22.

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Luego de todo lo que ocurrió decidí volver a casa caminando, necesitaba pensar por lo que le mande un mensaje a Zoen diciendole que me iría sola a casa. Las calles estaban solitarias y silenciosas, todo en un estado sumamente tranquilo. Para cuando llegue habia pasado una hora y mi vecino estaba en la puerta de mi casa esperándome, al verme se levantó rápidamente tomandose el cabello.

-Diablos Alex, estaba preocupado por ti- se acercó a mi.

Rode los ojos cruzandome de brazos, hacía algo de frío.

-Solo queria caminar- me encogí de hombros.

Se quedó mirandome de una manera profunda, como si quisiera ver mas alla. Me escaneaba com sumo cuidado, con atención, sus ojos observaban cada parte de mi rostro. Luego se volteó y tomando su cabello con frustración soltó un gruñido.

Bastante sexy por cierto.

Su espalda estaba tensa al igual que todo su cuerpo.

-Que debate ¿no?- hablé mientras sacaba las llaves de mi bolso y caminaba a la puerta - Acercarse o alejarse para no "lastimar", creeme he tenido esa lucha interna. Sé lo que pasa por tu cabeza en estos momentos Black, se lo que estas pensando- me miraba fijamente- Eres un chico malo ¿no? No eres el unico malo aquí, créeme - abrí la puerta- Yo podria dañarte mucho mas de lo que tú podrias hacerlo conmigo. No conozco tu vida ni tu la mia, pero no soy lo que crees. No intentes protegerme, sé bien como hacerlo- me acerqué -No imaginas las cosas que he hecho ni de las que soy capaz, no soy una princesa. Me gusta el peligro, me atrae- acerqué mis labios a los suyos mientras él posaba sus manos en mi cintura- pero respeto las relaciones- sonreí sobre sus labios y me aleje de él para entrar a casa.

Pasé a la cocina comer algo ya que me habia dado hambre, estaba por calentar una pizza cuando me toman de la cintura y me voltean rápidamente. Esos ojos que tanto me gustaban me miraban serios, sus manos se aferraron a mi cintura y su respiración se mezclaba con la mia. Me acercó más a él si eso era posible.

- Escucha, seré claro. Natalie y yo solo somos amigos, muy buenos amigos desde niños. Y no, no quiero que te acerques a mi pero tampoco puedo tenerte lejos. Sé que soy peligroso, me metí en grandes problemas y no quisiera hundirte conmigo - acarició mi rostro con su mano hasta llegar a mis labios, donde les dio una suave caricia com su pulgar para luego mirar mis ojos nuevamente - Me estas volviendo jodidamente loco pero sé que está ma...- lo callé con un beso.

Pero un verdadero beso, lo besé como jamas habia besado a nadie en mi vida y él me lo devolvió con la misma intensidad, sus manos me presionaron a su cuerpo, su lengua exploró mi boca con desesperación. Mis manos se encontraban alborotando su cabello y atrayendolo aun mas a mi.

Al separarnos por falta de aire mordió mi labio inferior tirando de él suavemente.

-Mierda...- cerró sus ojos fuertemente- Despues de esto no saldrás de mi puta cabeza - gruñó.

-Despues de esto mucho menos- tomé su camiseta y estampé mis labios con los suyos. Lo bese de una forma salvaje, con desesperación y es que el despertaba mucho en mi, mi cuerpo reaccionaba a él al instante, nuestros corazones estaban como locos .

Mi celular sonaba en mi bolsillo, Lucca gruñó acercándome más a él, luego de unos segundos el sonido cesó, pero volvió a sonar por lo que a regañadientes me aleje de él no sin antes dejar una mordida en su labio inferior. Era Hanna.

-¿Qué pasa?- conteste acomodando mi cabello.

-Alex, tenemos un problema - su voz era neutra pero siempre éramos asi, por loque nunca sabíamos que esperar con esas palabras.

-Habla-

-Chris tuvo un accidente- mi mundo se paró. Colgué la llamada y salí rápido hacía la puerta, tomando en el camino mis llaves y mi chaqueta. Salí de casa y me subí a mi motocicleta, Lucca se subió tambien y arranqué hacia la casa de James.

Esto no puede estar pasando.

Aparque fuera de la casa de James y rápidamente entré, Hanna se encontraba en el sofá con la mirada perdida, Zoen y Zack estaban caminando de un lado al otro, Nick estaba sentado en las escaleras con sus manos en la cabeza.

-¿Que diablos pasó?- pregunte firme.

- Fue mi culpa- Hann se levantó tomándose la cabeza - Su madre lo llamó cuando estabamos en la fiesta, volvió a su casa para asegurarse de que todo estuviera bien. Luego le dije que pasara por mi, ya que mi motocicleta está en el taller, lo esperé por un tiempo y como no llegaba tomé un taxi y le indiqué el camino que usamos siempre para llegar, a mitad de camino lo encontré en el suelo, junto a su moto. Alguien lo chocó, el estado de su moto nos dice que asi fue- Hanna bajo su cabeza.

-Levanta ahora tu cabeza- hablé con voz firme, Hanna lo hizo- Hanna, no es tu culpa.  Averiguare quien le hizo esto y lo hare pagar- gruñi- Pero no vuelvas a revelar el camino a este lugar,  es un error de principiante- me aleje y caminé a la habitación que prácticamente era el consultorio de James.

Entré y ahí estaba mi pequeño Chris, a pesar de tener todos la misma edad, siempre lo hemos protegido más, siempre lo he querido como si fuera mi hermano menor. A pesar de solo ser unos meses menor que yo. Su rostro estaba golpeado, tenia varios hematomas, un corte algo profundo en su ceja y otro en su frente. Uno de sus brazos estaba vendado y tenia una venda rodeando su abdomen. Sus ojos estaban cerrados y su pecho subia y bajaba lentamente. James a su lado le inyectaba algo en el suero.

-Es un calmante, tiene dos costillas rotas, un esguince en su brazo, los cortes son algo profundos y ha tenido un fuerte golpe en su cabeza donde tiene ahora tres puntadas- habló profesionalmente.

Esta mierda habia llegado lejos, habían herido a Chris y eso no iba a ser ignorado. Salí de la habitación y cargué mi pistola en el camino poniéndola en mi cintura, salí de la casa para ver a Lucca apoyado en mi motocicleta, había olvidado por completo que él se encontraba aquí.

Se acercó a mi, miró  fijamente mis ojos y tomó mis hombros. Verificaba si estaba bien, y luego me atrajo hacia su cuerpo, me rodeó con sus brazos dandome algo de tranquilidad. Recordé el arma en mi cintura, no quería que él supiera de esto, no quería que supiera la mierda que puedo ser. Lo alejé de mi lentamente, metí la mano en mi bolsillo y saque las llaves de la moto.

-Toma- puse la llave en sus manos, él me miraba confundido- Ve a casa, cuidala- le advertí. Zack salió de la casa y se montó en su moto brindandome un casco completamente negro, lo tomé y luego de ponérmelo me monté detrás de él viendo como Lucca me miraba confundido, antes de partir a toda velocidad.

Sabía que Zack me seguiría, somos bastante parecidos y sé que por su cabeza pasaba lo mismo, ir a buscar a los hijos de puta que habían lastimado a nuestro amigo. Al tomarme de su cintura noté dos pistolas en ella, yo traía una en mi cintura y otra en mi pierna.

Llegamos a una vieja bodega, los Benet y su grupo de mierda estaban aquí siempre. Bajé rápidamente sacando mis armas, Zack hizo lo mismo, a esta hora solo deberían haber 10 imbéciles como mucho. Esto seria interesante.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora