•Catherine•
El oficial me mira con un rostro que denota confusión. De seguro creía que yo irrumpiría en el cuarto como una psicópata, que no me vengaría de él por todo lo que me estaba haciendo pasar. Que bueno que no me creía capaz de hacerle algún mal, así tal vez se encuentre más asustado después, que es lo que más deseo. Cuando las chicas lleguen, espero que lo hagan sufrir tanto o peor como yo estoy sufriendo por dentro.
Me apoyé en mis codos y le sonreí, él desvió su mirada de la mía y suspiró pesadamente. Acerqué una mano a la suya y observé un tatuaje en su muñeca, una frase en chino, o en árabe, que sé yo. La cosa es que se veía demasiado hermoso como para estar en una persona tan repugnante como era él.
—¡Catherine! —escuché que gritaron mi nombre y ambos nos sobresaltamos. Levanté la mirada para encontrar a mis tres colegas delante de mí y fulminé con la mirada a la que iba en medio—. Lo siento.
—La próxima vez que estés a punto de hacer algo ilegal, hazte el favor de no gritar, Leila —le aconsejé y ella asintió—, pero bueno, es momento de que ustedes hagan lo que les he dicho en el mensaje.
Ellas se miraron entre sí, no muy seguras de lo que yo les estaba pidiendo. Miraron al oficial con cuidado y se acercaron más a nosotros.
—¿En serio vamos a hacerlo? —preguntaron y yo me levanté, acariciando la pistola que tenía en mis manos.
—Van a llevárselo y entonces irán haciendo algo en lo que yo voy a hacer algo importante —les expliqué y ellas asintieron, notando el arma en mis manos.
—Esto será emocionante —me dijo Lily y se acercó al oficial para levantarlo del suelo—. Este tipo parece un fantasma.
—Lo sé, es asqueroso —repliqué mirándolo. Él no decía nada, como si tuviera bastantes cosas en la mente, planeando algo interesante.
Que mal que me subestimaba.
Leila le dio un suave empujón para que comenzara a caminar pero él se detuvo, con lo que yo me acerqué a su persona y lo miré directamente a los ojos. Su estatura podría llegar a ser intimidante si nosotras no fuésemos tan malas.
—¿Qué sucede? ¿Acaso te estás asustando? —pregunté con un puchero en mis labios. Él me miró de arriba abajo y luego negó con la cabeza, con una ligera sonrisa en sus labios.
—Te voy a meter a la cárcel por esto —me amenazó y yo lo golpee en el estómago con la culata de la pistola.
—Sólo camina, antes de que me arrepienta de no haberte volado los pocos sesos que tienes —le dije y él me fulminó con la mirada.
Las chicas lo ayudaron a caminar por donde ellas querían que fuera y yo me quedé parada allí hasta que se perdieron de mi vista.
Caminé hasta la puerta, donde apoyé una de mis manos y observé a mi pequeño sobre una cama, pálido y pareciendo un muerto. El aire me faltó de golpe y sentí que me desmayaría, pero debía ser fuerte. Empujé la puerta para poder entrar y noté a los doctores caminar de aquí para allá dentro de la habitación, la cual estaba llena de artefactos extraños.
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Querida Mégane/Querida Jessy
FanfictionHistoria de Mégane Pasquarelli y Jessy Lí. Continuación de la trilogía "Niña Mal". Cuarta y Quinta temporada de Niña Mal. •ADAPTADAS• La famosa familia Pasquarelli ha tenido desde siempre descendientes problemáticos y extraños, pero Mégane quiere s...