Capítulo 116

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El campamento estaba envuelto en el silencio profundo de la madrugada. Las estrellas brillaban con una intensidad fría, esparcidas como diamantes en un manto oscuro, mientras la suave brisa nocturna susurraba a través de los árboles. El grupo dormía apaciblemente, exhausto por los recientes eventos, pero Jasmin se removía inquieta en su saco de dormir. Los sueños que la habían atormentado no dejaban de resonar en su mente, cada imagen, cada sentimiento, aún tan vívidos como si los hubiera experimentado en carne propia.

Incapaz de conciliar el sueño nuevamente, Jasmin se levantó lentamente, asegurándose de no despertar a las demás. Con pasos cuidadosos, se dirigió hacia el borde del campamento, donde el río fluía con un suave murmullo, como una melodía que prometía paz. Sin embargo, al acercarse, vio una figura familiar de pie junto al agua, con la mirada perdida en la corriente. Era Perla.

La gema estaba allí, tan alta y elegante como siempre, pero había una tristeza palpable en su postura. Jasmin pudo ver cómo los hombros de Perla estaban ligeramente caídos, sus manos apretando suavemente algo que sostenía contra su pecho. Jasmin se acercó, movida por un impulso de saber qué era lo que la mantenía despierta a esas horas.

—Perla —susurró, rompiendo el silencio entre ellas. La gema no se sobresaltó, solo giró la cabeza ligeramente para mirarla, y en sus ojos Jasmin vio una mezcla de dolor antiguo y resignación.

Sin decir nada, Perla volvió su mirada hacia el río, y Jasmin entendió que no había necesidad de palabras en ese momento. Se sentó junto a ella, sintiendo la fría humedad de la hierba bajo sus piernas. Por un momento, ambas permanecieron en silencio, dejando que el murmullo del río y la calma de la noche las envolviera.

Finalmente, Jasmin habló, su voz suave y llena de duda.

—Perla, he estado... teniendo estos sueños —empezó, tratando de encontrar las palabras adecuadas para describir lo que había visto. Sabía que Perla no podía responder con palabras, pero también sabía que de alguna manera, ella la escuchaba—. Vi cosas, cosas que ustedes han pasado, que han sufrido. Vi a Steven...

Al escuchar el nombre de Steven, Perla se tensó visiblemente, sus ojos se cerraron con fuerza por un momento, como si el solo sonido de su nombre le provocara un dolor insoportable. Jasmin notó esto y sintió un nudo formarse en su garganta. No quería hacerle daño, pero necesitaba entender.

—¿Cómo... cómo te enteraste de su muerte? —preguntó con delicadeza, sintiendo que era la pregunta más difícil que había hecho en su vida. Sabía que era una herida profunda para Perla, pero también sabía que la gema necesitaba compartir esa carga, aunque solo fuera un poco.

Perla permaneció inmóvil, el silencio entre ellas volviéndose pesado. Jasmin pensó que tal vez había ido demasiado lejos, que no debería haber preguntado. Pero entonces, después de lo que pareció una eternidad, Perla soltó un suspiro silencioso y sacó algo de su chaqueta. Era un trozo de tela, viejo y desgastado, que Jasmin reconoció al instante. Era la camiseta de Steven, rota y sucia, pero aún con el símbolo de estrella que alguna vez había brillado con tanto orgullo en su pecho.

Perla levantó la camiseta, dejándola colgar entre ellas, y sus ojos brillaron con lágrimas no derramadas. Jasmin pudo sentir el peso de lo que significaba esa prenda para ella, un recuerdo tangible de alguien que había sido tan importante.

Perla comenzó a mover sus manos con una gracia cuidadosa, comunicándose a través de los gestos que Jasmin había aprendido a interpretar. A pesar de que no había sonido, las palabras de Perla llegaron claras a la mente de Jasmin.

"Steven había ido a luchar", comenzó Perla, sus manos temblando ligeramente mientras continuaba, "pero nunca regresó. Lo esperé durante días, buscando señales, cualquier indicio de que aún estaba allí. Pero lo único que encontré fue esto", su mano acarició la camiseta rota, como si fuera un tesoro inestimable.

Perla hizo una pausa, y Jasmin pudo sentir cómo se esforzaba por continuar, cada movimiento de sus manos era una lucha contra el dolor que la consumía.

"Lo busqué por todas partes. Cada rincón, cada lugar que conocíamos. Pero no había rastro de él... ni de su luz. Solo encontré silencio y oscuridad. No pude sentirlo más, y su gema... estaba rota."

Jasmin vio cómo las lágrimas comenzaban a acumularse en los ojos de Perla, reflejando la luna que brillaba sobre ellas. Aunque no había lágrimas visibles, la tristeza en su mirada era inconfundible. Perla había perdido no solo a su líder, sino a alguien a quien había amado profundamente, alguien que era el símbolo de todo lo que había luchado por proteger.

"Su ausencia... fue devastadora. Intenté seguir adelante, pero sin él, todo parecía carecer de sentido. No pude salvarlo, Jasmin. No pude protegerlo. Y eso... eso es algo que nunca podré perdonarme."

Perla bajó la cabeza, incapaz de sostener la mirada de Jasmin mientras el dolor de esos recuerdos la abrumaba. Jasmin, con el corazón encogido, se acercó un poco más, colocando una mano suave sobre el hombro de Perla, un gesto silencioso de consuelo y apoyo. No había palabras que pudieran aliviar ese dolor, pero Jasmin quería que Perla supiera que no estaba sola.

Después de un largo momento de silencio, Perla levantó la vista, sus ojos encontrándose con los de Jasmin. La tristeza aún estaba allí, pero había algo más, una determinación silenciosa que brillaba a través de las lágrimas no derramadas. Con un movimiento lento y deliberado, Perla volvió a guardar la camiseta en su chaqueta, cerca de su corazón, como si ese pequeño trozo de tela fuera lo único que la conectaba con su pasado.

Luego, con una suavidad que solo Perla podía expresar sin palabras, la gema hizo un gesto hacia Jasmin, señalando su pecho, justo donde había guardado la camiseta. Jasmin entendió lo que Perla intentaba decirle.

"A pesar de todo, he seguido adelante. Por él, por nosotras, por lo que queda de lo que alguna vez fue. Pero nunca lo olvidaré. Nunca olvidaré lo que significó para mí, para todas nosotras. Y tú, Jasmin... tú tienes su fuerza. Lo veo en ti, en tu determinación y en tu bondad. Eres su legado."

Las palabras silenciosas de Perla resonaron en la mente de Jasmin, llenándola de una calidez que contrastaba con la frialdad de la noche. Por un momento, ambas se quedaron allí, simplemente compartiendo la quietud del río y la compañía mutua. Jasmin sintió una nueva conexión con Perla, algo más profundo que cualquier cosa que hubiera experimentado antes. Sabía que el camino que tenían por delante sería difícil, pero también sabía que, juntas, podrían superarlo.

Justo cuando el primer rayo de sol comenzaba a asomarse en el horizonte, Perla hizo un último gesto, capturando la atención de Jasmin. Esta vez, sus palabras silenciosas fueron como un susurro en la brisa matutina, inesperadas y sorprendentes.

"Conocí a tu madre, Jasmin."

Jasmin sintió cómo su corazón se detenía por un instante, sus ojos ampliándose en sorpresa. Pero antes de que pudiera decir algo, Perla se giró hacia el río una vez más, dejando que el silencio volviera a caer entre ellas, un silencio lleno de promesas y misterios aún por desvelar.

**Continuará...**

Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora