La noche estaba oscura, y las sombras del bosque parecían alargarse con cada paso que daban. Las chicas corrían desesperadamente, el sonido de sus respiraciones entrecortadas mezclándose con el crujido de las hojas bajo sus pies. Perla lideraba el camino, su imponente figura apenas visible en la penumbra, mientras las demás la seguían con determinación, pero también con el miedo que latía en sus corazones. Sabían que las gemas copia no estaban lejos; su persistente persecución las mantenía en constante alerta.
El bosque se volvía más denso a medida que avanzaban, las ramas arañando sus brazos y rostros. Jasmin miró por encima del hombro, apenas pudiendo distinguir los destellos de las gemas copia que las seguían, sus ojos brillando en la oscuridad como faros amenazantes. -¡No podemos dejarlas alcanzarnos!- gritó, la desesperación comenzando a filtrarse en su voz.
Nagisa, que corría justo detrás de Perla, asintió con firmeza. -¡No te detengas, solo sigue corriendo!- A pesar del dolor en sus piernas, no podía permitirse el lujo de ralentizarse. Sabía lo que les esperaba si eran capturadas.
Peridot, en el centro del grupo, se esforzaba por mantenerse al ritmo de las demás. Cada paso le costaba más esfuerzo, sus fuerzas ya bastante mermadas por todo lo que había soportado en la torre. El ácido que la había debilitado seguía causando estragos en su cuerpo, y cada movimiento le provocaba un dolor punzante. Sin embargo, la mano de Ashley, aferrada con fuerza a la suya, le daba el impulso que necesitaba para seguir adelante.
El sonido de las gemas copia acercándose se hacía cada vez más fuerte, y por un momento, el pánico comenzó a apoderarse de ellas. -¡Perla!- gritó Jasmin, sintiendo la presión aumentar. -¿Cuánto más podremos correr?-
Perla no respondió, pero su mente estaba trabajando a toda velocidad. A pesar de su tamaño y fuerza, sabía que no podían mantener ese ritmo para siempre. Las gemas copia eran incansables, y ellas estaban cansadas, heridas, y en gran desventaja.
Finalmente, Perla tomó una decisión. -¡Por aquí!- ordenó telepáticamente a Jasmin, guiando al grupo hacia un desvío apenas visible entre los árboles. Jasmin transmitió la orden, y todas cambiaron de dirección, adentrándose en una parte aún más oscura y densa del bosque.
El sonido de las gemas copia comenzaba a desvanecerse a medida que se adentraban más en el espeso bosque. Perla sabía que no podían ocultarse para siempre, pero al menos ganarían algo de tiempo. Tras lo que parecieron horas de correr sin descanso, finalmente llegaron a un pequeño claro rodeado de árboles altos, cuyas ramas se entrelazaban en lo alto, creando una especie de cúpula natural.
-Aquí,- susurró Nagisa, jadeando mientras se apoyaba en un árbol. -Podemos esconderlos un momento aquí.-
Peridot, que ya estaba al borde de sus límites, se dejó caer en el suelo, exhausta. El alivio de detenerse fue casi tan doloroso como el correr. Cerró los ojos, intentando controlar su respiración, pero el miedo y el dolor seguían atormentándola.
Ashley, que había estado aferrada a Peridot todo el tiempo, se agachó a su lado, sin soltar su mano. -Peridot... estás a salvo ahora,- dijo con suavidad, tratando de calmarla. Pero al ver de cerca el estado en el que estaba Peridot, sus ojos se llenaron de lágrimas. La gema estaba gravemente debilitada, con signos evidentes del ácido que la había afectado, y sus ojos reflejaban un miedo profundo.
Peridot abrió lentamente los ojos, enfocando su mirada en Ashley. Aunque estaba agotada y herida, ver la preocupación genuina en el rostro de Ashley le trajo un extraño consuelo. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, y con el poco esfuerzo que le quedaba, levantó una mano para acariciar suavemente la mejilla de Ashley, justo sobre la cicatriz en forma de rayo que compartían.
Ashley sintió el suave roce de los dedos de Peridot, y su corazón dio un vuelco. El calor subió a sus mejillas, sonrojándose intensamente, pero no apartó la mirada. La sonrisa débil de Peridot, a pesar de todo el dolor y la angustia que habían pasado, la conmovió profundamente. -Voy a sacarte de esto,- prometió Ashley en un susurro, sin poder evitar la mezcla de tristeza y determinación en su voz.
Peridot, aunque no podía hablar, intentó transmitir su gratitud y afecto a través de esa caricia. Era como si en ese breve momento, todo el miedo y la oscuridad se desvanecieran, dejándolas solo con la pura verdad de lo que sentían la una por la otra. Ashley sentía una conexión profunda con Peridot, algo que iba más allá de las palabras, algo que la hacía sentir que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para protegerla.
El breve momento de paz fue abruptamente interrumpido por un ruido en la distancia. El sonido de ramas rompiéndose y hojas crujientes bajo pesados pies les recordó que no estaban fuera de peligro.
-Tenemos que seguir moviéndonos,- dijo Jasmin en un susurro urgente. -Las gemas copia todavía están ahí afuera.-
Ashley asintió, ayudando a Peridot a levantarse. -¿Puedes caminar?- preguntó con preocupación. Peridot asintió débilmente, aunque sus piernas temblaban. Con la ayuda de Ashley, logró ponerse de pie.
Las chicas comenzaron a moverse nuevamente, adentrándose más en el bosque en busca de un lugar seguro. Cada paso que daban estaba lleno de tensión, sabiendo que las gemas copia seguían cerca, y que solo era cuestión de tiempo antes de que las encontraran de nuevo.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, encontraron un lugar en lo profundo del bosque donde pudieron detenerse por un momento más. Peridot, aunque agotada, hizo un esfuerzo por mantenerse alerta, pero su cuerpo casi no le respondía.
-Descansa un momento,- dijo Ashley con voz calmada, aunque su corazón latía con fuerza. -Nosotras te cuidaremos.- Acarició suavemente el cabello de Peridot, intentando darle algo de consuelo en medio de la tormenta.
Peridot cerró los ojos, dejando escapar un suspiro largo y tembloroso. Aunque seguía asustada, la presencia de Ashley, junto con la determinación del grupo, le dio la fuerza para seguir adelante.
Pero sabían que la paz que habían encontrado no duraría. A lo lejos, el sonido de los pasos pesados de las gemas copia se acercaba nuevamente. Las chicas se miraron entre sí, sabiendo que su lucha estaba lejos de terminar.
Y mientras el peligro se acercaba, cada una de ellas sabía que lo único que podían hacer era seguir adelante, juntas, sin importar lo que viniera.
**Continuará...**
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Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1
FanfictionHan pasado más de 20 años desde que Ciudad Playa fue atacada por las personas y gobiernos más letales del mundo. Nadie sabe que pasó con las gemas que habitaban allí. Jasmin es una niña que creció en un mundo completamente aterrorizado por las gemas...