Querida Mégane/Querida Jessy

Capítulo 35: Nariz rota

Llegando a la escuela las tres chicas se separan y fueron a las clases que les tocan. Mégane, se va a Biología. Cath, va a Ingles y Jessy, entra lentamente en clase de Matemáticas. Todos se quedan mirándola al entrar lo que hace que se encoja un poco mientras camina a su lugar.

—Bien —comienza a decir el profesor de Matemáticas—, comenzaremos revisando las tareas.

—De seguro la pobre Jestúpida no la hizo —susurra alguien de la clase y los demás ríen.

—Cállense por favor —dice el profesor—. No sean idiotas. No molesten a los más débiles.

—A los más torpes querrá decir —dice alguien y los demás estallan en risas.

—No puedo creer que una descendiente de Pasquarelli sea tan callada e idiota —dice alguien.

Se escucha justo cuando la chica que había hablado se estrella contra el suelo y todos se quedan sorprendidos cuando notan una cabellera rubia encima de la chica. Jessy golpea a la chica con tanta fuerza que le llega a romper la nariz y ésta rápidamente comienza a sangrar. Alguien intenta quitarla de encima pero tan sólo gana un codazo en la boca.

—¡Jessy! —exclama el profesor y la aleja de la pobre chica del suelo.

—SUÉLTENME —grita furiosa la muchacha e intenta soltarse en vano.

—Vamos, irás a la dirección. Llamaremos a tus padres —dice el profesor.

—SUÉLTEME, PEDAZO DE MIERDA —grita de nuevo y da patadas.

Alguien se acerca para ayudar al profesor y la toma en sus hombros para llevarla fuera. La chica da patadas en todo el camino hasta la dirección pero el muchacho no la suelta. Ni siquiera parece sentir los golpes que la chica le da, lo que la hace tranquilizarse un poco.

Llegan a la dirección y el muchacho entra y deja a la chica en el suelo. Jessy se quita el pelo de la cara y baja la mirada mientras respira entrecortadamente.

Ella mira al muchacho con el ceño fruncido pero éste sonríe maliciosamente y sale de la sala.

—¿Jessy? —pregunta el director—. ¿Jessy Lí?

—A quién le importa —dice la muchacha y se sienta en la silla frente al escritorio.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué me hablas así?

—Porque estoy harta de todo este maldito mundo —responde la chica con ojos cristalinos.

—Explícame que pasó o tendré que llamar a tus padres.

La muchacha se queda en silencio. El director suspira y toma el teléfono para llamar a la familia Lí.

Tan sólo unos minutos pasan en los que Jessy se la pasa mirando por la ventana mientras piensa en todo lo que ha pasado en toda su vida. Ahora se siente libre, ni siquiera sabe por qué duró tanto para defenderse de las personas a su alrededor. Había sido por años la más débil de la familia. Siempre dejándose pisotear por las demás personas, que se burlen de ella, que piensen que es una idiota y que no sabe lo que hace.