Contrarreloj

SEDUCCIÓN PELIGROSA (Parte 2)

- Siéntete en casa- le sonríe Alex, es la primera vez que la invitan a una reunión como esta en su casa y con los suyos. Kira le sonríe en agradecimiento mientras la sigue a la sala, dónde cada uno se ha acomodado en los sofás, todos actúan normal con ella ahí, haciéndola sentir cómoda. Nick toma un rumbo diferente, intenta subir las escaleras pero su voz se lo impide.

-¿Te sientes bien?- pregunta con preocupación.

Asiente rápidamente antes de seguir subiendo, no por ser un cretino con ella, sino porque sabe que si está un segundo más a su lado no podrá controlarse, la droga aún sigue en su sistema además de las ganas que tiene de besarla.

-¿Quién eres preciosa?- Nick detiene su paso al oír el tono seductor de Matt.

Ella alza ambas cejas ante su descaro.

-Yo...-

-Viene conmigo- dice seriamente el chico oscuro, baja hasta ella y toma su mano para dirigirse con la  castaña escaleras arriba.

-Podrías al menos presen...

-Cierra la boca- gruñe Nick con dolor de cabeza y de otra zona, que empeora con Kira haciendo contacto con su mano.

Vaya que esa maldita droga tiene efecto.

Y sumado a lo que ella normalmente provoca en Nick es una mala combinación.

Una vez arriba camina en silencio y abre la puerta de su habitación invitándola a pasar.

¿Es mala idea sabiendo el hambre que siente por ella en estos momentos? Sin duda lo es.

¿La dejaría con Matthew acechándola? Ni de coña.

Ella entra en silencio, dejando su aroma en el aire cuando se adentra en el cuarto, de repente Nick es consciente de todo lo que jamás le ha importado, como la oscuridad en la habitación, el silencio dentro de ella que deja oír los suspiros de la chica, sus aromas mezclándose. Y sobre todo, el simple hecho de que ella esté aquí.

Él jamás deja que nadie entre en su habitación.

-Es...muy tú- dice recorriendo la habitación.

-Y eso es...- murmura.

- Increíble en mi opinión- dice sincera- Me gusta como eres- habla sincera como de costumbre.

Él se apoya en la puerta mientras la contempla, se maldice una y mil veces por desearla de la manera en la que lo hace cuando juró alejarse para que ella sea feliz. Pero es algo inevitable, algo que lo envuelve sin siquiera darle la oportunidad de intentar evitarlo, Nick no es un hombre que siente de más por las mujeres con las que está, normalmente se alejaría y ya, pero Kira es...diferente. Desde el principio lo supo, él no podía irse luego de haberla tenido, no fue capaz de dejarla y hacerla sentir  usada, no podía hacerla sentir un polvo de momento. La primera vez que Kira se entregó a él se mantiene fresca en su memoria, como sus ojos brillaban esa noche, como lo veía, de esa forma tan envolvente que le elevaba el maldito ego, ella lo miraba como si él fuese un hermoso ángel, cuando en realidad siempre fue el malo de la historia, él es el demonio que amenaza con consumirla. Esa primera vez él la contempló, la acarició y disfrutó como nunca lo había hecho con nadie,  y cuando todo acabó no se fue, ella se quedó dormida en su pecho y él solo pudo verla dormir, sintiéndose incapaz de irse. Por alguna razón no podía, ella insistió tanto por él, como nadie nunca lo había hecho, no podía ser un hijo de puta con ella.

No lo merecía.

Y las noches que le siguieron a esa fueron de la misma manera, todo terminaba con él viéndola dormir y maldiciéndose porque sabía que tarde o temprano la rompería si seguía con ese juego peligroso, él sabía que ella acabaría con el corazón roto si llegaba a enamorarse de él.