Los ruidos en el bosque se hicieron más intensos, crujidos siniestros que resonaban entre los árboles, haciendo que la tensión creciera exponencialmente entre las chicas y las gemas. El aire, antes sereno, se volvía cada vez más opresivo, como si la misma naturaleza estuviera reteniendo la respiración en anticipación de lo que estaba por venir.
Bismuto, que generalmente era una figura de fortaleza inquebrantable, comenzó a mostrar signos visibles de paranoia. Sus ojos, siempre alerta, ahora estaban muy abiertos, moviéndose de un lado a otro mientras intentaba localizar la fuente de aquellos sonidos. Su respiración se volvió más pesada, casi errática, y apretó con más fuerza a Lapis, como si el contacto con su vieja amiga pudiera ofrecerle algún tipo de consuelo en medio de la creciente sensación de pánico.
Las hermanas de Nagisa, sintiendo el miedo que envolvía a las gemas y a las chicas, se acercaron aún más a su hermana mayor. Karla, Mary y Sarah buscaron refugio a su lado, aferrándose a ella como su única fuente de seguridad en medio de la incertidumbre. Nagisa, aunque también estaba asustada, se obligó a mantenerse firme por ellas, ocultando sus propios temores tras una fachada de calma.
De repente, los ruidos se transformaron en movimientos rápidos y en sombras que se deslizaban entre los árboles. El grupo entero se puso en guardia, sus sentidos al máximo mientras intentaban descifrar lo que las acechaba. Pero antes de que pudieran reaccionar, un grupo de Esmeraldas emergió de entre la espesura, rodeándolas rápidamente. Estas esmeraldas no eran las mismas que Jasmin había visto antes en las historias o el internet. Su apariencia era feroz, casi salvaje, y todas portaban espadas hechas de luz sólida, sus ojos brillando con una mezcla de determinación y rabia.
Las Esmeraldas se movían con precisión militar, cerrando el círculo alrededor del grupo, sus espadas brillando con una luz peligrosa mientras se preparaban para atacar en cualquier momento. Bismuto, aunque llena de paranoia, se plantó frente a las chicas y las gemas, su cuerpo grande y fuerte listo para defender a sus amigas con todo lo que tenía. Pero el miedo en su interior era palpable, tanto que incluso sus manos temblaban ligeramente.
Karla, Mary y Sarah se acurrucaron aún más cerca de Nagisa, sintiendo el peligro inminente. Los ojos de Karla se movían frenéticamente de una Esmeralda a otra, tratando de calcular cualquier posible escape, mientras que Mary intentaba mantener a Sarah calmada, aunque ella misma estaba aterrada. Nagisa las mantuvo detrás de ella, lista para hacer lo que fuera necesario para proteger a sus hermanas.
Jasmin, que podía escuchar las palabras de las gemas, captó lo que las Esmeraldas murmuraban entre sí. "Protejan los fragmentos de las diamantes. No permitamos que se acerquen más." Esas palabras resonaron en su mente, y sus ojos se ampliaron con comprensión. Estas esmeraldas estaban protegiendo algo muy valioso, algo que podría ser la clave para entender todo lo que había sucedido hasta ahora.
El ambiente estaba cargado de tensión, con cada lado esperando que el otro hiciera el primer movimiento. El miedo se mezclaba con la adrenalina, y parecía que en cualquier momento la situación podría estallar en violencia. Sin embargo, antes de que cualquier ataque pudiera ocurrir, Peridot y Bismuto se fijaron en una figura que se destacaba entre las demás Esmeraldas.
Allí, en el centro del grupo, liderando la emboscada, estaba Esmeralda. Pero no era la Esmeralda que recordaban. Su aspecto era lamentable, casi irreconocible. Su cuerpo, alguna vez brillante y pulido, ahora estaba cubierto de manchas y grietas, evidentes signos del daño causado por el ácido. Su postura era encorvada, como si el peso de todo lo que había soportado la estuviera aplastando.
A diferencia de las otras Esmeraldas, Esmeralda no llevaba una espada. Sus manos estaban vacías, pero en sus ojos se podía ver una profunda tristeza y determinación. Ella era la líder de este grupo, pero su espíritu parecía haber sido quebrado, su aspecto reflejando el dolor que había soportado.
Bismuto y Peridot, al reconocer a su vieja amiga, sintieron una mezcla de emociones. Había alivio en verla viva, pero también una profunda tristeza al ver el estado en el que se encontraba. Peridot, incapaz de hablar, miró a Esmeralda con ojos llenos de preguntas, tratando de entender lo que había pasado y por qué su amiga estaba del otro lado de este enfrentamiento.
Esmeralda, al darse cuenta de que estaba siendo observada, levantó la mirada hacia Peridot y Bismuto. Aunque no podía hablar, sus ojos transmitieron un mensaje claro: había sufrido mucho, pero todavía tenía una misión que cumplir. La tensión en el aire aumentó, cada segundo parecía más largo que el anterior, y el peligro que representaban las esmeraldas armadas se hacía cada vez más evidente.
**Continuará...**
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Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1
FanfictionHan pasado más de 20 años desde que Ciudad Playa fue atacada por las personas y gobiernos más letales del mundo. Nadie sabe que pasó con las gemas que habitaban allí. Jasmin es una niña que creció en un mundo completamente aterrorizado por las gemas...