Capítulo 48: Jasson

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Sentía que no podía respirar, que me faltaba el aire

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Sentía que no podía respirar, que me faltaba el aire. Las lágrimas en mis ojos no dejaban de salir y casi me desmayo. Mi madre me sostuvo antes de que algo pasara y yo comencé a sollozar sonoramente.

—¡Jasson! —sollocé y escondí mi cara en el pecho de mamá—. ¡Papá!

El dolor que sentía era algo que nunca había experimentado. No podía creerme lo que estaba pasando y me negaba a aceptarlo. No era posible. ¿Cómo que habían tenido un accidente? ¿Cómo era posible?

Rápidamente el rimel y el lápiz de ojos se me escurrió de la cara mientras escuchaba a la abuela hablar de los detalles de lo que había pasado. Papá estaba bien, pero Jasson estaba en urgencias. No entendía porque a Jasson, aunque estaba feliz de que papá estuviera bien, todo mi corazón era de Jasson y estaba afligido.

—Debemos ir al hospital —escuché que dijo la abuela y mamá se alejó un poco de mí. Noté que también lloraba y seguí sollozando.

Me levanté y limpié mis lágrimas. Caminé junto a las demás hasta afuera y entré a la limusina con la que iba a ir a la iglesia. Ahora tendría que ir al hospital para ver cómo estaba mi futuro esposo. Teníamos que posponer la boda, hasta que Jasson se mejore.

En todo en camino me la pasé mirando por la ventana limpiando las lágrimas que salían de mis ojos pero trataba de que no salieran tantas. Pero era imposible.

Llegamos al hospital y no me movía de mi asiento. Mamá me tomó del brazo suavemente y me ayudó a bajar. Yo iba como un zombi y todos me miraban.

Claro, no siempre ves una novia roja con el maquillaje escurrido y todo y velo en el hospital.

Llegamos dentro y mamá fue a abrazar a papá que estaba sentado con un vendaje en su mano. Se abrazaron fuertemente y se besaron con pasión. Yo apreté mi ramo de flores y mordí mi labio inferior aguantando las lágrimas.

—Cath —escuché que dijo Mégane detrás de mí—. Ven, vamos a sentarnos.

—No —dije alejándome de ella—. Esperaré a Jasson aquí para que podamos ir a la boda. Nos vamos a casar. ¿Sabes?

Me tragaba mis sollozos e intentaba de matenerme de pie aunque las rodillas me temblaban. Tenía que esperar a Jasson, debíamos casarnos.

Sentí unas suaves manos sobre mi hombro, un toque que se sintió demasiado suave. Me desplomé en el suelo y comencé a llorar sonoramente. Mégane se acercó por detrás y me abrazó, pero yo continué llorando en el suelo. Intentó quitarme el velo pero yo no la dejé. Comencé a respirar rápido y entrecortadamente cuando vi que se acercaba un doctor.

Los padres de Jasson estaban sentados en unas sillas cerca del mostrador y se levantaron.

—¿Los padres del joven Jasson Depps? —preguntó el doctor.

—Sí, somos nosotros —escuché que dijo el padre de mi novio.

—Bueno, su hijo acaba de salir de la operación. El choque en el auto fue fuerte, mayormente los daños están en la cabeza. No sabemos como reaccione.

Apoyé mi cabeza en el frío suelo de mármol y abracé mi vientre. Intenté respirar normalmente pero el nudo en la garganta no me permitía decir nada, mucho menos respirar.

Papá y Jasson habían chocado con un señor que no tenía frenos. Mi padre fue salvado por la bolsa de aire pero Jasson... El señor chocó de lado y la puerta del auto golpeó fuertemente a Jasson en sus extremidades.

—Cath —me susurró Mégane—. Mira a ese señor.

Sin levantar mi cabeza del suelo voltee y vi a un hombre algo maltratado que hablaba con mis suegros.

Querida Mégane/Querida JessyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora