12.

3.2K 206 4
                                    

Era bueno, era rápido y ágil. Ninguno de los dos habia caído aún y llevábamos tiempo luchando.

-Ven, tomemos algo- caminé a mi casa seguida por él. Estaba en silencio y es que desde que llegó ha estado así. A pesar de ser muy caballeroso y educado es distante y frío.

Saque de la nevera dos botellas de agua y le lancé una que atrapo ágilmente. Sus reflejos eran bastante buenos.

-Eres buena-

- También tú- di un sorbo a la botella.

-¿Cómo estas luego de lo ocurrido? - sabia que se refería al accidente.

-Bien, siempre he tenido una buena cicatrización y buena tolerancia al dolor. Eso lo hizo mas llevadero-

-Fue un golpe duro- se pasó las manos por el cabello.

-¿Que hacías aquí ese día?- mencioné al recordar verlo cuando desperté.

- Le ganaste limpiamente a Nat y Zoen corrió de igual manera, no me pareció justo por lo que quise asegurarme de que te encontraras bien. Fuiste muy valiente.- su mirada se encontraba en el suelo.

-Nunca dejaría que nada le pasara a mis amigos-

Él me miró por un instante, su mirada me pareció dulce pero rápidamente volvió a ser la misma mirada dura de siempre. Lucca era todo un misterio, un misterio que me interesaba descubrir. Habia cierta atracción entre nosotros, nos mirábamos a los ojos sin darnos cuenta que nos acercábamos, estabamos a escasos centímetros, podía sentir su respiración y sus labios se veían cada vez mas deseables. Su mano se posó suavemente en mi cintura, como si fuera a romperme en cualquier momento, su mirada bajó a mis labios y lamió los suyos. Subí una mano para pasarla por el suave cabello de su nuca cuando un portazo nos hizo separarnos. Salí de la cocina enfadada con quien nos interrumpió cuando un pequeño niño se apoyaba en esta normalizando su respiración. Lo mire extrañada, sus ojos eran de un color azul muy parecidos a los mios, su cabello negro como la noche estaba despeinado y respiraba agitadamente.

-Lo...siento- su voz salia entre cortada tratando de normalizar su respiración- Lamento haber entrado asi a su casa, no fue mi intención molestarla. Unos niños mayores que yo querían golpearme y fue lo primero que se me ocurrió. Lo siento- habló rápido, estaba nervioso.

Miré a Lucca que tenia su mirada puesta en el niño confundido.

-Esta bien pequeño, no te preocupes- este niño despertaba algo en mi- Toma un poco de agua- le pasé mi botella.

-No se preocupe, ya fue mucha molestia meterme así a su casa- hablo sonrojado.

Sonreí con ternura.

-Ya te dije que no te preocupes, toma- insistí con la botella hasta que la tomo y le dio un largo sorbo- ¿Como te llamas?- sonreí.

-Soy Kylian- me tendió una mano.

-Alex- estreché su mano con una sonrisa.

Kylian desvío su mirada a Lucca y soltó rápidamente mi mano.

-Kylian él es Lucca, mi vecino- lo presenté.

-Hola chico- Lucca revolvió su cabello.

-Fue un placer pero debo irme, lo siento Alex por meterme así a su casa. No volverá a pasar. Lo siento- volvió a disculparse- Adios- abrió la puerta y salió no sin antes mirar a los lados.

-Eso fue raro- hablo el chico a mi lado.

-Lo fue, pero parece un buen niño- caminé de nuevo a la cocina- ¿Tienes prisa?- mire sus lindos ojos.

-No realmente pero no quiero incomodarte, me voy- acomodó su cabello y se deshizo de la botella vacía.

- No incomodas ¿Te apetece algo de cenar?- dije mientras revisaba lo que habia para cocinar- Haré espaguetis- sonreí.

- Me quedaré pero voy a ayudar-

Cocinamos juntos en silencio, era algo que al parecer no nos molestaba, el silencio con él no era incómodo mas bien relajante. Cuando acabamos cogimos un plato cada uno y fuimos al sofá para ver una película.

-No sé tú pero las películas románticas no son mi estilo- le hable mientras buscaba- Las de acción o terror son mis favoritas- sonreí al encontrar "El conjuro". Lo oí susurrar algo pero rápidamente habló.

-Por mi esta bien, también me gustan de ese tipo -

Comimos en silencio observando la película, cuando ésta iba por la mitad la puerta fue abierta por Matt quien saludo a Lucca y luego se metió en su habitación. El chico a mi lado no hizo preguntas y continuó con la vista en la televisión. Cuando la película acabó, él tomo sus cosas para irse y yo lo acompañé a la puerta.

-Fue agradable pasar el tiempo contigo- me dio una leve sonrisa.

-Lo mismo digo- sonreí un poco.

Su mirada se encontraba en mis ojos como debatiéndose como despedirse.

-¿Puedo?- sonrió señalando mi mejilla. Asentí encantada por su linda forma de ser, por su caballerosidad. Se acerco lentamente y posó sus labios en mi mejilla demorando un poco de tiempo en apartarse para luego sonreír y darse la vuelta para caminar a su casa.

-Descansa- dijo mientras se alejaba.

-Tu igual-

Cerré la puerta recargándome sobre esta soltando un suspiro.

Estaba mal.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora