Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1

Capítulo 75

La lluvia había caído implacable durante la noche, sumergiendo el bosque en una capa de agua y creando un manto gris que envolvía la cueva. La cortina de gotas se estrellaba contra las rocas, creando un rugido constante que cubría el eco de las voces en disputa. Perla y Bismuto habían salido de la cueva, moviéndose hacia un rincón alejado donde el sonido de la lluvia era aún más intenso, como si el mundo exterior estuviera tratando de ahogar sus gritos.

La discusión había comenzado en un tono bajo, pero había ido aumentando en intensidad. Perla, con su rostro expresando una mezcla de furia y desilusión, no podía ocultar el dolor que sentía. Las gotas de lluvia corrían por su rostro, mezclándose con las lágrimas que ya había derramado en silencio. Su cuerpo, a pesar de las heridas que había sufrido, se mantenía firme en su postura desafiante. Se cruzó de brazos, marcando claramente la distancia que ahora había entre ella y Bismuto.

Bismuto, por otro lado, estaba empapada y visiblemente afectada por la tensión. Sus heridas, causadas por el ácido, se habían vuelto más sensibles bajo la lluvia, haciéndola estremecerse con cada gota que caía sobre su piel. Intentaba hablar con gestos de desesperación, moviendo las manos en un intento de explicar su comportamiento. Sin embargo, la intensidad de su angustia se reflejaba en cada movimiento.

Perla levantó las manos, realizando un gesto que parecía indicar la traición y el dolor. Movió sus dedos rápidamente en un gesto de decepción, dejando claro que no solo estaba decepcionada, sino también profundamente herida por la acción de Bismuto. Cada gesto de Perla parecía amplificar el sentimiento de traición que ahora dominaba la conversación.

Bismuto, en un intento de defenderse, usó un gesto que representaba una amenaza inminente. Imaginó que estaba siendo presionada por una fuerza externa, como si las circunstancias fueran las responsables de sus acciones. Señaló hacia el cielo lluvioso, luego hacia su pecho, como si quisiera mostrar que había estado atrapada entre el miedo y la obligación.

El agua se acumulaba a sus pies, formando charcos que salpicaban con cada paso. La lluvia no solo empapaba sus ropas, sino que también parecía intensificar el dolor emocional de la confrontación. Bismuto intentaba calmar a Perla con gestos de súplica, pero la furia en los ojos de Perla no disminuía. Su expresión era una mezcla de tristeza y rabia, reflejando la profunda decepción que sentía.

Perla se inclinó hacia adelante, sus manos extendidas en un gesto que parecía exigir una respuesta. El frío y la lluvia acentuaban la severidad de su postura, y cada palabra no pronunciada estaba cargada de una intensidad palpable. Se movió rápidamente de un lado a otro, como si quisiera alejarse del dolor y la traición que sentía, y al mismo tiempo, alejase de la figura de Bismuto que antes había amado.

Bismuto, temblando bajo la lluvia, intentaba desesperadamente comunicar su dolor y el contexto de sus acciones. Sus movimientos eran torpes y sus gestos ansiosos, mostrando una angustia que contrastaba con la frialdad de Perla. Se abrazó a sí misma, como si intentar proteger su propio corazón roto, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que se mezclaban con la lluvia.

Perla se detuvo, sus brazos extendidos y su mirada fija en Bismuto, en un gesto final de reproche. En el momento en que Perla dejó de moverse, la lluvia parecía intensificarse, como si el universo estuviera llorando la pérdida de algo valioso. La tristeza en sus ojos era evidente mientras sus labios se movían para pronunciar palabras que causaron un dolor aún mayor en el corazón de Bismuto.

Perla, con una expresión resoluta y dolorida, señaló hacia Bismuto con un gesto definitivo. Sus movimientos eran lentos, pero cada uno estaba cargado de la tristeza que sentía. Luego, con una última mirada de desilusión, levantó la mano y hizo un gesto que parecía ser un adiós. La distancia entre ellas se había convertido en un abismo emocional, uno que parecía imposible de cruzar.

Bismuto, temblando, quedó paralizada por la declaración no verbal de Perla. La lluvia que caía sobre ella se mezclaba con las lágrimas que no podía contener. Se sintió como si el mundo se estuviera desmoronando a su alrededor, mientras sus propios sentimientos de culpa y desesperación se entrelazaban con la fría realidad de la tormenta que la rodeaba.

**Continuará...**