El muchacho se alejó de la chica rápidamente y miró hasta el hombre que estaba frente a él, rojo de furia. El corazón comenzó a latirle rápidamente al ver al hombre alto y fuerte que subió a la casita del árbol, obviamente el padre de Jessy, se notaba a kilómetros.
—Vengo a ver qué hace mi bebé. ¿Y qué me encuentro? Un maldito larguirucho que la quiere violar.
—¡Yo no la quiero violar! —exclamó el chico asustado.
—¡Claro que sí! —gruñó Lí y el muchacho se alejó más de Jessy—. ¿Cuántos años tienes?
El muchacho tenía el corazón en la boca, ni siquiera podía hablar, los nervios lo carcomían y observó a la rubia buscando algún soporte, pero la niña había corrido a brazos de su padre y parecía estarse haciendo la víctima.
—Dieciocho —murmuró tan bajo que Ruggero no lo escuchó.
—¿Disculpa? —le preguntó apretando a su hija más en su pecho.
—Dieciocho —dijo un poco más alto.
—DIECIOCHO —gritó Lí y ambos jóvenes se sobresaltaron—. Mi Jessy apenas tiene catorce.
—Son sólo cuatro años —murmuró entre dientes el chico con los brazos cruzados.
—Ah, o sea... ¿Qué son novios? —preguntó Lí y el muchacho abrió los ojos como platos.
—¿Qué? —preguntó James y se levantó—. Yo no...
—Bien, vamos a presentarte a la familia —dijo Lí y comenzó a bajar de la casita del árbol, solo.
Lí caminó hasta la casa de sus suegros sin siquiera esperar que los chicos bajaran. La furia lo llenaba por completo. Bastante tenía con una hija que ya era madre y que se casaría a los dieciséis años como para que viniera un larguirucho a quitarle la inocencia a su hija más pequeña e inocente, además enferma. ¿A caso ese chico no lo sabía? ¿O en serio estaba enamorado de Jessy? No tenía idea, pero mejor prevenir que lamentar.
Por eso quería presentarle a la familia, o mejor dicho a Itzitery, por si le hacía algo a su pequeña, la madre supiera a quien acudir de inmediato.
Entró a la casa y encontró la cocina hecha humo, tosió varias veces e intentó enfocar a las personas en el lugar. Abrió los ojos como platos al descubrir que la cocina se estaba incendiando y corrió hacia el extintor del patio para rociar la pobre estufa que ya estaba hecha polvo.
—¿Qué diablos pasó? —preguntó con el ceño fruncido—. ¿Todas están bien?
—Claro, el problema es que la cocina no es lo nuestro —dijo Mégane respirando entrecortadamente.
—¿Lo nuestro? —replicó Karol—. Quisiste decir lo tuyo, te dejamos cinco putos minutos en la cocina y casi nos cocinas a todas.
—¿Qué pasó? —preguntó un chico de pelo negro entrando seguido de los hombres.
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Querida Mégane/Querida Jessy
FanfictionHistoria de Mégane Pasquarelli y Jessy Lí. Continuación de la trilogía "Niña Mal". Cuarta y Quinta temporada de Niña Mal. •ADAPTADAS• La famosa familia Pasquarelli ha tenido desde siempre descendientes problemáticos y extraños, pero Mégane quiere s...