Todo estaba oscuro, no podía ver absolutamente nada. Veía estrellas resplandecientes de diferentes colores que se mecían de adelante hacia atrás tintineando y dando vueltas alrededor. Traté de abrir los ojos, no pude. Levantar los brazos tampoco. No podía mover ninguna parte de mi cuerpo, todo estaba inmóvil y me asustaba. Ninguna parte de mi cuerpo servía y estaba segura de que ninguno de mis sentidos lo estaba, hasta que comencé a escuchar un ligero zumbido y luego unas voces lejanas. ¿Dónde estaba? No estaba segura pero me frustraba no poder moverme.
Las voces se comenzaron a escuchar más conocidas para mí y me dolían los oídos cada vez que alguien hablaba. Eran varias personas en dónde sea que estaba pero sólo reconocí a algunas.
—Estará bien —escuché una voz masculina, de seguro un doctor.
—No despierta —escuché esta vez una voz más aguda y se escuchaba angustiada, alguien me tocó—. Mi niña.
—Déjala —dijo una voz más pesada y se escuchaba molesta—. Por tu culpa se desmayó. ¿Por qué tuviste que entrar así? No puedes esperar.
—Cállate, Matteo, no vayas a comenzar con tu sadismo ahora —dijo otra voz.
¿MATTEO? ¿MATTEO?
No, eso no podía ser posible. ¿Matteo, mi padre? No podía creerlo. Sabía que no está muerto pero había olvidado por completo cualquier cosa al respecto y pensé que nunca lo vería. De tan sólo pensarlo me zumbaba dolorosamente la cabeza.
Los ojos comenzaron a picarme pero no podía hacer nada, no podía moverme pero sabía que las lágrimas habían comenzado a salir y que en cualquier momento las verían. Unas manos grandes pero suaves me las secaron despacio y luego hubo un silencio sepulcral en todo el lugar. Nadie decía nada.
Quería moverme, abrazar a mi padre y preguntarle por mamá. ¿O tal vez ella también estaba ahí?
Las ganas por despertar eran cada vez más grandes y me estaba asustando, quería verlos. ¿Por qué no podía moverme?
—Por favor, aquí no peleen —dijo la primera voz—. Mégane está muy débil y despertará en cualquier momento. Por lo que me cuentan, si los ve podría volver a este estado.
¿De qué maldito estado estaba hablando?
—De acuerdo —escuché sollozos.
Mi corazón parecía querer salir de mi pecho y las lágrimas seguían brotando de mis ojos. Me comenzaba a frustrar por no poder moverme. Me sentía muy indefensa.
—Ya cállate, Lu. De seguro te escucha —dijo al parecer papá. ¡Mamá también está!
—¿Por qué eres así conmigo? —le preguntó mamá.
—¿Por qué eres así conmigo? —repitió él y escuché un golpe—. ¡Auch!
—La violencia no es solución, Matteo —escuché al abuelo.
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Querida Mégane/Querida Jessy
FanfictionHistoria de Mégane Pasquarelli y Jessy Lí. Continuación de la trilogía "Niña Mal". Cuarta y Quinta temporada de Niña Mal. •ADAPTADAS• La famosa familia Pasquarelli ha tenido desde siempre descendientes problemáticos y extraños, pero Mégane quiere s...