32.

2.2K 149 3
                                    

Lucca Black.

Luego de la pelea con Dereck y dejando a Jace dormido, entré a la habitación de Alex y me recosté en su cama.
Recibí un mensaje de Natalie en donde me invitaba a su casa, con obvias intenciones, me vendría bien sacar tensiones y relajarme . Le di una respuesta positiva y cerré mis ojos sintiendo como el aroma de mi vecina me envolvía. Respiré profundo llenando mis pulmones con ese delicioso aroma, sin esperarlo me quede dormido con su imagen en mi cabeza. Desperté por una pesadilla, como de costumbre, ya he perdido la cuenta de las noches que llevo sin dormir, o durmiendo apenas unas horas. Y es que mierda, son años.

El sonido de la ducha llamó mi atención, Alex estaba ahí y no creo que verme dormido en su cama haya sido de lo mas agradable por lo que tomé mi celular para matar el tiempo hasta que ella saliera, he tenido un día de mierda, mi humor no era el mejor y deseaba poder verla. Cuando la puerta se abrió dejándo ver la hermosa mujer que no salía de mi cabeza, le sonreí y dejé el aparato sobre la cama.

-Lo siento, me quedé dormido- mi voz salió más ronca de lo que creí.

-Te veías cansado, decidí no despertarte- se acercó al espejo peinando su cabello-¿Hace cuánto estás aquí?-

-Desde que me despedí de ti y de tu padre, a quien no parezco agradarle- hice una mueca. La forma en la que su padre me observó me recuerda a como ella mira a todos, menos a mi.

-Mi padre es difícil de tratar, gracias a él soy lo que soy- sonrió.

"Lo sé cielo, eres igualita a él"
(...)

Bajé de mi motocicleta recibiendo la mirada de varios estudiantes, entre ellos Natalie quien rápidamente se acercó a mi.

-¿Se puede saber dónde demonios estuviste anoche?- preguntó molesta.

Alcé una ceja en su dirección con seriedad a pesar de que casi se me escapa una sonrisa cuando recuerdo a Alex.

-No quiero ser grosero Natalie, pero no te debo explicaciones - pasé por su lado ignorando su drama.

Los celos se instalan en mi pecho ante la imágen frente a mi y aunque quiero no puedo apartar la mirada de ellos. Zack sostiene a Alex sobre su espalda mientras ella enrieda su cabello en sus dedos, ambos ríen y a pesar de estar rodeados de sus demás amigos parecen estar en su burbuja. Ella ríe tan naturalmente, su cabello vuela con el viento mientras él gira con ella en su espalda, causándole más risas. Una punzada de dolor se instala en mi pecho,  pero sonrío al verla reír así, ella merece ser feliz y yo, aunque me muera por hacer de ella la mujer más feliz del mundo, no puedo con toda esta mierda detrás de mi. Me obligo a apartar la mirada y entrar al edificio que me corresponde, tratando de pasar por su lado sin que me note, lo cual sería más fácil si no estuvieran en la entrada del lugar. Cuando pasó por su lado su olor me embriaga, dandome deseos de quedarme y abrazarla, abrazarla para que ella me elija entre tantas buenas opciones. Porque sé que Zack es buen chico, y sé que la cuidaría, aunque tenga presente que yo lo haría con mi vida también.

Sin saber como exactamente, nota mi presencia pese a que estaba siendo lo más cauteloso posible, y toma mi mano firmemente mientras me mira confundida. Por estar en mis pensamientos no noté cuando se bajo de la espalda de su amigo y se colocó a mi lado.

-¿Qué pasa Lucca?- interrogó curiosa.

¿Por qué seguía mirándome con sus ojitos brillantes teniendo mejores opciones qué yo? ¿Por qué dejo de divertirse por venir a mi encuentro?

Mi mirada recorrió cada parte de su rostro, cada centímetro de él con sumo detalle. Sin dudas era un ángel , mi ángel, aunque más que eso ella era mi cielo entero. La expresión de preocupación en su rostro me decía que sabía lo que pasaba por mi cabeza. Aún con mi mano en la suya, me arrastró detrás del edificio, donde nadie podía vernos ni oírnos.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora