-¿A que fuiste a Italia?- le pregunto mientras vemos las estrellas.
Estamos en su lugar favorito, ése lugar cerca del lago.
-Debo contarte mucho antes de llegar a esa parte- hablo mientras jugaba con mis dedos. No dije nada, no quería presionarlo ya que sé lo difícil que es.
-¿Por que no hacerlo ahora?- habló nuevamente y lo observé con atención- Bien, como sabes mi nombre es italiano ya que soy de Italia. Los Black no son mis padres biológicos, tanto como Dereck y Jace no son mis hermanos de sangre. Me adoptaron cuando tenia 8 años, en un viaje que ellos hicieron a Italia, me encontraba corriendo por un callejón siendo perseguido por unos mafiosos que querían matarme. Cuando salí del callejón tropecé con Kathe y me llevaron al hotel en donde se hospedaban. Gracias a un investigador privado se enteraron de que era el hijo de uno de los mafiosos más peligrosos del mundo y que me daban por muerto. Al parecer los imbéciles que me seguían dijeron que me habían asesinado. Los Black quedaron consternados con lo sucedido, mucho mas al saber que solo tenia 8 jodidos años y habia escapado de la muerte, con esa edad sabia tantas cosas, cuando comencé a caminar el idiota italiano ya me enseñaba todo lo necesario para ser poderoso, para seguir su legado - miraba hacia adelante recordando. Posé mi mano en su hombro dándole un apretón.
Narra Lucca.
Ella es la primera a la que le cuento mi historia, y me hacía sentir bien, cómodo. Me puse de pie tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse, caminamos hasta la orilla del muelle para luego sentarnos en este.
- Aprendí a pelear, todo tipo de defensa. Artes marciales y boxeo desde que tengo memoria. El Italiano solo me golpeaba, para que aprendiera a defenderme las primeras veces llegué a desmayarme por sus golpes- tomé el borde de mi camiseta y la subí - Me apuñaló cuando tenía 6 años- tenía una marca en el lado de mi abdomen- Recuerdo que el dolor era insoportable y perdí mucha sangre, no me ayudó, solo dijo que debía haberlo esquivado. Uno de sus hombres me puso unas puntadas sin anestesia- bajo mi camiseta y tomo su mano para guiarla hasta la parte trasera de mi cabeza - Me golpeó con un bate a los 7, pensé que se habían metido a la casa y bajé a ver, no iba lo suficientemente atento, ya que cuando me golpeó me dijo que la distracción acaba en desastre, era otra de sus jodidas pruebas- negué recordando. Ella me miraba con atención, besando mi hombro para darme confianza y fuerza. Ella si me entendía y valoraba lo que le contaba, valoraba cuando me abría a ella y la dejaba entrar- Cuando me mudé aquí, te vi jugando con unos niños en el jardín. Llevabas una pequeña chaqueta de cuero con unos jeans, recuerdo que estabas sobre uno de ellos con tu rodilla en su cuello- ella río.
-Era Zack- sentí una opresión en el pecho al saber que lo besó.
- Conocí a Dereck cuando llegué, tenia 6 años y le encantaba jugar basketball. Recuerdo que Kathe me dijo que pasara lo que pasara, viniera de donde viniera era su hijo, de ambos y que ese pequeño era mi hermano, que daba igual la sangre, ellos eran mis padres y ese niño mi hermanito. Nunca tuve un hermano, y prometí cuidarlo de todo- sonreí - La diferencia estaba clara, Dereck es parecido a ellos y yo nada en lo absoluto, pero nunca hicieron algún tipo de diferencia. Jace era el mas pequeño, tenía 4 años, cuando me acerqué a conocerlo sonrió y saltó a abrazarme- amaba a Jace- Lo cargué y era tan pequeño, tan inocente que prometí nunca dejar que nadie lo lastimara, jamás. Sentí un tipo de conexión especial con él. Los Black comenzaron con sus viajes de negocios dejando al pequeño Jace a mi cuidado, por lo que básicamente lo crié yo al igual que a Dereck. Mis hermanos jamás me trataron diferente, ni siquiera me sacaron a relucir que yo no era su sangre, yo por otro lado nunca les conté mi pasado, quiero mantenerlos alejados de toda esta mierda- ella asentía comprendiendo.
-Hago lo mismo con Matt- me acomodé frente a ella tomando sus manos para dejar un beso en ellas, alentandola a continuar- Mi padre desde que eramos pequeños entrenó a mi hermano, decía que él debería saber como protegerme, pero yo también quería protegerlo, por lo que cada vez que mi padre le enseñaba yo veía por la ventana imitándolos en mi cuarto. Un dia mi padre me vio y decidió enseñarme también. Era buena- sonrió con suficiencia- mi padre estaba orgulloso de lo que podía hacer. Cuando ambos sabíamos todo tipo de lucha cuerpo a cuerpo, nos enseño a disparar. Cuando Matty le preguntó por que debíamos saber eso, él respondió que era bueno saber de todo. Mi hermano no quiso hacerlo ya que comenzó a salir con sus amigos o chicas. En cambio yo, lo hice, aprendí a manejar todo tipo de arma. Me gustaba eso, me gustaba la adrenalina que provocaba y mientras mejor lo hacía mas me gustaba- sonrió.
-¿Por que Zack tuvo que enseñarte entonces?- pregunté recordando que la habia visto practicar con él muchas veces.
- Por que Zack sabe pelear de ambas formas, pelea limpiamente y sabe como pelear de manera sucia como suele ser en las peleas ilegales. Yo era buena, pero Zack era mejor que yo, por lo que él me enseñó lo que me faltaba saber, y me hizo la mejor. Entrenamos juntos desde pequeños por oo que básicamente peleamos igual y nos complementamos bien- asiento entendiendo- Mis amigos tambien fueron entrenados de la misma forma, nuestros padres querian prepararnos para el mundo. Cuando tenia 14 años entraron a mi casa,unos seis hombres con la cara cubierta y armas en sus manos, casualmente ese día los chicos estaban en casa ya que solían quedarse a dormir en mu casa. Matt había ido a una fiesta y mis padres estaban en un viaje de negocios, sentimos ruidos abajo y todos nos pusimos alerta. Mi padre habia puesto un arma en mi habitación por algún caso de emergencia, como un robo, por lo que la saqué para ponerla en mi cintura. Hann tenia cuchillos, Zoen una pistola al igual que los demás...-
-¿Hanna tenía solo cuchillos?- la interrumpí, ella río.
-Oh si, es jodidamente buena- sonrió orgullosa -Logramos sacar a los hombres de la casa gravemente heridos, sobre todo al que le di un tiro en el abdomen. Dias despues supe que murió. Maté a una persona a los 14 años- sus ojos estaban perdidos, pasé mi brazo por su hombro para atraerla mi cuerpo- Luego comenzamos a pelear y correr clandestinamente, amamos la adrenalina y deja dinero. Matt no sabe nada de esto, solo sabe que peleo o corro a veces pero no sabe de mis problemas-
-¿Quién es Aarón Bradley?- pregunté.
-Era socio de mi padre y también un gran amigo suyo. Tiene una enfermiza obsesión conmigo, intento aprovecharse de mi y lo dejé inconciente en el salón de mi casa. No se esperaba que supiera todo lo que sé y creyó que sería fácil. Mi padre además de golpearlo hasta mandarlo al hospital, le puso una orden de restricción. Sé que es él quien manda las notas por medio de los Bennet u otros, ya que él no puede acercarse. Estuve investigando y se encuentra con su esposa, que es jodidamente parecida a mi, lejos de aquí- finalizó.
-Los ayudaré- no iba a dejar que se metieran con ella.
-Tú ocupate de tus problemas, yo puedo encontrarlo- sonrió maliciosa.
-Los ayudaré, está decidido- ella rodó los ojos a lo que yo sonreí.
(...)
Alex.
Me saqué el casco completamente negro mientras Lucca hacía lo mismo. Apoyé mi dedo en la pantalla de la puerta haciendo que esta se abriera y pudiéramos pasar. La sala estaba completamente vacía.
-Sientate- ordené mientras caminaba hacía el baúl. Saqué una Glock y una escopeta recortada calibre 12 para ponerlas en la mesa frente a Lucca, quien las miro con asombro y confusión. Tomé la Glock y me enfrente a él - Nada de lo que pasa aquí, sale de aquí. Si vas a estar con nosotros no perdonamos traiciones y este lugar es absolutamente secreto, asi que amiguito- besé el caño de la Glock -Mantendras tu boca cerrada- tomé la escopeta- Si alguno de mis amigos sale herido, aunque sea mínimamente, por tu causa, no te gustará - dejé las dos armas sobre la mesa con un golpe- ¿Entendido?- vociferé.
Sabía que no era capaz y confiaba en él pero debía hacerlo. Dejar claro que con Alex Brown y mis chicos no se juega.
-Entendido- dijo seriamente - Confía en mi-
-Oh créeme amigo, si no lo hiciera no estarías aquí - Zack entró a la sala. Todos estaban en el gimnasio para dejarme a solas con él.
-Justamente por que confío en ti estas aqui- hablé mientras veia a Zack limpiar la escopeta con adoración- Zacky quiero luchar- lo vi maliciosa.
-Oh si cariño- guardó las armas y se encaminó a mi- Luego de ella vas tú Black, prepárate - sonrió malvado.
Esto sería interesante.
~•~•~•~•~•~
¡Hola! Me disculpo por la demora y me gustaría saber si les gusta o que opinan de ella.
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Contrarreloj
RandomAlex es sinónimo de peligro. ¿Su vida? Una carrera contrarreloj contra la propia muerte. Ella es la reina y pondrá a sus pies a quien se lo proponga. Así tenga que poner el mundo a arder. Carreras contrarreloj con la vida. Victorias por montones. ¿P...