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Dereck.

Me adentro en su habitación cuando me da la auorización de hacerlo luego de haber golpeado su puerta.

-¿Qué está pasando Lucca?- me cruzo de brazos apoyándome en su escritorio.

-Nada de lo que deban preocuparse- me mira seriamente desde su lugar en la cama, donde se encuentra sentado con su guitarra, tocando algunos acordes.

Por su postura, su mirada y la manera en la que su cuerpo se tensa sé que será difícil, esta conversación será complicada porque no está dispuesto a hablar de esto.

-Golpearon a Jace, Lucca- toco esa fibra sensible para ver su reacción, es justo la que esperaba- Y sé que sabes que fue lo que pasó.

Se pone de pie dejando el instrumento en su lugar para luego caminar ordenando su espacio sin mirarme, sé que me oculta algo pero también sé que no podré sacarle nada que no quiera decirme, por eso debo abordar el tema con inteligencia, hacerle entender que no está solo.

-Mantenernos en la ignorancia para protegernos ya no está funcionando- niego, haciendo una mueca.

Sé que hay mucho que no sabemos, que hace más por nosotros de lo que parece a simple vista.

-Lo sé Dereck- gruñe, intentando buscar una salida que no sea la de decirme la verdad.

No puedo dejar que piense en otra alternativa.

-Si me dices que es lo que está pasando puedo ayudarte a mantener a todos a salvo- presiono un poco más, me mira de soslayo por mi insistencia, pese a ello, no me detengo- Ya he crecido Lucca, no tienes que hacer esto solo.

Deja de mirarme para posar sus ojos en un punto en el suelo, su cuerpo está cada vez más tenso.

-Es mejor que no lo sepan, créeme- zanja, negando con la cabeza, descartando en su mente la idea.

-Lucca, puedo con esto. Jace no necesita saberlo pero yo sí, para poder protegerlo a él cuando no estés y acompañarte a ti- lo miro seriamente- Lo que sea que digas, no saldrá de aquí. Lo juro.

Lo sopesa, tal vez considera si tengo la madurez suficiente para saberlo, tal vez se replantea si hacerlo sería la mejor opción. Sea lo que sea que pase por su cabeza o salga de su boca, seguiré aquí, siempre como él lo estuvo para mi. Porque es mi hermano y lo amo, lo apoyaré en todo sin dudarlo un segundo.

Me mira fijamente por unos minutos en los que le mantengo la mirada, demostrando que no pienso flaquear y que en verdad estoy con él.

-Sólo puedo decirte que tengo un trabajo peligroso- murmura- Trabajo con la policía Dereck, tengo muchos enemigos- no me mira, mantiene su vista lejos de mi mientras intento procesar sus palabras- No estoy seguro, pero tal vez fue mi culpa lo que le pasó a Jace.

Lucca trabajando con la policía si es algo que no esperaba, tal vez porque jamás le vi algún interés en eso o porque su carrera no es esa. Pero si lo pienso con cuidado, no es imposible, su manera de saberlo todo, sus influencias, la seguridad que siempre coloca en casa, su manera de pensar y de entrenar tal vez.

Todo es un tal vez en mi cabeza ahora pero lo ignoro cuando la culpa en su voz me hace suspirar.

-No es tu culpa- lo miro cuando alza la cabeza para verme- Sé que destruirías el mundo por nosotros y te recuerdo que fuiste quien nos enseñó a pelear, gracias a eso Jace pudo defenderse y salir bien de todo eso. Si no fuera por ti, no estaríamos aquí- alzo los hombros- Hermano, así me dijeras que eres un asesino a sueldo o una bailarina te apoyaría, siempre. Te ayudaría a ocultar un cadáver sin hacer ni una pregunta si me lo pides tú.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora