Me dolía el cuerpo completamente.
Esperaba que esta mujer al fin me matara y acabara con mi sufrimiento.
¿Cómo alguien puede tener la mente tan retorcida como para hacer algo así? ¿Qué ganaba ella haciéndome todo esto? ¿Por qué no sólo me mataba?
La puerta de la habitación se abrió suavemente pero yo me quedé como estaba. En ese momento no me importaba mi desnudez y me valía mierda lo que quisieran hacer conmigo. Tal vez Chiara había sentido compasión y ya había venido a matarme. O quizás su retorcida mente había maquinado alguna otra cosa y venía a experimentar conmigo como si fuera un conejillo de indias.
Levanté un poco el rostro al escuchar mi nombre que había sido susurrado. Finn se iba acercando a mí suavemente. Sus ojos estaban igual que los míos, mojados en lágrimas y brillantes. Sus mejillas y su nariz estaban rojas, el pelo lo tenía algo despeinado. Se agachó cerca de mí, en ningún momento quitó sus ojos de los míos.
No miró mi cuerpo, no me tocó, sólo me estaba mirando fijamente.
—Lo lamento tanto —susurró con voz ronca.
Yo no respondí, sólo volví a bajar mi rostro y me encogí más. Sentí algo suave que me cubrió el cuerpo y luego sentí la mano de Finn sobre mi espalda, lo que me hizo dar un respingo—. Sería bueno que te vistieras —comenzó a decir—. Mi abuela y esos hombres vienen.—Ya me han visto desnuda —dije con voz débil. Ni siquiera pude reconocerla como mía—. ¿Para qué cubrirme?
Finn ni siquiera contestó. Escuché un suspiro de su parte y segundos después sus pasos marcharse. Cuando la puerta se cerró, me incorporé rápidamente y me abracé a mí misma. Las lágrimas continuaban saliendo y yo las iba secando a medida que casi llegaban al final de mis mejillas. Sentía un enorme nudo en la garganta y pequeños sollozos se me escapaban. Me dolía todo mi cuerpo y casi no era capaz de mantenerme sentada. Me tambaleaba pero entonces me apoyé de la pared detrás de mí y cerré mis ojos.
—Por favor —susurré entre sollozos. Casi no me salía la voz—, dense prisa.
Abracé mis rodillas y escondí mi rostro en ellas con algo de dificultad y como dije, estaba muy dolorida. Ni siquiera podía moverme mucho sin que comenzara a dolerme algo.
Miré mi ropa tirada en el suelo, mi sostén y mi camisa estaban rotos. Los tomé y los observé por unos instantes. Me puse mis bragas y mis shorts y me puse la camisa para luego abrazarme a mí misma. Cerré los ojos y suspiré sonoramente. Intenté que mis pensamientos fueran a otro lugar.
La puerta volvió a abrirse pero no le presté atención. Esta vez eran más pisadas y hablaban entre susurros. Comencé a contar para tranquilizarme para no levantarme.
Intentar golpear a Chiara pues estaba segura de que ella no se quedaría de brazos cruzados si lo hacía.
—Méggie —escuché a horrible voz de Chiara—, es hora de jugar.
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Querida Mégane/Querida Jessy
FanfictionHistoria de Mégane Pasquarelli y Jessy Lí. Continuación de la trilogía "Niña Mal". Cuarta y Quinta temporada de Niña Mal. •ADAPTADAS• La famosa familia Pasquarelli ha tenido desde siempre descendientes problemáticos y extraños, pero Mégane quiere s...