Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1

Capítulo 21

Las chicas se reunieron en la pequeña sala de estar de la casa de Nagisa, un ambiente cálido y acogedor a pesar de la tensión que colgaba en el aire. Había algo en el silencio que compartían, una mezcla de miedo y resolución. La situación era demasiado peligrosa como para discutirla a la ligera.

Nagisa, quien había estado observando a sus hermanas jugar en la esquina de la habitación, se volvió hacia ellas con una expresión seria. Karla, quien siempre era la más inquieta debido a su TDAH, estaba en medio de una carrera imaginaria con Mary y su brazo robótico. Sarah, la más pequeña, jugaba con Aria, la cachorrita, acariciándola con ternura mientras tarareaba una canción.

—Karla, necesito que me escuches con atención,— comenzó Nagisa, usando un tono firme pero comprensivo que captó inmediatamente la atención de su hermana mayor. Karla se detuvo en seco y miró a su hermana mayor con ojos abiertos de curiosidad.

—¿Qué pasa, Nagi?— preguntó Karla, inclinando la cabeza.

Nagisa se agachó a su nivel, tomando sus pequeñas manos entre las suyas. —Lo que pasó hoy... lo que viste con Perla... no puedes contárselo a nadie, ¿entiendes? Es muy importante. Podría ser peligroso si alguien más se entera.—

Karla frunció el ceño, claramente luchando por comprender la gravedad de la situación. —¿Pero por qué? ¡Era emocionante! ¡Quiero contárselo a mis amigas en la escuela!—

Nagisa negó con la cabeza suavemente. —No, Karla. No podemos correr ese riesgo. Si lo haces, podríamos meter a todos en problemas, incluso a Aria, a Mary, y a Sarah. ¿Te imaginas si alguien intentara hacerles daño por lo que saben?—

El rostro de Karla se ensombreció, entendiendo finalmente el peso de las palabras de su hermana. —No quiero que les pase nada malo...— murmuró, bajando la mirada.

—Entonces, haremos un trato,— continuó Nagisa. —Te prometo que, si guardas este secreto y no lo cuentas a nadie, te llevaré al parque el fin de semana. Podremos jugar todo lo que quieras, pero sólo si cumples con tu promesa, ¿de acuerdo?—

Karla asintió lentamente, comprendiendo la importancia de lo que le pedían. —De acuerdo, Nagisa... no diré nada.—

Nagisa le sonrió y la abrazó, agradecida por la madurez de su hermana en ese momento crucial. Luego, se volvió hacia Sarah, quien estaba mirando la escena con sus grandes ojos inocentes. Nagisa sabía que Sarah era demasiado pequeña para comprender todo, pero su inocencia la hacía aún más vulnerable.

—Sarah,— dijo suavemente, acercándose a la pequeña. —Recuerda lo que hablamos antes. A veces, es mejor no contar ciertas cosas, ¿verdad? Como un juego secreto que sólo jugamos aquí en casa.—

Sarah, que siempre había sido una niña extremadamente adorable y confiada, asintió vigorosamente, sin realmente entender la importancia de lo que le pedían. —¡No le diré a nadie, Nagisa! ¡Es nuestro juego secreto!— dijo con entusiasmo, y luego volvió a jugar con Aria.

Finalmente, Nagisa se levantó y se dirigió a sus amigas. Jasmin, Ashley y Ray habían estado observando la escena en silencio, reconociendo la determinación en los ojos de Nagisa.

—No podemos contarle a nadie sobre esto,— dijo Nagisa, reafirmando la decisión que todas ya habían tomado en silencio. —Podría ser peligroso para Perla, y para nosotras también. Debemos proteger lo que sabemos, y a quienes queremos.—

Jasmin asintió, todavía perdida en sus pensamientos después de lo que había sucedido en el bosque. Ashley apretó los puños, su expresión determinada, mientras Ray miraba hacia el suelo, sus pensamientos girando alrededor de las consecuencias de mantener el secreto.

Todas sabían que este pacto silencioso que estaban formando sería una carga pesada de llevar, pero no había otra opción. Sus vidas, y quizás incluso algo más grande que ellas, dependía de ellas.

**Continuará...**