La oscuridad en el callejón parecía volverse más densa, casi tangible, cuando la voz susurrante se hizo presente de nuevo en la mente de Jasmin y Perla. Jasmin, todavía arrodillada junto a Ray, sintió que el aire se volvía más pesado, como si algo estuviera a punto de revelarse desde las sombras. Perla, siempre alerta, miraba fijamente hacia el fondo del callejón, sus sentidos en alerta máxima, mientras el ladrido insistente de Aria resonaba en el aire como una alarma natural, cada vez más desesperada.
De repente, una figura emergió de la oscuridad. Era Amatista. Su silueta, aunque familiar, parecía más amenazante bajo las luces parpadeantes de la ciudad. Su cuerpo sólido y musculoso se movía con una confianza perturbadora, y sus ojos brillaban con una intensidad que no era la misma que Perla recordaba de los viejos tiempos. Era una Amatista diferente. Y más peligrosa.
Perla la reconoció al instante, su corazón saltando en su pecho. Era imposible no reconocerla. Después de todo, habían compartido siglos de luchas, alegrías y dolores. Amatista había sido más que una compañera de batalla, había sido su amiga, su hermana en armas, una parte fundamental del equipo de las Crystal Gems. Pero ahora, todo lo que veía en los ojos de Amatista era frialdad, un abismo insondable que hacía que Perla dudara si esa aún era la misma gema que había conocido.
Perla intentó dar un paso hacia ella, con las manos temblando ligeramente. Quería acercarse, quería encontrar una conexión con su vieja amiga, buscar en su interior la Amatista que había perdido durante esos veinte largos años de separación. No podía hablar, pero en su mirada se leía todo: el deseo de reconciliarse, de entender qué había pasado, de recuperar lo que se había roto.
Pero Amatista no lo tomó bien.
Sin previo aviso, con un movimiento rápido y brutal, Amatista extendió su brazo y empujó a Perla con una fuerza descomunal, lanzándola contra el suelo sin piedad. El sonido del cuerpo de Perla golpeando el pavimento resonó con un eco seco y doloroso, y por un momento, todo pareció detenerse. El impacto fue tan fuerte que Perla quedó aturdida, tratando de procesar lo que acababa de suceder. Su respiración se volvió agitada mientras intentaba incorporarse, pero sus fuerzas ya eran pocas, y el dolor le recorrió todo el cuerpo.
—¡Perla!— gritó Jasmin, aterrorizada al ver cómo su amiga y protectora había sido derribada con tanta facilidad. No entendía por qué Amatista estaba actuando de esa manera, no podía comprender el cambio tan drástico en la actitud de alguien que, en el pasado, había sido parte de la misma lucha.
Con el corazón latiendo rápidamente, Jasmin dio un paso hacia Amatista, tratando de mantener la calma, aunque el miedo comenzaba a apoderarse de ella. Pero antes de que pudiera hacer o decir algo, Amatista, sin titubear, también la empujó con una fuerza inesperada.
El empujón hizo que Jasmin cayera pesadamente al suelo, y al golpear el pavimento, la manga derecha de su ropa se rasgó con el impacto, exponiendo su piel a las frías brisas nocturnas. El dolor recorrió su brazo, pero más que el dolor físico, lo que la abrumaba era la confusión y el miedo. No entendía por qué Amatista, una de las gemas que alguna vez había sido una heroína, ahora se comportaba de manera tan violenta.
Aria, viendo a Jasmin caer, ladró con más fuerza, corriendo alrededor de ella, como intentando protegerla de algún modo. La pequeña perrita se interponía entre Jasmin y Amatista, su pequeño cuerpo temblando, pero su coraje inquebrantable.
Perla, a pesar del dolor, levantó la cabeza y vio la escena con creciente frustración. Ver a Jasmin lastimada encendió algo dentro de ella, una ira que hacía años no había sentido. Era una furia protectora, la misma que había sentido por Steven en su momento. Su amiga, su protegida, había sido atacada, y eso era algo que Perla no podía tolerar. Sus ojos se endurecieron mientras luchaba por levantarse, aunque sus piernas temblaban por el esfuerzo. Pero su determinación era inquebrantable.
Sin embargo, Amatista las ignoró por completo. Su mirada, fría y decidida, no se dirigía ni a Jasmin ni a Perla, sino a Ray. La figura temblorosa de Ray seguía en el suelo, atrapada en su ataque de pánico, ajena a lo que ocurría a su alrededor. Para Amatista, Ray era el objetivo, y no iba a permitir que nadie se interpusiera en su camino.
Amatista caminó hacia Ray con pasos pesados, su figura imponente proyectando una sombra que se cernía sobre la joven. Jasmin, aún en el suelo, intentó levantarse, su voz temblando mientras suplicaba: —¡No le hagas daño! ¡Déjala en paz!—.
Pero Amatista no respondió. En lugar de eso, se inclinó hacia Ray, y con un movimiento rápido, le dio un golpe certero en el cuello. Ray soltó un pequeño jadeo antes de desvanecerse en la inconsciencia, su cuerpo quedando completamente flácido. El golpe había sido calculado, no para dañarla gravemente, sino para neutralizarla.
—¡Ray!— gritó Jasmin, su voz quebrándose por la desesperación.
Amatista la levantó con facilidad, como si el cuerpo de Ray no pesara nada, cargándola en sus brazos con una frialdad que heló la sangre de Jasmin. A pesar de las súplicas de Jasmin, Amatista no mostraba ninguna emoción.
—¡Por favor, no te la lleves!— Jasmin suplicaba, sus palabras llenas de angustia. —¿Qué vas a hacer con ella? ¡Solo queremos ayudarla!—
Fue entonces cuando Amatista, sin mirarlas, finalmente habló, aunque solo Jasmin pudo escucharla. Su voz era baja, distante, y su tono no mostraba ninguna simpatía.
"Solo la estoy ayudando... algo que ustedes no están haciendo."
Con esas palabras cargadas de reproche, Amatista se dio la vuelta y comenzó a alejarse, llevándose a Ray consigo. Jasmin intentó moverse, pero el miedo y el dolor la mantenían paralizada en el suelo, observando impotente cómo Amatista se llevaba a su amiga. Aria seguía ladrando desesperadamente, como si quisiera perseguirlas, pero Jasmin la sujetó, intentando calmarla aunque sus manos temblaban.
Perla, todavía débil y lastimada por el empujón, miraba la escena con los ojos llenos de furia y frustración. Sabía que, en ese estado, no podía hacer mucho, y eso solo aumentaba su desesperación. Pero en el fondo de sus ojos, una promesa silenciosa brillaba: no iban a dejar que esto terminara así.
**Continuará...**
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Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1
FanfictionHan pasado más de 20 años desde que Ciudad Playa fue atacada por las personas y gobiernos más letales del mundo. Nadie sabe que pasó con las gemas que habitaban allí. Jasmin es una niña que creció en un mundo completamente aterrorizado por las gemas...