Capitulo Nº 52

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Narra Greta.

Esta vez no le di asunto y volví abrir la puerta de mi habitación para que el salga, pero no el no hizo nada por salir.

Greta: Vete. –comente y le indique la puerta.

Christopher: No, cierra esa puerta. –él se levantó y se fue hacia la ventana. - ¿Dónde estabas?

Greta: Vete de mi habitación. –grite. El me regreso a mirar confundido.

Christopher: Lo se lo sé, me porte como un idiota hoy lo lamento.

Greta: Te dicho que salgas de mi habitación ¡ahora!

Christopher: Deja tus chiquilladas y cierra esa maldita puerta. –grito.

Greta: Oblígame. –lo rete. El camino hacia mí y tomo la manija de la puerta y el cerro. – ¿Qué quieres?

Christopher: Hablarte, no es obvio. –me miro.

Greta: Yo no quiero hablar, solo lárgate de mí habitación.

Christopher: Basta Greta...tú no eres así.

Greta: Si, no soy así porque fui muy estúpida al estar preocupada por ti.

Christopher: Lo lamento. –tomo de mi quijada. –tengo un problema. –camino por la habitación. –no pensé que eso iba afectar a Norma y a mi papá.

Greta: Que problema tienes.

Christopher: Solo lo único que debes saber es que tengo un problema que lo resolveré pronto. –voltee los ojos dejándolos en blanco.

Greta: Bien, arregla tu problema lejos de mí.

Christopher: ¡Hey! –me miro. –te pedí una disculpa ¿Qué más quieres?

Greta: Que te vayas de mi habitación. –me cruce de brazos y el asintió.

Christopher: Esta bien...me iré. –caminó hacia la puerta. –Descansa. –susurro.

Salió de mi habitación y yo cerré la puerta, me senté en el filo de mi cama mirando hacia la puerta y pensando en lo que me había dicho Erick.

...

Después de un mes que ha paso el mal carácter de Christopher sigue en su vida cotidiana, él y yo volvimos hacer lo que éramos al principio nada, el pasa en sus asuntos y yo en los míos, Zabdiel y Audrey siguen juntos y yo sigo conociendo a personas, Richard el amigo de Christopher lo visita en casa todas las noches, Alejandro y mi mamá tiene una vida tranquila después de aquel imprevisto. Y Lili ella es la más tranquila la única que no causa problemas en casa.

Hoy decidí quedarme en casa de Audrey y poder conocerla, Zabdiel dice que es muy linda con las personas y espero que lo sea conmigo.

Audrey: Coca cola o Fanta. –comento abriendo su refrigerador.

Greta: Coca cola. –sonreí. –ella toma dos latas de coca cola y camina hacia la mesa entregándome la mía con una sonrisa en sus labios.

Audrey: Cuéntame de ti. –dice sentándose en el asiento que estaba vacío. - ¿quieres empezar con Christopher? Si deseas. –sonreí al escuchar su nombre.

Greta: Zabdiel te tiene mucha confianza. –comente. Audrey solamente negó y bebió de su coca cola.

Audrey: No me lo dijo el, los escuche la otra vez hablando sobre él. –la mire apenada. –sé que no tiene nada de malo enamorarse de alguien. –sonrió.

Greta: Si es malo, hay miles de hombres y me vine a fijarme en él.

Audrey: Entiendo perfectamente, pero en tu corazón nadie manda mi amor.

Greta: Lo sé.

Audrey: Haz hablado con él. –negué.

Greta: Desde la última vez nadie se ha dirigido la palabra, incluso ni para pasarse el azúcar. –ella sonrió.

Audrey: Debe ser estresante vivir en la misma casa.

Greta: Ni te lo imaginas. –bebí de mi bebida.

Audrey: Oh mira, te están llamando. –mire la pantalla de mi teléfono encenderse y era una llamada de ni más ni menos que de Christopher. –no tomaras la llamada. –negué

La llamada se volvió en una llamada perdida, pensé que ahí quedaría, pero no, el volvió a insistir en otra llamada.

Audrey: Quieres comer algo. –negué mirando aun mi teléfono. –si quieres contéstalo no se lo diré a Zabdiel. –ambas sonreímos.

Volvió aparecerse en llamada perdida, mire por cinco minutos el teléfono y no esta vez ya no llamo, de seguro se había cansado de insistir. Me levante a botar la lata de coca cola vacía y mi teléfono por tercera vez volvió a sonar, esta vez tome la llamada.

Greta: Que quieres. –dije molesta.

Christopher: ¿En dónde estás? –comento el detrás de la bocina.

Su respiración estaba agitada y podía figurar de que estaba corriendo.

Christopher: Greta... ¿Qué en dónde estás? –no respondí y escuché la voz de Richard al otro lado de la línea...

Richard: Mierda...van por ella. –comento.

Christopher: Maldita sea Greta donde estas. –al querer responderle y decirle en donde estaba, alguien se apareció en la cocina de Audrey con un arma apuntándonos.

Entre-nosotros //TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora