Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1

Capítulo 192

Topacio copia, con una expresión llena de desprecio, miraba a las Crystal Gems atrapadas en su campo de fuerza. La crueldad brillaba en sus ojos mientras alzaba una mano, canalizando sus poderes psíquicos. Sin decir una palabra, comenzó a hacer que las gemas flotaran en el aire, sus cuerpos inertes levantándose a la fuerza, arrastradas por una energía invisible.

Perla fue la primera en sentir la presión. Su cuerpo, ya debilitado, comenzó a temblar en el aire, sus piernas y brazos colgando sin fuerza. Las demás Crystal Gems también se elevaron, sus ropas ondeando ligeramente con el movimiento, pero incapaces de resistirse. Zafiro y Rubí, a pesar de su fuerte vínculo, no podían hacer nada más que seguir flotando indefensas, mientras que Lapis y Bismuto intentaban mantener la compostura, aunque el dolor comenzaba a hacerse presente.

Topacio copia sonrió con malicia. —Miren a lo que han llegado. Las legendarias Crystal Gems, reducidas a simples muñecas.— Agitó una mano, y sin previo aviso, las lanzó con fuerza contra la pared de la habitación.

El impacto fue brutal. El sonido de los cuerpos de las gemas chocando contra las paredes resonó en toda la habitación como un trueno. La primera en golpear la superficie fue Perla, su frágil cuerpo siendo aplastado contra la pared. La fuerza del golpe hizo que su cabeza rebotara hacia atrás y su cuerpo se desplomara por un momento antes de volver a ser arrastrado hacia el aire por los poderes psíquicos de Topacio copia.

Perla intentaba recomponerse, pero no tuvo tiempo de hacerlo antes de que otro movimiento brusco la lanzara de nuevo contra la pared. Esta vez, la fuerza del impacto fue tal que su manga derecha se desgarró por completo, dejando al descubierto su brazo pálido y lleno de raspones, el material de su ropa cayendo en tiras por el suelo. Sus ojos, llenos de dolor, buscaron a las demás, pero todas estaban en la misma situación.

Lapis también fue golpeada con fuerza contra una esquina, su cabeza cayendo hacia atrás, mientras su ropa se desgarraba en los hombros. Zafiro y Rubí fueron lanzadas juntas, chocando violentamente contra el suelo antes de ser arrastradas de nuevo al aire, sus cuerpos siendo zarandeados como si no fueran más que juguetes en las manos de Topacio copia. Bismuto, a pesar de su fuerza natural, no pudo resistir el ataque psíquico y fue arrojada contra la pared más alejada, el eco de su cuerpo metálico reverberando en la sala.

Las chicas observaban la escena con horror. Jasmin y Ashley, aún atadas y sin poder hacer nada, gritaban desesperadas. Jasmin, al ser la única que podía entender lo que estaba ocurriendo verdaderamente con las gemas, sintió un peso enorme sobre sus hombros. —¡Por favor, basta!— suplicó, con lágrimas en los ojos. —¡Déjalas en paz!

Karla, Mary y Sarah también gritaban, sus pequeños cuerpos sacudidos por el miedo. Karla intentaba moverse hacia Nagisa, quien yacía en el suelo aún sangrando, pero las ataduras la mantenían firmemente en su lugar. Mary, con su brazo robótico temblando, observaba la escena con los ojos llenos de lágrimas, mientras Sarah no dejaba de llorar. Aria ladraba incesantemente, tratando de defenderlas, pero era inútil.

Topacio copia, sin embargo, solo se burlaba de sus súplicas. —¿Qué importa si suplican? No soy el tipo de persona que se conmueve con esas patéticas palabras.— Su voz estaba cargada de crueldad, disfrutando de cada segundo de la tortura. —Deberían saberlo ya... en este mundo, no hay lugar para las debilidades.

Con un movimiento rápido de su mano, las Crystal Gems volvieron a ser lanzadas contra las paredes, como si fueran meros objetos desechables. Perla fue la que más sufrió. Su cuerpo fue arrastrado nuevamente por la fuerza psíquica, y esta vez, la manga izquierda también comenzó a rasgarse, dejando más de su cuerpo expuesto y vulnerable. Gritaría si pudiera, pero la barrera de silencio que las envolvía seguía bloqueando cualquier sonido que pudiera salir de su boca.