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Alex.

-¿Qué quieres papá?- alzo una ceja en su dirección al verlo en la puerta de mi casa.

Suspira.

-Hija ¿Podemos hablar?- algo en su mirada me dice que no está en su estado bipolar.

-Kylian vendrá en un momento, no creo que sea lo mejor- hago una mueca.

-Vamos pastelito, es importante-insiste.

Abro la puerta dejando que pase, Nick, quién se encuentra en la sala arreglando un aparato alza la cabeza y lo enfoca. Se queda mirándolo por unos minutos, tal vez intentando encontrar algo que esté mal, o algo que no le guste.

-Hola hijo- le dice mientras se acerca a abrazarlo.

Nick odia que lo toquen.

Sin embargo sé bien que mi padre es como un padre para ellos, sé que aunque últimamente él no se ha portado como tal con ninguno de nosotros no le quita mérito.

Así que luego de preguntarme con la mirada si todo está bien, le da un par de palmadas en la espalda mientras mi padre lo saluda.

-Hola Marco- saluda.

-Pasa por aquí- lo invito al gimnasio, ya que siento a ese lugar mi sitio en la casa- Si llega Ky, Reigh lo espera en el patio trasero- le informo y asiente.

Entra observando todo a su alrededor, hay cambios desde la última vez que estuvo aquí. Hemos implementando mejoras que ha fabricado Nick para obtener mejores resultados en nuestros entrenamientos, además de aparatos que marcan nuestros latidos, pulsaciones y todo lo que le permita a James hacer un seguimiento de nuestra salud, ya que para él es imprescindible.

-Si que se toman esto enserio, me enorgullecen- dice mientras toma asiento en un borde del cuadrilátero.

-Vamos al grano, odio dar vueltas papá- lo miro sería.

-Quiero recuperarlos- murmura.

- Papá...- me corta.

-Sé que te he desilucionado pastelito, que he actuado mal y no tengo ninguna justificación válida para eso. Sin embargo quiero que sepas que no cambiaré mi decisión respecto al niño, pero quiero enmendar las cosas contigo, con Matt, Sean y los chicos- murmura.

-Es increíble como quieres enmendar las cosas con todos menos con el niño al cual has abandonado- niego- No puedes pretender que actuemos como padre e hija y dejé que mi hermano, al cual no puedes ni siquiera ver, presencie eso y note como lo desprecias cada vez más. No lo expondré a qué sienta nuevamente tu rechazo.

-Me gustaría que tus hermanos también sean parte de la decisión de darme una oportunidad o no- suspira.

-No estoy tomando la decisión por nadie más que por mi. Matt está en una práctica, debe estar por llegar. Puedes hablar con él cuando desees. Sean no está viviendo aquí así que deberías contactarlo para hablar con él. Pero por mi parte, es un rotundo no-expongo.

Baja la mirada, sé que tal vez esto le esté doliendo y a mi me pasa lo mismo, pero no puedo seguir lastimando al niño que él no fue capaz de reconocer. No puedo hacer que vea que yo tengo un padre y él no cuando se trata de la misma persona. No lo haré.

-Las cosas cambiaron papá, eso que tanto nos enseñaste se ha vuelto mi lema. Y no importa que tenga que sacrificar, que cabeza tenga que pisar ni cuanto o que deba hacer por mi familia. Lo haré- le aseguro-No dejaré a ese niño a la deriva, no volveré a dejar que pase necesidades que no debe porque por suerte puedo darle todo lo que necesita y más aún- lo miro a los ojos- Pienso hacerlo, a ese niño nunca le faltará nada mientras me tenga.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora