Capitulo Nº17

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Narra Greta.

El gran día de la boda de mi mamá y Alejandro se iba acercando, las cosas con Christopher no han mejorado, después de su resfriado volvió a comportarse como lo solía ser conmigo, Lili y yo hemos reforzado la confianza y eso es un logro más para mi madre, ya que me lo recuerda todos los días de mi vida, Alejandro sigue siendo el, se comporta muy lindo con mi madre y conmigo de igual forma, y eso está haciendo que sume puntos hacia él.

En la escuela me va un poco mejor u mis clases de matemáticas ya no es tormentoso como solía ser estos últimos días, Zabdiel está pasando tiempo con Audrey de seguro esa rubia si le cautivo a mi esbelto amigo.

Estamos en clases de historia, es nuestra última hora por hoy día, la profesora nos da diez minutos para formar pareja de dos para hacer el trabajo que nos dejara para dentro de una semana. Como siempre escogí a mi amigo.

Zabdiel: Pensaran que no tenemos amigos. –comento mi amigo sacando su teléfono.

Greta: No tenemos. –lo confirme.

Zabdiel: Kurt y Jane son nuestros amigos.

Greta: Si, pero ellos van en el aula de Christopher.

Zabdiel: Cierto. –mi amigo formo un puchero y aun mirándome. –me vas a odiar, pero no voy a poder irme hoy contigo. –abrí mi boca indignada. –Audrey me invito a un helado después de clases, así que me iré con ella, me perdonas.

Greta: yo te compro tres. –dije y Zabdiel solo sonrió. –Acaso me vas a dejar a mí por ella.

Zabdiel: Ni loco. –dijo autónomo. –Solo que Audrey es muy dulce conmigo. –mi amigo pone ojos de cachorrito por lo cual sonreí, nunca había visto a Zabdiel tan enamorado como esta de Audrey.

Greta: Esta bien. No me enojare con el único amigo que tengo.

Zabdiel: Gracias chiquita... -mi amigo me abrazo y dejo un beso en mi frente. –te prometo que te recompensare.

Greta: Eso esperaba escuchar. –giñe el ojo.

La clase termino y como Zabdiel me lo dijo se fue Ashley, fui por Lili a la puerta y ella y Christopher estaban esperándome.

Lili: Greta, mi papá no vendrá por nosotros.

Greta: Esta bien, vamos caminando. –Lili toma mi mochila y se le da a su hermano por lo cual él puso una cara muy extraña.

Lili: Se amable, somos mujeres. –comento por lo cual yo sonreí.

Lili tomo de mi brazo y caminamos juntas, Christopher iba detrás de nosotras, era un poco extraño ya que el debería ir con Lili y yo bueno junto con ellos. Lili me hablaba que hoy pediría permiso a Alejandro para ir a la casa de su amiga, y ella espera que yo convenza a Alejandro para que la deje.

Llegamos a casa, mamá había dejado el almuerzo listo, así que yo me lavé las manos y empecé a poner a cada uno en sus platos para que almorzáramos. Lili fue la primera en terminar y me aviso que ira hacer sus tareas, Christopher no había comido aun, ya que solo la pasaba en su teléfono, termine mi almuerzo y levante los platos de Lili y míos, los lave y acomode, me secaba las manos con una toalla de papel y luego la bote en el cesto de basura.

Greta: No tienes hambre. –pregunte. Christopher no dijo ni una sola palabra y seguía tecleando su teléfono, así que no dije nada más y me retiré de ahí, subí a mi habitación y empecé hacer tarea, prendí la computadora y empecé buscar una investigación que tengo pendiente, hice lo que debía que hacer y escuché la voz de Alejandro en mi habitación.

Alejandro: ¿Christopher no llego con ustedes?

Greta: Estaba en el comedor.

Alejandro: No esta, lo llevo buscando por una hora.

Greta: En su habitación.

Alejandro: Tampoco está.

Greta: Debe a ver salido hacer alguna tarea con algún compañero.

Alejandro: Espero que sea eso, gracias Greta.

Alejandro salió y si no lo conociera podría asegurarme que está muy enojado con Christopher. Deje toda mi tarea lista para mañana, baje a la sala y ahí estaba Alejandro con mi mamá mirando un programa en el televisor, Lili estaba con ellos. Me supuse en mi cabeza que el permiso que Lili quería ya no se lo iba a decir a Alejandro ya que tiene un genio de los mil demonios y le negaría el permiso que Lili quería.

Me senté con ellos a ver lo que ellos estaban mirando, miré el reloj de la pared y eran las cinco de la tarde, Alejandro no paraba de mirar su teléfono para saber de su hijo, pero no daba señales de vida. Cinco y cuarenta seis el teléfono de la casa sonó, Alejandro fue el primero en atender, pero lo colgaron, por lo cual maldijo e voz baja.

Seis y diez de la tarde mi teléfono vibro en mi chaqueta, y luego el tono de llamada, mire la pantalla encendida y era un número desconocido, por lo cual conteste.

Antes de pronunciar un "Alo" la otra persona de la línea se apresuró en hablar.

X: Greta por favor no cuelgues soy yo Christopher.

Entre-nosotros //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora