Capítulo 36

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Jasmin estaba en su habitación, sentada junto a la ventana, cuando su teléfono vibró con fuerza en su bolsillo. El sonido la sacó de su ensueño y, con una mezcla de curiosidad y preocupación, tomó el dispositivo. Al leer el nombre de Ashley en la pantalla, su corazón dio un vuelco.

Ashley: Jasmin, necesito tu ayuda. Es urgente. Peridot está en peligro. Por favor, ven a la Torre Presidencial tan pronto como puedas. No se lo digas a nadie más.

El pánico se apoderó de Jasmin. Sabía que Ashley no era del tipo que se asustaba fácilmente, y las palabras "Peridot está en peligro" solo intensificaron su ansiedad. Sin pensarlo dos veces, decidió llamar a Ashley. Necesitaba más detalles; esto parecía mucho más grave de lo que las palabras del mensaje podían transmitir.

El teléfono sonó un par de veces antes de que Ashley contestara. Al otro lado de la línea, Jasmin pudo oír el sonido de la respiración agitada de su amiga.

—Ashley, ¿qué está pasando?— preguntó Jasmin con una voz temblorosa.

—Jasmin, no sé qué hacer,— dijo Ashley con una mezcla de desesperación y miedo en su voz. —Mi papá... El Coronel... él... tienen a Peridot encerrada en una jaula en la Torre Presidencial. La vi, Jasmin, está herida, asustada... No sé cómo sacarla de ahí.—

Jasmin sintió un escalofrío recorrerle la espalda al escuchar las palabras de Ashley. Pero lo que la dejó sin aliento fue algo que solo ella podía percibir. En el fondo, más allá de la voz de Ashley, oyó un sonido apenas audible, pero desgarrador. Las súplicas de Peridot.

—Por favor, ayúdame... No quiero estar aquí... No quiero estar sola... Por favor...—

Jasmin se mordió el labio, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que Ashley no podía escuchar esas palabras, pero para ella eran tan claras como el día. Cerró los ojos, tratando de mantener la compostura.

—Ashley, escúchame,— dijo Jasmin con voz firme, aunque por dentro estaba temblando. —Voy a ir a la Torre Presidencial, te ayudaré a sacar a Peridot de ahí. No te preocupes, no estás sola en esto.—

—Gracias, Jasmin,— respondió Ashley, y aunque su voz aún sonaba tensa, había un rastro de alivio en ella.

Jasmin colgó la llamada y se quedó mirando el teléfono por un segundo, intentando procesar todo lo que acababa de escuchar. Luego, sin perder tiempo, salió corriendo de su habitación y se dirigió hacia el bosque, donde sabía que Perla la estaría esperando.

El camino hasta el escondite de Perla no era largo, pero cada segundo se sentía eterno. Su mente estaba en un torbellino de pensamientos: la imagen de Peridot atrapada, las súplicas que había oído, la desesperación en la voz de Ashley. Tenía que actuar rápido.

Cuando finalmente llegó al claro, encontró a Perla en el mismo lugar donde siempre la veía, sentada en una roca con su capucha puesta, casi camuflada con las sombras del bosque.

—Perla, necesito hablar contigo,— dijo Jasmin, tratando de recuperar el aliento.

Perla levantó la mirada, sus ojos mostrando una mezcla de preocupación y curiosidad.

—Es Peridot...— Jasmin comenzó, y en cuanto pronunció el nombre, vio cómo los ojos de Perla se ensanchaban. —Ashley me llamó, me dijo que la tienen encerrada en la Torre Presidencial. Está herida, y... y...—

No pudo terminar la frase, porque en ese momento, una ola de emociones la golpeó con fuerza. Jasmin siempre había percibido a Perla como una figura fuerte, incluso en su silencio, pero ahora podía ver el dolor reflejado en sus ojos. Peridot había sido parte de las Crystal Gems, parte de su familia.

—Peridot está viva...,— pensó Perla, su mente viajando rápidamente a recuerdos de tiempos más felices. Recordaba la última vez que vio a Peridot, cuando todas luchaban juntas por un mundo mejor. El hecho de que la gema estuviera viva después de tanto tiempo... le daba un atisbo de esperanza. Pero esa esperanza se vio rápidamente ensombrecida por la duda. ¿Qué había pasado con el resto de sus amigas? ¿Garnet, Amatista, Lapis, Bismuto, Esmeralda? ¿Acaso también seguían vivas, o se habían perdido para siempre?

Jasmin observó el conflicto en los ojos de Perla y sintió la necesidad de hacer algo para aliviar su dolor. —Perla, por favor. Ashley necesita nuestra ayuda. No podemos dejar que Peridot sufra más. Sé que estás cansada, pero... yo te ayudaré. No dejaremos que estén solas.—

Perla bajó la mirada, sumida en sus pensamientos. Sabía que sus poderes no eran lo que solían ser; el desgaste de los años y las batallas le habían pasado factura. Pero Jasmin tenía razón. No podía permitir que una de sus amigas sufriera mientras ella no hacía nada. Además, había algo en la voz de Jasmin, en su insistencia, que le recordó a Steven... a su inquebrantable fe en los demás, a su deseo de ayudar a todos, sin importar las circunstancias.

—Steven hubiera hecho lo mismo,— pensó Perla con tristeza, su resolución fortaleciéndose.

Finalmente, levantó la cabeza y asintió lentamente, aceptando la petición de Jasmin. La niña soltó un suspiro de alivio, una pequeña sonrisa asomando en sus labios.

—Gracias, Perla,— susurró Jasmin, sintiendo que un peso se levantaba de sus hombros. —Iremos juntas, y con Ashley y las demás, salvaremos a Peridot.—

Pero justo cuando estaban a punto de ponerse en marcha, el teléfono de Jasmin vibró nuevamente. Un nuevo mensaje. Lo sacó rápidamente, pensando que podría ser de Ashley, pero se sorprendió al ver que era de Nagisa:

Nagisa: Tenemos que hablar. Reúnanse en mi casa tan pronto como puedan. Hay algo importante que debo contarles.—

Jasmin sintió una punzada de preocupación. Si Nagisa había enviado ese mensaje, significaba que algo muy serio estaba ocurriendo. Miró a Perla, quien la observaba expectante, y luego volvió la vista al mensaje. La situación se estaba complicando más de lo que podía haber imaginado.

—Nagisa también necesita nuestra ayuda...,— pensó Jasmin, sintiendo que la presión en su pecho aumentaba.

—Perla,— dijo finalmente, mirando a la gema con determinación. —Vamos a reunirnos con las demás en casa de Nagisa. Algo me dice que todas vamos a necesitar estar juntas para lo que viene.—

Perla asintió nuevamente, aceptando sin reservas el plan. Juntas, empezaron a caminar hacia la casa de Nagisa, sabiendo que cada segundo contaba.

**Continuará...**

Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora