Querida Jessy | Capítulo 26: Desorden mental

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•Jessy•

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•Jessy•

Eran las dos de la mañana y aún me sorprendía estar metida en una discoteca, por el cumpleaños ya pasado de mi mejor amiga luego de haber amenazado al guardia de la puerta. Es que, en el momento en el que comienzo a pensar en ello creo cada vez menos que lo hice. ¡Hasta me parecí a Cath! Era algo que yo no debía volver a hacer. El apellido de mi familia era muy poderoso y utilizarlo a la ligera era probable que me trajera problemas.

—¡Vamos a bailar! —gritó Caroline con alegria pero yo negué con la cabeza. Estaba muy cómoda sentada en un sofá plateado que encontré y no tenía deseos de comenzar a saltar como una desequilibrada mental.

—¡Párate de ahí, Pasquarelli! —siguió Michael con sorna. Desde que usé aquella táctica para poder entrar, el pendejo no me dejaba en paz, a pesar de todas las excusas que puse. De que lo había hecho para que el cumpleaños de mi amiga no se arruinara, que quería que ellos disfrutaran, pero no me creía.

—¡Déjala en paz! —me defendió Dean y yo sonreí por tener a alguien de mi parte—. ¿No ves que está bastante entretenida mirando el suelo?

Dejé escapar un suspiro y me levanté de mi asiento. Prefería levantarme y bailar un poco a estar escuchando las estupideces de esos chicos. Así que me arreglé el vestido de hada puta y arreglé las alas que tenía en mi espalda. Un chico pasó delante de mí y se me quedó viendo, con lo que me sentí algo cohibida, pero no dejé que eso me detuviera. Caminé entre las personas para llegar a Caroline y la abracé por detrás con una sonrisa.

—No eres tan amargada como pensé —me dijo y se dio la vuelta para darme un beso en la mejilla. La abracé más fuerte y ella se puso de puntas para responder a mi abrazo

Ella estaba muy suave a causa de su disfraz y ningún chico cuerdo se le había acercado todavía por la misma razón, pero a ella no le importaba. Había venido para celebrar su cumpleaños y eso estaba haciendo, por lo que su típica sonrisa no desaparecía de su rostro. Su rostro estaba sonrojado por el calor, pero yo sospechaba que también era por las bebidas ingeridas. ¡No había parado de beber en toda la noche!

—Veo mariposas —dijo y fruncí el ceño. ¿Acaso también había tomado drogas?

—¿Qué has ingerido últimamente? —pregunté y sentí una mano en mi cintura. Voltee con rapidez para ver al pervertido que me ha puesto una mano encima y abro mi boca por la sorpresa—. ¿Jamie?

—¿Jessy? —preguntó mirándome de arriba abajo con ojos como platos. Estaba disfrazado de Jace Wayland y se veía muy bien.

—¿Qué haces aquí? —pregunté y la risa de Caroline se hizo presente. La chica se abrazó a mí y comenzó a frotar su cabeza contra mi pecho.

—¿Qué haces tú aquí? —preguntó de vuelta y miró a Caroline, que seguía pegada a mí—. ¡Y con ese vestido tan corto! ¿Has bebido mucho?

—¿Y a ti qué te importa mi vestido o cuánto he bebido? —solté con molestia y noté una chica a su lado—. ¿Y quién es esa?

Querida Mégane/Querida JessyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora