Querida Jessy | Capítulo 35: Familia de mierda

17 5 0
                                    

•Jessy•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•Jessy•

Los labios de Jamie se movían con suavidad sobre los míos, pero hacían que el calor corporal subiera por todo mi cuerpo. Lo tomé por el cuello y lo acerqué más a mí, queriéndolo cada vez más cerca para aliviar las ansias que sentía.

—Jessy, mi amor —comenzó a decirme con voz entrecortada—. No, espera... —yo no lo dejaba hablar. Seguía besándolo sin pudor alguno—. No podré contenerme...espera... —sólo podía hablar entre besos y yo lo solté para poder tomar aire.

—Jamie... —susurré entre sus labios y le mordí el inferior. Él dejó escapar un gemido entre sus labios y sentí un ligero cosquilleo en la parte baja de mi estómago—. Te amo, Jamie.

—Pero nunca lo harás tanto como yo, amor —me contestó y sus labios volvieron a devorar los míos—. Te amo tanto que duele, preciosa. Y duele más saber que nuestro amor será tan breve —lo miré a los ojos y sentí un dolor en el pecho al ver sus ojos azules llenos de lágrimas.

—Mira el lado bueno —dije tratando de animarlo—. Eres mi primer y único amor —confesé y él me mostró una pequeña sonrisa.

—Y tú serás el mí...

—No —lo corté y él frunció el ceño—. No quiero ser tu único amor, Jamie. Cuando yo me vaya, quiero que te enamores de alguien más, la ames con pasión y que suceda lo que tenga que suceder.

—Por favor, no hables como si fuera a ocurrir mañana —me pidió con voz ronca. Quería consolarlo de alguna manera, pero no encontraba una manera de hacerlo. Me iba a morir, era algo inevitable y yo no sabía cómo borrar ese dolor. Sabía que, si yo estuviera en su lugar, no hubiera forma de consolarme, porque perder a alguien que amo sería la peor desgracia de todas.

—Mejor olvidémoslo por ahora, ¿está bien? —Jamie asintió con pesar—. Vivamos el hoy y olvidemos lo que pueda ocurrir mañana. Así estaremos mejor.

—Amor... —susurró y besó mis labios con su suavidad característica—. Todavía quiero casarme contigo. Ahora más que nunca.

—Quiero ser tu esposa —respondí con una pequeña sonrisa y él comenzó a besar mi cuello, provocándome cosquillas y haciendo que el cosquilleo en mi vientre volviera.

—No sabes cuánto me alegra saber eso.

Sus ojos, aquellos que me volvían loca y que me hacían preguntarme si alguien más en el mundo me amaba como él lo hacía, me miraron con deseo y estaba segura de que los míos le devolvieron tan intensa mirada. Comencé a jugar con el cuello de su camisa, bajando la mirada y con las mejillas tomando un ligero color rojo.

Quería casarme con él pero, ¿tendríamos la oportunidad? Era probable que yo tuviera que quedarme en el hospital una buena temporada y en esa temporada era posible que yo perdiera la vida. Apreté su camisa con fuerza y luego lo rodee con mis brazos, sintiendo una ligera incomodidad por la intravenosa en mi muñeca. Escuché un suspiro de su parte y luego la puerta del cuarto fue abierta, entrando por ella una Caroline con el rostro rojo y los ojos hinchados. Jamie se alejó de mí con delicadeza y fue a sentarse en el sofá, pero segundos después salió de la habitación.

Querida Mégane/Querida JessyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora