36.

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Lucca.

¿Quién era él? Verla abrazada a él hizo que me diera una punzada de dolor en el pecho. No sabía que había pasado, antes de ir a la carrera estabamos bien, sus besos me hicieron suspirar como un idiota pero luego cuando gané la carrera, no vi nada de lo que antes vi en ella. Solo estaba molesta, furiosa y estoy seguro de que Nat tuvo algo que ver en eso. Cuando llegué ellas discutían y luego la amenaza de Alex hacía Natalie me lo confirmó. Algo había dicho o hecho para que ella reaccionara asi, luego desapareció y fui un imbécil después. Aunque muero por ella y por sus besos no puedo obligarla a besarme, jamás la forzaría a hacer algo que no quiera.
Primero verla irse con Zack me hizo arder en celos, ella siempre lo tenía como primera opción para lo que fuera y él estaba mas que dispuesto a hacer lo que fuera por ella. No lo culpo ¿Quién no haría lo que fuera por ella?

Vi a ambos mirar hacia mi dirección, cuando Alex bajo la mirada a mis manos y frunció el ceño noté como mis puños estaban mas apretados de lo normal. Le dijo algo al sujeto quien me miraba con aires de superioridad. Maldito idiota.
Me acerqué a ellos con pasos seguros y la cabeza alzada, cuando el rubio volvió a poner sus ojos en mi, frunció el ceño.

-Cielo- ella volteó a verme, estaba hermosa. Cuando sus ojos se posaron en los míos toda molestia en mi desapareció- ¿Podemos hablar?-

-Claro- el rubio se aclaró la garganta- Eres insufrible - Bufó- Lucca él es Cole, el hermano de Chris. Cole, él es Lucca, mi vecino-

-¿Un vecino que te llama cielo? Raro princesa- me tendió una mano.

-Soy mas que eso- le doy un apretón algo fuerte, por lo que hace una mueca.

Este empezó a reír luego de que lo soltara, claramente burlándose de mi. Me acerco a él para enseñarle que no debe meterse conmigo, menos cuando se trata de ella.
Pero una mano se posa en mi pecho, encima de mi corazón, deteniéndome y relajando todo mi cuerpo. Sus ojos estaban fijos en los míos, respiró profundo y soltó el aire, la seguí, lo hacía para calmarme.

-Deja de reírte idiota- el imbécil la miró asombrado- Es más que eso- esto pareció callarle le boca.

- Iré a tu casa en la tarde, estoy ansiando molestar a tu clon- río para luego besar su mejilla e irse.

Ella me mira, intentando ser indiferente conmigo pero no puede lograrlo. Tomó su rostro entre mis manos y cierro mis ojos apoyando mi frente en la suya. No puedo, no puedo besarla, debo respetarla, respetar su decisión por sobre todo.

-Lo siento - me alejó un poco aturdido.

-Está bien ¿Qué querias decirme?-

Rasco mi nuca, en realidad no tenía nada que decirle más que se ve hermosa como cada maldito día. Solo quería tener su atención, queria que me abrazara aunque odie el contacto físico, el de ella me encanta. He tenido una mañana difícil, unos días difíciles desde que ella se alejó de mi por ser un imbécil. Desde ese día en el que me fui de su habitación. Me sentía mal y quería que me ayudara. La necesitaba.

Le tendí la mano para que la tomara, creí que no lo haría pero lo hizo. Salimos del edificio para sentarnos en una banca escondida tras unos árboles a la izquierda de este.

-¿Qué pasa?- preguntó tratando de ocultar la preocupación en su voz.

No dije nada, me quedé mirando sus lindos ojos, esos que me transmiten paz. La he necesitado tanto, recuerdo que hace tiempo, cuando ella no sabía de mi existencia solía mirarla en mis días malos. La observaba mientras veía las estrellas recostada en el techo, a veces sola, otras con su hermano. Pero verla me daba la tranquilidad que necesitaba, me hacía pensar solo en ella y que todo lo malo se esfumara de mi cabeza. Ahora, que tenia sus ojos mirandome con atención y preocupación, me hacia querer quedarme a su lado siempre, recibiendo su atención.
Los Black han estado discutiendo mucho, eso hacía que mis hermanos estuvieran mal; eso sumando que Jace ha estado con muchos dolores y aunque compré muchas pastillas y hemos hecho todo lo que dice el doctor sus dolores no disminuyen. Me desespera no poder hacer nada, me duele verlo sufrir.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora