Capítulo 110

8 0 0
                                    

La batalla había terminado, pero el campo de batalla estaba lejos de la paz. Las chicas, temblando por el miedo y la adrenalina, corrieron hacia las gemas caídas, el corazón en un puño. Nagisa yacía en el suelo, su ropa rasgada y su cuerpo cubierto de heridas. Sus hermanas, Karla, Mary y Sarah, corrieron hacia ella, lágrimas rodando por sus mejillas.

-¡Nagisa, por favor, levántate!- sollozó Karla, aferrándose a su hermana mayor con desesperación. -¡No nos dejes, Nagisa!

Sarah, la más pequeña, no entendía completamente la magnitud de lo que había sucedido, pero sus brazos se cerraron alrededor de Nagisa con fuerza, como si al hacerlo pudiera protegerla de todo el mal del mundo. 

Mary, con su brazo robótico temblando, se unió a sus hermanas, sus ojos llenos de una mezcla de miedo y esperanza.

Nagisa, sintiendo el peso del amor y la preocupación de sus hermanas, luchó por abrir los ojos. Sus párpados eran pesados como el plomo, pero el deseo de aliviar el sufrimiento de sus hermanitas le dio la fuerza que necesitaba. Lentamente, sus ojos se abrieron, y aunque su visión estaba borrosa, lo primero que vio fueron los rostros angustiados de Karla, Mary y Sarah.

-Estoy... estoy bien...- susurró, su voz débil pero llena de determinación.

Karla, Mary y Sarah rompieron a llorar, aliviadas al ver que su hermana mayor seguía con ellas. Se abrazaron a ella con más fuerza, como si temieran que si la soltaban, podría desaparecer.

Mientras tanto, Lapis se arrodilló junto a Esmeralda, cuyo brazo izquierdo estaba gravemente herido por el ácido. Las lágrimas caían por las mejillas de Esmeralda, tanto por el dolor físico como por la culpa que la consumía. Lapis, con una ternura que solo podía surgir del amor profundo que sentía por ella, envolvió el brazo de Esmeralda en agua, usando su poder para enfriar el ácido y reducir el dolor.

"Está bien, Esmeralda, estoy aquí. No voy a dejar que te hagan daño otra vez," pensaba Lapis mientras se concentraba en calmar a Esmeralda. Esmeralda, que había estado temblando de miedo y dolor, comenzó a relajarse bajo el toque de Lapis. Sus ojos, llenos de lágrimas, se encontraron con los de Lapis, y aunque no podía hablar, la gratitud en su mirada era inconfundible.

Jasmin, viendo a Nagisa en tan mal estado, supo que debía actuar rápido. Sacó la gema de cuarzo rosa agrietada que había guardado en su habitación durante tanto tiempo. Se arrodilló junto a Nagisa, susurrándole palabras de consuelo mientras presionaba la gema contra las heridas de su amiga.

-Vas a estar bien, Nagisa. Steven siempre curaba a quienes lo necesitaban. Ahora es tu turno de recibir esa misma bondad,- dijo Jasmin en voz baja, su corazón latiendo con fuerza mientras la energía de la gema comenzaba a fluir.

La luz rosada de la gema envolvió a Nagisa, cerrando sus heridas lentamente. Karla, Mary y Sarah observaban con asombro mientras las heridas de su hermana mayor comenzaban a sanar. Cuando la luz finalmente se desvaneció, Nagisa parecía estar en mucho mejor estado, aunque todavía estaba débil. Sus hermanas la abrazaron fuertemente, sus lágrimas ahora mezcladas con risas de alivio.

-Te queremos, Nagisa,- susurró Sarah, acurrucándose contra su hermana mayor, mientras Karla y Mary asentían, sus rostros aún húmedos por las lágrimas.

Después de eso, Mary decidió ayudar a curar la herida de Esmeralda. Se acercó con cautela, su brazo robótico extendido hacia la gema verde. Esmeralda, todavía conmocionada por lo que había sucedido, retrocedió ligeramente, el miedo visible en sus ojos. Sin embargo, Lapis tomó la mano de Esmeralda y la apretó suavemente, transmitiéndole seguridad y calma.

"Está bien, Esmeralda. Mary solo quiere ayudarte," pensaba Lapis mientras sonreía con ternura.

Mary acercó su brazo robótico al de Esmeralda, permitiendo que la energía curativa fluyera a través de su brazo hacia la herida de ácido. La piel quemada de Esmeralda comenzó a sanar lentamente, el dolor disminuyendo a medida que la energía reparadora hacía su trabajo. Esmeralda observaba en silencio, sintiendo una mezcla de gratitud y asombro al ver cómo esta pequeña niña, a pesar de sus propias dificultades, estaba dispuesta a ayudarla.

Mientras todo esto sucedía, Aria, la perrita, se acercó con su colita moviéndose lentamente, sabiendo que había algo que debía hacer. Con un pequeño ladrido, llamó la atención de Lapis y las demás. Luego, con mucho cuidado, dejó caer los fragmentos de las diamantes que había guardado en su boquita. Los fragmentos relucieron bajo la luz del sol, y todas se quedaron mirando, conscientes de la importancia de estos fragmentos para las gemas.

Lapis se agachó y recogió los fragmentos con manos temblorosas. Sabía lo que significaban y lo que representaban. Sus ojos se encontraron con los de Esmeralda, y aunque las palabras no se dijeron, el mensaje era claro: había esperanza, y había un futuro que todavía podían construir juntas.

Finalmente, Jasmin se acercó a Esmeralda con una sonrisa suave en su rostro. La miró con comprensión y amabilidad antes de colocar suavemente una mano sobre su hombro. -Bienvenida al equipo, Esmeralda,- dijo Jasmin, y aunque las palabras no podían ser escuchadas por todos, el sentimiento detrás de ellas era compartido por todos los presentes.

Perla, apoyada en Jasmin, asintió lentamente, su aprobación evidente en su expresión. Aunque no podían hablar, las gemas compartían un vínculo profundo que no requería palabras. La aceptación de Esmeralda en su equipo, en su familia, era algo que todas sentían en lo más profundo de su ser.

El Cuarteto de Crystal, aunque agotado y herido, se mantuvo unido. Lapis, Esmeralda, Peridot y Bismuto estaban ahora más conectadas que nunca, sabiendo que a pesar de todas las dificultades y desafíos, tenían a alguien en quien podían confiar. Las chicas, con sus corazones llenos de amor y gratitud, se acercaron a las gemas, ofreciéndoles su apoyo y cariño.

Y mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, el grupo se quedó allí, juntas, sabiendo que aunque la batalla había sido dura, habían salido más fuertes. La lucha no había terminado, pero estaban listos para enfrentar lo que viniera, juntas.

**Continuará...**

Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora