Guerra de Cristal - Steven Universe AU Volúmen 1

Capítulo 122

El aire en el laboratorio se sentía denso, cargado de una tensión tan palpable que apenas se podía respirar. Bis 7, Jaspe copia y La Esmeralda Madre controlaban la situación, con Jasmin atada, y Perla colgando inerte, gris y vacía de vida. Jaspe copia mantenía su firme agarre sobre el cuerpo sin brillo de Perla, mientras Bis 7 se regodeaba en su control, sosteniendo a Jasmin como rehén. La Esmeralda Madre observaba todo con una sonrisa cruel, disfrutando de la desesperación en los ojos de las chicas y las gemas.

Bismuto temblaba de rabia, queriendo lanzarse contra las gemas copia, pero sabía que si daba un paso en falso, Jasmin y Perla pagarían el precio. Las demás chicas estaban congeladas por el miedo y la impotencia. Nagisa intentaba consolar a sus hermanas más pequeñas, Karla, Mary y Sarah, que miraban la escena con ojos llenos de terror, sus cuerpos pequeños acurrucados detrás de Esmeralda y Lapis.

El momento parecía estirarse indefinidamente, hasta que de pronto, una figura pequeña y veloz rompió el tenso silencio.

Aria, la cachorrita, saltó hacia Jaspe copia, lanzándose directamente a su tobillo y mordiendo con todas sus fuerzas. Jaspe copia soltó un grito de sorpresa y dolor, aflojando su agarre sobre el cuerpo de Perla, que cayó al suelo con un sonido sordo. El caos se desató.

—¡Maldito animal! —gritó Jaspe copia, intentando sacudirse a Aria de su tobillo.

El movimiento repentino creó la distracción perfecta. Bismuto no perdió un segundo y se lanzó hacia Bis 7, golpeándola con toda la fuerza de su enorme puño. El impacto fue brutal, y Bis 7 soltó a Jasmin de inmediato. Esmeralda reaccionó con rapidez, corriendo hacia su amiga humana y atrapándola en sus brazos antes de que pudiera caer al suelo.

La Esmeralda Madre, al ver la situación fuera de control, giró con furia hacia Aria. —¡Insolente criatura! —gruñó, levantando una pierna y pateando con fuerza a la cachorrita, que salió volando varios metros, soltando un gemido de dolor.

Sarah, al ver a su perrita herida, gritó con todas sus fuerzas. —¡ARIAAAAA! —sus pequeños pulmones apenas soportaban el peso del horror que acababa de presenciar. Mary y Karla también gritaron, intentando correr hacia Aria, pero Nagisa las detuvo, sus brazos alrededor de ellas, protegiéndolas con su propio cuerpo.

—¡Basta ya! —exigió Bis 7, levantándose lentamente después del golpe de Bismuto. Aunque tambaleante, su ira era evidente. Jaspe copia se había liberado de la mordida de Aria, y aunque cojeaba, su mirada era pura furia.

La Esmeralda Madre, con los ojos entrecerrados, miró a las gemas y las chicas, una sonrisa torcida apareciendo en su rostro. —Aún no hemos terminado. Nos llevamos esto... —señaló el contenedor con la energía vital de Perla, que brillaba con una luz tenue y pulsante—, y la próxima vez, será el fin para todas ustedes.

Antes de que alguien pudiera reaccionar, las gemas copia se retiraron rápidamente hacia la salida del laboratorio. Bismuto, aún en estado de shock, dio un paso adelante como si intentara detenerlas, pero Ray le agarró el brazo, susurrando nerviosamente. —No... no podemos detenerlas ahora... tenemos que proteger a las niñas.

La explosión llegó antes de que alguien pudiera hacer otra cosa.

Un ruido ensordecedor llenó el laboratorio, seguido de una onda expansiva masiva. El suelo tembló violentamente, y la energía desatada por la explosión envolvió todo a su paso. El laboratorio comenzó a desmoronarse, sus paredes cediendo bajo la presión de la fuerza liberada.

Bismuto, Peridot, Esmeralda y Lapis reaccionaron instintivamente, usando sus cuerpos para proteger a las chicas. Bismuto corrió hacia el cuerpo de Perla, levantándola y abrazándola contra su pecho mientras la energía envolvía el lugar. Esmeralda protegió a Nagisa, Sarah y Mary, cubriéndolas con su cuerpo. Lapis envolvió a Karla en sus brazos, mientras Peridot rodeaba a Ashley con los suyos.

Pero la explosión fue demasiado fuerte.

La onda expansiva golpeó a todas como un golpe seco, lanzándolas por el aire. El suelo bajo sus pies desapareció, y cada una de ellas fue lanzada en direcciones opuestas, volando como hojas en un viento furioso. Jasmin gritó cuando sintió su cuerpo siendo arrastrado, pero su voz fue ahogada por el estruendo. Ray fue lanzada contra una pared, perdiendo el conocimiento en el impacto.

La energía siguió expandiéndose, envolviendo todo a su paso, y el laboratorio colapsó completamente, sepultando bajo los escombros lo que quedaba de la maquinaria y los controles.

Cuando la energía finalmente se disipó, lo único que quedaba era silencio.

El polvo se asentaba lentamente, revelando los cuerpos dispersos de las chicas y las gemas, algunas aún inconscientes, otras luchando por levantarse. Aria yacía en el suelo, herida pero viva, mientras Perla, todavía en los brazos de Bismuto, permanecía gris y sin vida.

El horror de lo que acababa de suceder se asentó lentamente en la mente de las chicas.

La energía vital de Perla había sido robada, y ahora las gemas copia principales estaban en posesión de un poder que podría destruirlas a todas. Y aunque habían sobrevivido a la explosión, algo peor se avecinaba.

**Continuará...**