El sonido de la puerta siendo derribada resonó como un trueno dentro de la casa, y todas las chicas se giraron en shock. La madera se partió en astillas que volaron por el aire, y en medio del caos, la imponente figura de Topacio copia apareció en el umbral. Su mirada fría y amenazante recorrió la habitación, evaluando a cada una de las presentes. Las luces titilaban, y la sombra de la poderosa gema lo cubría todo, haciendo que su presencia pareciera aún más amenazante.
—¿Dónde está Amatista?— preguntó con voz grave y autoritaria. Su tono no dejaba espacio para la negociación, y la frialdad de su mirada hacía que las chicas se congelaran en su lugar. Sin embargo, nadie respondió. Un silencio tenso se instaló en la habitación, roto solo por el sonido de la respiración nerviosa de las chicas y el siseo de la energía que parecía envolver a Topacio copia.
Perla fue la primera en reaccionar, a pesar de la debilidad que invadía su cuerpo. Intentó ponerse en guardia, su postura elegante pero temblorosa mientras su cuerpo herido luchaba por mantenerse erguido. Sus ropas ya mostraban marcas de los golpes recibidos anteriormente, y el moretón en su ojo brillaba con una intensidad dolorosa. Aun así, no retrocedió.
—¿Tú?— Topacio copia soltó una carcajada burlona, observando la figura débil de Perla. —¿Crees que puedes detenerme?— Su risa resonó como un eco amenazante mientras miraba a las demás gemas con desdén.
Antes de que Perla pudiera responder, Topacio copia levantó una mano y dio una señal. Al instante, una horda de Topacios irrumpió en la habitación. Las gemas copia se movían en perfecta sincronía, atacando sin piedad. El caos se desató.
Las Crystal Gems, a pesar de estar debilitadas y sin sus poderes, hicieron lo que pudieron para defenderse. Rubí y Zafiro, a pesar de su amor inquebrantable, apenas lograban mantenerse de pie ante la fuerza bruta de las Topacios. Rubí intentaba golpear, pero cada vez que lo hacía, otra Topacio la empujaba al suelo con facilidad. Zafiro, por su parte, se esforzaba por proteger a Rubí, pero ambas estaban claramente en desventaja.
Bismuto, aunque grande y fuerte, también estaba siendo superada. Las Topacios la rodeaban, lanzando golpes y patadas que la hacían tambalearse. Cada vez que intentaba defenderse, una nueva ola de ataques la golpeaba, haciéndola retroceder. Lapis intentaba esquivar los ataques, pero sin sus poderes de control del agua, apenas lograba mantenerse en pie. Esmeralda, a su lado, también luchaba, pero ambas sabían que estaban en una situación desesperada.
Perla fue quien recibió los golpes más brutales. Las Topacios se centraron en ella, golpeándola sin piedad, y aunque Perla intentaba mantenerse en pie, su cuerpo no lo soportaba. Sus ropas comenzaron a rasgarse bajo la intensidad de los golpes, y pronto, su elegante atuendo estaba hecho jirones, mostrando las marcas y heridas que cubrían su piel. Aun así, Perla no se rendía. Seguía luchando, aunque su cuerpo temblaba con cada golpe.
Ashley, al ver a Peridot siendo golpeada por varias Topacios, sintió un impulso de intervenir. Aunque su discusión con Peridot seguía fresca en su mente, no podía quedarse de brazos cruzados.
—¡Peridot!— gritó, lanzándose hacia ella. Pero antes de que pudiera llegar, una de las Topacios la agarró por la espalda, inmovilizándola con facilidad. Ashley intentó zafarse, pateando y forcejeando, pero la fuerza de la gema copia era abrumadora. La sujetó con tanta fuerza que Ashley sintió que apenas podía respirar. —¡Suéltame!— gritó, pero su voz se perdió en medio del caos.
Nagisa, por su parte, vio cómo la situación se descontrolaba rápidamente. Sabía que sus hermanas pequeñas estaban en peligro, y no podía permitir que les pasara nada.
—¡Karla, Mary, Sarah!— gritó, intentando correr hacia ellas. Sin embargo, otra Topacio se interpuso en su camino, atrapándola con una velocidad asombrosa. Nagisa luchó con todas sus fuerzas, pero la gema copia la sostuvo firmemente, mientras otra Topacio se acercaba para atrapar a sus hermanas.
Karla intentó resistirse, pero su pequeño cuerpo no era rival para la fuerza de la gema. Fue levantada fácilmente, sus brazos y piernas pataleando en el aire mientras gritaba por ayuda. Mary, con su brazo robótico, intentó golpear a la Topacio que la agarraba, pero fue inútil. La gema la levantó con la misma facilidad, ignorando sus intentos de liberarse. Sarah, la más pequeña, apenas pudo reaccionar antes de ser atrapada también, su expresión llena de pánico mientras sus pequeñas manos se aferraban al aire.
—¡Déjenlas en paz!— gritó Nagisa, intentando liberarse, pero la Topacio que la sujetaba era demasiado fuerte. Sentía la impotencia crecer en su pecho mientras veía a sus hermanas siendo capturadas una a una, sin poder hacer nada al respecto.
Jasmin, que había estado observando todo en estado de shock, no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que fue demasiado tarde. Otra Topacio la agarró por detrás, inmovilizándola antes de que pudiera reaccionar. Su mente estaba nublada por la confusión y el miedo. No podía creer lo que estaba sucediendo, cómo todo había salido tan mal en tan poco tiempo.
Topacio copia sonrió con satisfacción al ver que todas las chicas estaban atrapadas. —Eso es mejor,— murmuró con voz fría. Luego, hizo una señal a sus Topacios, quienes comenzaron a atar a las chicas con cuerdas resistentes, asegurándose de que no pudieran moverse ni intervenir.
Nagisa seguía resistiéndose, sus manos luchando contra las cuerdas que la ataban. —¡Déjennos ir! ¡Mis hermanas...!— Pero sus palabras fueron ignoradas, y pronto las cuerdas la inmovilizaron por completo. A su lado, Karla, Mary y Sarah también estaban atrapadas, sus pequeñas voces apagadas por el miedo.
Peridot, que había estado observando todo con desesperación, sintió su corazón detenerse al ver a Ashley en peligro. A pesar de todo lo que había pasado entre ellas, no podía permitir que le hicieran daño. Con una furia renovada, intentó lanzarse hacia ella, pero antes de que pudiera llegar, Topacio copia la interceptó.
—Ni lo pienses,— dijo Topacio copia con una sonrisa cruel. Agarró a Ashley por el cuello, levantándola frente a Peridot como si fuera un trofeo. —Si te mueves, ella sufre.
Peridot se quedó inmóvil, su mirada llena de impotencia y miedo mientras veía cómo Topacio copia usaba a Ashley como escudo. Las demás gemas también se quedaron quietas, incapaces de hacer nada mientras veían cómo su compañera era usada para amenazarlas.
Finalmente, con un gesto despectivo, Topacio copia encerró a las Crystal Gems en un campo de fuerza. Las gemas heridas, con sus ropas rasgadas y sus cuerpos magullados, quedaron atrapadas dentro de la prisión de energía. Aunque intentaron resistirse, sabían que no podían hacer nada más.
El campo de fuerza brillaba con una luz cegadora, y Topacio copia observaba con satisfacción mientras todo quedaba en silencio. Las gemas, debilitadas y derrotadas, no podían hacer más que esperar, mientras las chicas, atadas y atrapadas, miraban con terror lo que vendría a continuación.
**Continuará...**

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Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1
FanfictionHan pasado más de 20 años desde que Ciudad Playa fue atacada por las personas y gobiernos más letales del mundo. Nadie sabe que pasó con las gemas que habitaban allí. Jasmin es una niña que creció en un mundo completamente aterrorizado por las gemas...