a mamá con eso, aunque ella se niegue- suspira.

-Eres muy pequeño para eso- se encoge de hombros- Dime ¿En que trabajas?

-En lo que sea, ayudo a las señoras con sus compras, también suelo podar el césped de los vecinos, a veces, cuando no creen que voy a robarles, ayudo con sus jardines, otras hago mandados- suspira- no hay mucho que pueda hacer con mi edad, y aunque soy bueno en algunas cosas, la escuela no enseña mucho- hace una mueca.

-¿Cómo es eso?- interrogo preocupada.

-Van muchos niños a comer y eso hace que haya poco tiempo para nuestra enseñanza. Los cocineros también son nuestros maestros- explica.

Entonces entiendo, Kylian no va a una escuela, sino a un comedor comunitario. Un lugar en donde la gente sin hogar o en mala posición económica manda a sus hijos para que puedan recibir comida y a veces algunos aprendizajes. Siento impotencia al saber sobre esto, que no pueda asistir a una escuela, que tenga que trabajar y no pueda usar ese tiempo para ser niño. Lo ayudaré, ayudaré este niño como sea.

-Entiendo- asiento- ¿Qué hay de tu familia?- veo en su rostro la indecisión, en este tiempo he notado que es solitario y no habla mucho, además de que soy una desconocida para él- Puedes confiar en mi Kylian- me observa por un tiempo y suspira antes de comenzar.

- No tengo una familia completa- noto la tristeza en su voz- Aunque me gusta creer que es una familia, pero pequeña, que solo cuenta con mamá y yo- sonríe levemente pero luego su infantil rostro se torna serio- Él nos abandonó cuando supo que mamá estaba embarazada, tenía otra familia que al parecer era más importante y feliz, y él... solo no apareció- siento una opresión en el pecho, un dolor horrible que no he sentido antes. El niño sacude su cabeza, como queriendo alejar pensamientos de su mente- ¿Y tú? ¿Cómo es tu familia?¿Está completa?- interroga. Sin embargo no sé que decir. ¿Cómo decirle a un pequeño niño que tuve y tengo todo lo que él no? No quiero ni puedo hacerlo- Descuida, estoy bien- sonríe- Amo a mamá y ella a mi, es suficiente- se acerca a mi y toma mi mano- Cuéntame- repite mis palabras y enserio ese gesto hace que se parezca demasiado a mi.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora