Contrarreloj

62.

Dereck Black.

Nunca imaginé que terminaría aquí, en la sala de espera de un consultorio esperando comprobar si la chica a mi lado estaba embarazada. Pero aquí estaba, con un brazo sobre sus hombros, dándole apoyo y seguridad mientras las mujeres de ahí nos miraban con desaprobación y murmuraban cosas como que eramos muy niños para estar ahí. Noto que los murmullos son menos disimulados y más descarados. Jenn se esconde en mi pecho incómoda.

-Disculpen señoritas, pero es de mala educación opinar sobre la vida de gente que no conocen. Les agradecería que dejen de cotillear sobre nosotros y dejen a mi chica en paz- hablo con educación pero firme, ya que hablaban cosas horribles de ella.

Todas se miraron antes de quedarse en silencio.

- Dereck y Jenn Black- llama una mujer de unos cuarenta años.

Ambos nos ponemos de pie, Jenn sonrojada porque la nombraron con mi apellido. Se aferra a mi cuando entramos al consultorio, intento sonreírle para calmarla pero hasta yo estaba jodidamente nervioso.

Vamos Dereck, es hora de ser valiente.

-Bueno, cuentame que sucede Jenn- le habla a mi amiga.

-Yo...- ella me mira pidiendo ayuda con la mirada.

-Tiene un atraso, tiene muchas náuseas y está demasiado sensible- explico por ella.

La doctora sonríe en mi dirección y se acerca, se inclina a Jenn y toma sus manos.

-Tranquila cariño-le sonríe- Haremos una prueba para salir de la duda y te guiaré luego de eso- la mira con ternura.

Ella asiente y la doctora vuelve a su lugar.

-¿Qué edad tienen?- pregunta.

- Dieciocho- responde Jenn.

-Bien ¿Hace cuanto fue?- nos pregunta, más directamente a mi. No supe que decir pero la voz de Jane me salva.

-Dos semanas, quizás tres- murmura.

La doctora nos mira a ambos y parece entender la situación. Esboza una pequeña sonrisa en mi dirección antes de anotar unas cosas más.

-Bien, ven conmigo pequeña- le habla mientras se dirige a la camilla, donde prepara la jeringa para sacarle sangre. Al ver que ella no se mueve de su lugar, toma mi mano con nerviosismo, la doctora Patrick vuelve a hablar- El posible papá puede venir también- sonríe.

Papá, que raro suena.

Nos acercamos y luego de que hiciera su trabajo salimos a la sala de espera del lugar. Comienza a caminar de un lado al otro, nerviosa, luego voltea a verme.

-¿Qué haré si da positivo?- su voz tiembla.

-Que haremos- corrijo- Lo resolveremos, tranquila, no te precipites-

La sostuve en mis brazos hasta que nos llamaron para decirnos los resultados, por lo que averigüé, era una clínica muy eficiente, por lo que los resultados estaban listos bastante rápido. Volvemos a sentarnos en las sillas delante del escritorio, la doctora Patrick tiene unos papeles en sus manos.

-Bien, aquí están los resultados- nos lo extiende.

Lo tomo al ver que Jenn no lo hará, los leo con mi corazón latiendo desenfrenadamente. La miro a los ojos cuando acabo, aún el miedo rondaba mi cuerpo.

-No lo estás- murmuro.

-Así es, Jenn no estás embarazada- vuelve a hablar.

Suspiro, soltando el aire que no sabía que estaba reteniendo. Ella sonríe levemente.