•Mégane•
La música resonaba en todas partes mientras que Cathy me arrastraba por la discoteca en contra de mi voluntad para buscar un hombre que me hiciera mujer. Yo no quería, yo quería que mi primera vez fuera con Peter. Pero, claro, había perdido la oportunidad por estar de pendeja y luego discutir con él por lo que luego vinieron todos los líos que tuvimos. ¿A caso no podemos ser unos novios normales? Bueno, no todas las chicas salen con un hombre que les lleva diez años...
A veces era algo extraño estar con él, me ponía a pensar y me preguntaba: ¿Qué haremos cuando pasen unos años?, nos queríamos demasiado para pensar en alguna ruptura pero tampoco podíamos siquiera pensar que en algún momento podíamos llegar a ser felices por siempre.
—Még... ¿Qué piensas? —me dijo Cath sacándome de mis pensamientos—. ¡Elige a quién te fajas de una puta vez!
—Es que a quién me quiero fajar no está aquí —le dije triste—. Me hiciste perderlo de vista.
—Sácate a Peter de la cabeza, debes de perder a gran V con alguien de tu edad.
—¡Catherine! —le dije—. Peter es mi novio y si con alguien me acuesto será con él.
—Ash, de acuerdo —dijo Cath algo molesta.
Me dejó allí, en medio de la nada mientras ella al parecer buscaba a Peter para que yo me acostara con él pero... ¿Realmente estoy lista para este paso? No quiero que mi primera vez sea horrible... ¿Y si no me gusta? He escuchado que si a las mujeres no se les faja bien la primera vez se trauman y nunca más vuelven a fajar. No quiero que eso me pase a mí.
Vi como Peter se acercaba junto a Cath mi corazón comenzó a latir rápidamente cómo si hubieran pisado el acelerador justo cuando Peter comenzó a acercarse. Él ya estaba frente a mí y yo sentía mis piernas como gelatina. ¿Será hoy? ¿Perderé mi virginidad sin estar casada?
El pelo de mi nuca se erizó y yo no podía quitar mi mirada de los ojos de Peter. Estaba demasiado nerviosa y en mi mente se liberaba una guerra interna entre dos partes de mí que se lideraban si yo lo haría o no.
—Bueno... —comenzó a decir Cath al ver que ninguno de los dos decía nada—. Creo que es hora de perder virginidades, si quieren pueden ir a un lugar más cómodo. Yo me quedo aquí con Jasson.
—Bien... —comenzó a decir Peter, él estaba tan nervioso como yo y rojo, muy rojo—. ¿Qué quieres hacer? ¿Nos quedamos a bailar un rato y olvidamos lo que dijo Cath o...?
Voltee mi mirada a las escaleras. Esta discoteca tenía de todo, hasta un lugar para fajar hasta que te canses o comiences a sangrar, se lo señalé con la cabeza y él asintió. Al parecer una de mis dos partes había ganado, pero eso no me quitaba los nervios, aún no estaba muy segura.
Tomó mi mano haciéndome sentir un ligero estremecimiento y caminamos por el gentío para llegar a las escaleras y luego subirlas. caminamos hasta llegar hasta el señor que tenía las llaves de las habitaciones. Él nos observó de arriba a abajo y sonrió.
—Primerizos —susurró cuando nos paso las llaves.
¿Cómo lo supo?
Peter lo ignoró y tomó las llaves del cuarto “202”.
Nos adentramos a la habitación. No estaba tan mal. Que digo, estaba perfecta, esa es una discoteca de ricos, las habitaciones de faje no pueden ser asquerosas ni nada por el estilo.
La cama era tamaño matrimonial y las sábanas eran de un blanco inmaculado. La habitación tenía las paredes azules y no habían muchos muebles. Había un cuadro de una mujer en un lago el cual me quedé viendo por unos instantes de manera curiosa.
Peter cerró la puerta con cerrojo y se acercó a mí lentamente.
—¿Estás segura de que quieres hacerlo? —me preguntó. Yo solo pude asentir—. Bien.
Él se acercó a mí un poco nervioso, yo también lo estaba así que eso no ayudaba en nada. Se acercó a mi rostro tomándome de la cintura y me besó lentamente, cómo memorizando el sabor de mis labios y tomándose su tiempo para probarlos. Me aferré a sus brazos algo temblorosa y él me sostuvo.
Mientras rosaba su lengua con la mía, el calor comenzó a subir en un lugar en el que nunca lo sentí, sólo esa vez en Moscú. Era una extraña pero exquisita sensación que antes sentía incómoda pero ya no.
Lo tomé de la nuca para luego comenzar a acariciar su pelo, sedoso y grueso. Él se estremeció al igual que yo y comenzó a descender hacia delante mientras yo lo hacía hacia atrás. Me dio un pequeño empujoncito en el pecho y caí en la cama. Él se quedó parado y comenzó a quitarse la camisa lentamente.
Oh por Dios, sus músculos...
Lo observé algo nerviosa pero no podía apartar la mirada de su pecho. Mi corazón latía deprisa emocionado y excitado. Cuando terminó de desabrochársela, dejando a la vista su pecho pálido y fuerte, la dejó en un sillón y se acercó a la cama. Comenzó a gatear sobre la cama hasta llegar hacia mí, cuando lo hizo posó sus manos en ambos lados de mi cabeza y nos fundimos en un beso, con ninguna pizca de vergüenza como el primero que nos dimos al entrar aquí.
Comenzó a acariciar mis piernas suavemente mientras subía mi vestido, una corriente eléctrica subía por ellas a medida que lo hacía y podía sentir una extraña sensación en el área de mis ovarios, como un cosquilleo. Él siguió sus besos hasta que terminó por subir más el vestido mientras me acariciaba el vientre y me lo quitó. Él me observó detenidamente y sentí calor en mis mejillas por la vergüenza, sonrió y me acarició la mejilla.
—No te asustes, querida, ni tengas vergüenza. Tienes un cuerpo exquisito —dijo él con voz ronca y vi como sus ojos color miel pasaban como a un marrón oscuro, se acercó a mi oído y me susurró haciéndome estremecer:—Sólo disfruta.
Asentí y él volvió a besarme despacio mientras me tomaba del mentón. Su mano desapareció de mi rostro y, escuché la hebilla de su cinturón y me puse mega nerviosa. Se quitó el pantalón y lo lanzó al suelo y luego se quito los boxers, subí mi vista rápidamente para arriba pues no estaba lista para verle el purro. Pasó sus manos por mi espalda desabrochando mi sostén y quitándomelo y lanzándolo lejos. Comenzó a besar mi cuello para luego bajar a mis senos. Los observó haciendo que mis mejillas se tornaran más rojas de lo que estaban y me besó el pecho suavemente.
Bajó sus besos a mi abdomen, dando pequeños besos por mi vientre hasta que volvió a subir y me besó de nuevo en los labios, luego en la nariz, el frente, y bajó hasta mi cuello.
¿Cómo se siente la primera vez? Bueno, muchas personas pueden decir distintas teorías. Algunas personas lo hacen por la presión de los amigos, otros, porque ya quieren saber de lo que se han estado perdiendo y otros lo hacen simple y puramente por amor. Aunque, Cath no me haya dicho que me acostara con alguien yo hubiera terminado con hacer el amor junto a Peter, el hombre que amo.
De que dolió, sólo fue un poco, pero el dolor fue remplazado por una extraña sensación de picor hasta que poco a poco la sensación cambió e hizo que pequeños jadeos salieran de mis labios. Peter me besaba como sólo él sabía hacerlo y pegaba su frente contra la mía. En algunos momentos, gemía en mis oídos y aumentaba mi excitación.
Comencé a sentir como un ligero cosquilleo que comenzaba por la parte interna de mis muslos, comenzó a subir hasta llegar a mi pelvis y allí se sintió más fuerte y me hizo gemir. Arquee mi espalda involuntariamente y gemí más fuerte al igual que Peter. Él se dejó caer a mi lado y nos arropó con las sábanas para luego abrazarme y darme un beso en la frente.
Lo abracé por igual y ninguno de los dos hablaba, me sentía bien, me sentía feliz, me había entregado a la persona de la que había pasado mi infancia enamorada, y no me arrepentía.
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Querida Mégane/Querida Jessy
FanfictionHistoria de Mégane Pasquarelli y Jessy Lí. Continuación de la trilogía "Niña Mal". Cuarta y Quinta temporada de Niña Mal. •ADAPTADAS• La famosa familia Pasquarelli ha tenido desde siempre descendientes problemáticos y extraños, pero Mégane quiere s...